La novia más afortunada
Capítulo 562

Capítulo 562: 

«¿Qué está pasando? ¿Janet está bien? Draco Wesley, ¡Exigimos una explicación ahora mismo!» Beal no era tan gentil y tranquilo como de costumbre. Sus ojos eran fríos y muy serios.

«Dejamos que nuestra hija trabaje en tu estudio para que adquiera experiencia, ¡No para que acabe en un hospital!» Tanto Beal como Johanna sabían que Janet había estado trabajando horas extras estos últimos días.

Con la mirada baja, Draco se sintió un poco culpable. Cuando estaba a punto de hablar, el doctor salió de la sala de emergencias y lo interrumpió.

«Esto es un hospital. Por favor, cuide sus modales. Además, este joven hizo un gran trabajo. Tú deberías agradecérselo. Si no hubiera prestado los primeros auxilios a su hija a tiempo, no habría llegado viva hasta aquí.  Hay muy pocos casos en los que las personas que sufren una parada cardíaca son reanimadas con éxito. Si no le hubiera hecho la reanimación cardiopulmonar inmediatamente, habría muerto». El médico miró a Beal y le explicó la situación.

A Johanna no le importaron las trivialidades en ese momento. Se precipitó hacia el médico y le preguntó: «¿Cómo está ahora? ¿Va a salir adelante?»

«Le están haciendo unas pruebas ahora mismo, pero sabemos que su corazón se detuvo por un exceso de palpitaciones. Le hemos puesto una vía intravenosa, así que debería recuperarse en un rato. Ustedes podrán verla más tarde». El médico sonrió y sacudió la cabeza con ironía.  «Ha estado a punto, pero ya no tiene que preocuparse. Lo conseguirá. Pero debo preguntarle: ¿Su hija tiene antecedentes de complicaciones cardíacas? Tiene que prestar más atención a su salud. Ella no debería trabajar horas extras muy a menudo.  Aunque este tipo de cosas rara vez ocurren dos veces, sería aún más peligroso si volviera a ocurrir. Por favor, tenga cuidado»

Al escuchar esto, Ethan no pudo evitar fruncir el ceño con fuerza.

«Ella no tiene antecedentes de enfermedad cardíaca. Si lo tuviera, me lo habría dicho». El médico se quedó confuso durante unos segundos. «¿Y su familia? ¿Ustedes dos o alguno de sus parientes padece alguna enfermedad cardíaca?».

Johanna negó con la cabeza. «Todos estamos sanos. Nunca he oído hablar de nadie en mi familia que tuviera una enfermedad cardíaca».

El médico frunció el ceño y reflexionó sobre esta nueva información.

«Tal vez se deba a que su hija trabajó demasiado y su corazón se detuvo por la excesiva fatiga. Volveré a examinarla. Si realmente no tiene ningún problema de corazón, no hace falta ningún otro tratamiento. Sólo necesita más descanso y menos estrés». Después de responder a todas sus preguntas, el médico se marchó.

En la sala, cuando Janet abrió por fin los ojos, vio que todos la miraban fijamente. Confundida, su mente se quedó en blanco.

«¿Qué está pasando?»

Al ver que se despertaba, Johanna y Beal dejaron escapar un suspiro de alivio.

«Tú me prometiste que no trabajarías más horas extras y que prestarías más atención a tu salud. Tú rompiste tu promesa». Mientras Johanna hablaba, se le quebró la voz y rompió a llorar. «Tú trabajaste demasiado y te desmayaste en el estudio. Dijeron que tuviste suerte de que te hicieran la reanimación cardiopulmonar a tiempo, o habrías muerto. Tú deberías dar las gracias a Draco por haberte salvado la vida». El rostro de Janet aún estaba un poco pálido, se afinó para dar la cara a Draco con dificultad.

«Gracias, Señor Wesley».

Draco negó brevemente con la cabeza. «No es nada».

Johanna se limpió las lágrimas y mostro una sonrisa valiente.

«Siento lo que acabamos de decir, Señor Wesley. Por favor, perdónenos.  Estamos demasiado preocupados por nuestra hija. Después de que Janet reciba el alta del hospital, nos encantaría que viniera a cenar»

Echando una mirada a Janet, que le devolvía la mirada con ánimo, Draco no se negó. Ahora que Janet estaba despierta y fuera de peligro, todos sintieron como si se hubieran quitado un enorme peso de encima.

Janet no sabía por qué se había desmayado de repente. Aunque todavía estaba un poco débil, ahora se sentía mejor. Pensó que tal vez se trataba de una hipoglucemia. Estaría bien si en el futuro se tomaba su tiempo en el trabajo, sólo que Ethan se mantuvo en silencio todo el tiempo.

Sentado en el sofá, tenía un aspecto tan sombrío que nadie se atrevía a acercarse a él. Miraba fijamente a Janet y nadie sabía lo que estaba pensando.

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