La novia más afortunada
Capítulo 1618

Capítulo 1618:

Brandon se rió entre dientes. «No pienses demasiado, tonta. Tal como he dicho, bebé o no, mi amor por ti permanece sin cambios».

Janet parpadeó, sintiendo cómo sus ojos se nublaban, y acarició su pecho con los brazos alrededor de su cintura. «Quiero tener un símbolo de nuestro amor».

Brandon, que normalmente era severo y sin emociones, se derritió. Su mirada se suavizó con afecto. Y cuando habló, su voz era cálida y tranquilizadora como una brisa primaveral. «Veamos adónde nos lleva la vida. Pero debes saber esto: con o sin un hijo, tú eres mi mundo».

Cuando Janet lo miró a los ojos, sintió calidez en su corazón. Ella enterró su rostro en su abrazo y susurró: «El sentimiento es mutuo. No importa lo que nos depare el futuro o si podemos tener un hijo o no, siempre te amaré».

Al decir esas palabras, pudo sentir su corazón acelerarse, haciendo eco de cada palabra que decía. Claramente, su profesión de amor llegó hasta lo más profundo de su ser. Por un momento, sus corazones parecieron entrelazarse y el amor fluyó por sus venas. Fue un momento mágico, uno que deseaba poder congelar en el tiempo.

Janet se acercó a Brandon y escuchó los latidos de su corazón, que aumentaban con cada segundo. Con una nueva determinación, decidió que haría todo lo posible para tener un hijo al que pudieran llamar suyo. Con los avances médicos y su edad suficiente, debía haber una manera de lograrlo. Tal vez podría pedirle consejo a su madre.

Además, con la pérdida de memoria, no podía dedicarse a trabajar como antes. Entonces, ¿por qué no aprovechar este vacío en su vida para planificar el embarazo y sorprender a Brandon? La idea de su expresión de sorpresa al descubrir que estaba embarazada hizo que Janet sonriera y fortaleció su determinación.

Cuanto más pensaba en ello, más se daba cuenta de que ahora era el momento adecuado para quedar embarazada. Tal vez, solo tal vez, el proceso podría ayudarla a recuperar sus recuerdos perdidos.

Una vez que Brandon se fue a dedicarse a sus propios asuntos, ella llamó inmediatamente a Johanna. Al otro lado de la línea, Johanna estaba encantada de recibir la llamada de su hija. «¿Qué está pasando? ¿Por qué llamaste de repente? ¿Brandon hizo algo? ¡Dímelo y lo aclararé!»

«No, no es eso», la tranquilizó rápidamente Janet. «Y yo… necesito tu ayuda con algo…»

Sus palabras estaban llenas de vacilación. Aunque Johanna era su madre, Janet se sentía incómoda al hablar con ella debido a su amnesia. Abordar el tema del deseo de tener un hijo le parecía… extraño.

Como su hija rara vez le pedía ayuda, Johanna estaba dispuesta a echarle una mano. «Niña tonta, no seas tímida. Sea lo que sea, haré todo lo posible para ayudarte».

«Mamá, yo… yo…» Janet cerró los ojos como si reuniera valor y rápidamente dijo: «Quiero intentar tener un bebé, y pensé que podrías tener algún consejo para mí».

«¿Un bebé?» pronunció Johanna, sorprendida al recordar la infertilidad de su hija. «Oh… um…» No sabía que Janet era consciente de su propia condición y trató de evitar la dolorosa verdad. Después de una breve pausa, preguntó: «¿Por qué lo preguntas de repente?».

El rostro de Janet se sonrojó. Dudó al principio, pero finalmente admitió su razón. «Quiero… quiero tener un bebé con Brandon lo antes posible».

Johanna reflexionó un momento y respondió con tacto: «No debes apresurarte a tener un hijo. Simplemente deja que la naturaleza siga su curso. Tal vez suceda por sí solo cuando sea el momento adecuado».

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