La novia más afortunada
Capítulo 1619

Capítulo 1619:

Janet no pudo evitar esbozar una sonrisa amarga ante el consuelo de Johanna. Su pecho estaba lleno de sentimientos contradictorios, y no sabía cómo conciliar cada uno de ellos. Una parte de ella se sentía obligada a estar agradecida, viéndolo como una prueba del amor de su madre, pero la otra no podía pasar por alto su ocultamiento.

Todos sus seres queridos decían mentiras piadosas para protegerla. Ya no era una niña y había enfrentado sus propias tormentas. Quizás se debía a viejos hábitos, o a que su amor había permanecido inalterado todos estos años, pero incluso ahora, sus padres elegían interponerse entre ella y el peligro. Le despejaban el camino incluso antes de que ella lo pidiera. Ante esto, Janet se sintió conmovida e impotente.

Luego, como si Johanna hubiera percibido los sentimientos de Janet desde el otro lado de la llamada, preguntó vacilante: «¿Sabes algo?».

«Mamá.» Janet suspiró. «Ya no soy una niña.»

Era raro que Janet usara una voz tan severa con ella. Johanna se sintió un poco nerviosa, pero mantuvo la voz firme. «¿Qué estás diciendo de repente? No importa la edad que tengas, siempre serás mi hija. Siempre estaré preocupada, especialmente después de que perdiste tus recuerdos».

«Pero lo sé todo,» la interrumpió Janet suavemente. Su voz adquirió un tono de decepción mientras continuaba: «Mamá, lo sé todo, así que puedes parar ahora. Ya no tienes que ocultármelo más».

Johanna quedó completamente desprevenida, pero logró mantener la compostura lo suficiente como para seguir fingiendo ignorancia. «No entiendo lo que estás diciendo. ¿Alguien te dijo algo? ¿O alguien habló mal de ti? Dímelo y te ayudaré a lidiar con eso».

Su sinceridad y actitud protectora hicieron que la nariz de Janet se moviera. Pensó un rato y luego decidió no mencionar a Audrey. Lo último que Janet quería era que Johanna se preocupara demasiado. «Ayer, cuando ordené algunos documentos, vi accidentalmente el informe del examen anterior. Tenía todo sobre mi condición física».

«¿Tú… realmente lo sabes todo?» Johanna dejó escapar un resoplido de disgusto y sus pensamientos se dirigieron inmediatamente a Brandon. «Ese Brandon. Es tan descuidado. ¿Por qué no guardó esos archivos correctamente?»

«No es culpa suya. Además, tarde o temprano lo habría descubierto de todos modos», dijo Janet con una sonrisa impotente.

Johanna escuchó su angustia por teléfono y sintió pena por ella. «Querida, no pienses demasiado en eso. Los tiempos son diferentes ahora. La tecnología médica está avanzada y las curas se desarrollan rápidamente. Este es un problema pequeño. Todo va a salir bien».

Como no quería preocupar a Johanna, Janet ajustó conscientemente su estado de ánimo. «Lo sé», dijo con una sonrisa. «Quiero recuperarme lo antes posible. Estoy emocionada de tener hijos, especialmente ahora que no tengo nada más que hacer».

Johanna asintió al otro lado de la línea. «Hablando de niños, una vez llevé a un médico para un plan de tratamiento. Sucedieron muchas cosas, así que el tratamiento se retrasó».

Los ojos de Janet se iluminaron y rápidamente preguntó: «¿Qué dijo el médico? ¿Cómo está mi cuerpo?».

Johanna sonrió. Finalmente había algo positivo de qué hablar. «No hay problema. El médico dijo que tu condición física no es mala. Siempre que sigas el plan de tratamiento, te garantiza una recuperación completa».

Janet exhaló un suspiro de alivio. «¿Qué tal la tasa de éxito de casos anteriores? Debe haber muchos pacientes que se recuperaron bien, ¿verdad?».

«Por supuesto», declaró Johanna con orgullo. «Si no estuviera segura de este médico, ni siquiera habría recurrido a él. Es un nombre destacado en su campo, tanto aquí como a nivel internacional. Es un experto de primer nivel».

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