La novia más afortunada
Capítulo 2099

Capítulo 2099:

Cuando Janet cogió el teléfono, Brandon rápidamente interceptó su mano.

«Deja que yo me ocupe», susurró.

Conocía a Janet lo suficiente como para comprender su carácter apacible; carecía de la firmeza necesaria para las preguntas de sondeo que se requerían en aquel momento. Dada la gravedad del incidente del envenenamiento, pensó que era imperativo que él mismo dirigiera la investigación.

Lexi contestó a la llamada casi de inmediato.

«¿Sr. Larson? ¿Por qué me ha llamado?», preguntó sorprendida. Al cabo de un momento, se dio cuenta de algo y añadió: «¿Está bien Janet? ¿Está en el hospital privado de Frank? Voy para allá».

La conversación era audible para todos los presentes, ya que Brandon había activado el altavoz. La ansiedad en la voz de Lexi era evidente.

En lugar de responder de inmediato, Brandon hizo una pausa y desvió la mirada para encontrarse con la de Janet.

Janet, con el rostro pálido, hizo un gesto sutil hacia el teléfono de Brandon, moviendo ligeramente los labios como para sugerir que Lexi era inocente.

Si Lexi estuviera realmente detrás de esto, su tono no llevaría consigo una preocupación tan genuina, a menos que fuera una actriz extraordinaria, cosa que Janet creía firmemente que no era. Las emociones de Lexi siempre eran claramente visibles.

Al ver la sutil reacción de Janet, Brandon relajó un poco su actitud severa, inclinado a confiar en Lexi, al menos por el momento.

«No hace falta que vengas al hospital», respondió finalmente, con voz baja y firme. «Janet ya está bien».

«Qué alivio», suspiró Lexi aliviada. «¿Han determinado qué causó el estado de Janet?».

Tras relatar brevemente los detalles del envenenamiento, Brandon sugirió: «Lexi, ¿podrías venir a la villa para ayudarnos con la investigación?».

Lo normal es aceptar o rechazar una petición así, pero Lexi era una excepción.

«¡No he sido yo!» La voz de Lexi se quebró de miedo. «¡Nunca le haría daño a Janet!»

Janet siempre había sido una protectora para ella, y le resultaba impensable que alguna vez le hiciera daño. Las afirmaciones de Lexi sobre su lealtad e inocencia continuaron derramándose por la línea telefónica.

Janet, que escuchaba en silencio, asintió sutilmente, dando a entender que estaba de acuerdo con las afirmaciones de Lexi.

Brandon permaneció en silencio, con una expresión ilegible pero teñida de impaciencia.

Sabía muy bien que los culpables a menudo se consideraban inocentes y proclamaban constantemente su inocencia. Para él, las palabras defensivas de Lexi tenían poco peso; su confianza estaba puesta en pruebas tangibles y en una investigación exhaustiva.

Si Lexi hubiera accedido a su petición sin vacilar, sus sospechas podrían haberse disipado.

Sin embargo, su reacción inicial sólo sirvió para aumentar sus dudas.

«¿Dónde estás ahora?» Brandon interrumpió bruscamente. «Me encargaré de que alguien te recoja».

Al oír el tono firme de Brandon, Lexi se dio cuenta de que no había margen para la negociación y se calló.

Tras una breve pausa, habló despacio: «Señor Larson, por favor, no se moleste. Cogeré un taxi hasta la villa y llegaré en media hora».

Brandon terminó la llamada en cuanto oyó su plan.

«¿Por qué no confías en Lexi?» preguntó Janet, con la voz teñida de frustración. «Puede que Lexi sea algo precipitada, pero tiene buen corazón. No es de las que se involucran en planes encubiertos. Nuestras sospechas deben de estar angustiándola mucho».

Brandon y Janet tenían claramente opiniones diferentes sobre el asunto.

Sin embargo, Brandon no quería discutir. Intentó tranquilizar a Janet diciéndole: «No te preocupes demasiado. La prioridad es descubrir la fuente del envenenamiento. En cuanto a Lexi y el resto del personal de la villa, una vez que lo solucionemos todo, pienso compensarles bien. Lo entenderán».

Frank añadió sus pensamientos. «Efectivamente, Janet, dadas tus circunstancias actuales, todo el mundo debería ser comprensivo. Por ejemplo, en mi hospital, si se nos pierde algo después de una operación, ponemos patas arriba el lugar hasta que lo encontramos.»

Brandon miró a Frank con curiosidad. «¿Tu hospital ha sufrido antes incidentes de este tipo? ¿Cómo es que nunca he oído hablar de ellos?».

Frank pareció inquietarse momentáneamente, pero rápidamente sacudió la cabeza en señal de negación.

«Sólo estaba bromeando. ¿Por qué tomárselo tan en serio? Mis habilidades profesionales están entre las mejores del mundo».

A pesar de los intentos de Frank por aclararlo, la sospecha seguía presente en los ojos de Brandon.

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