La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso -
Capítulo 98
Capítulo 98:
Brea esperó durante un largo tiempo, pero Tyson no respondió su mensaje. Por su ausencia de respuesta, ella no pudo evitar preguntarse si Celia era su amante secreta.
Brea lo conocía desde hacía muchos años y jamás había visto una mujer a su alrededor.
De hecho, incluso consideró que él era más exigente que ella en conseguir una pareja. Después de todo, había muchas mujeres hermosas en el Grupo Semshy, pero ninguna atrajo la atención de Tyson. Además, muchas bellas estrellas femeninas de la industria del entretenimiento intentaron acercarse a él, pero ninguna tuvo éxito.
La apariencia de Celia y la de él compaginaban a la perfección, pero ella ya estaba casada. Por lo anterior, Brea consideraba que ella no aceptaría ser su amante.
Entonces, ¿Qué tipo de relación tenían ambos?
Brea reflexionó durante un rato, pero no pudo llegar a ninguna conclusión satisfactoria. Fue en ese momento cuando Tyson finalmente respondió: «Deja de chismear, solo concéntrate en tu trabajo».
Él no dio ninguna explicación directa, así que era obvio que quería desviar el tema.
Su actitud hizo que Brea se sintiera aún más confundida. Recordó entonces aquel momento del pasado cuando una mujer trató de acercarse a él en un intento de aparecer en los titulares, pero Tyson la despidió directamente y emitió un comunicado aclarando la situación.
Esta vez, sin embargo, él no explicó nada incluso al confrontarlo.
‘¡Ay, Dios mío! ¿Se ha enamorado el Señor Reyes de Celia sin ser correspondido?’, pensó Brea en esa terrible posibilidad.
Aunque a ella le asustaba esa idea, consideró también que podría ser cierta. Incluso con su sentido estético tan exigente, Brea todavía sentía que la belleza de Celia era capaz de enamorar un corazón a primera vista.
Aunque Celia siempre vestía con sencillez, su genuina y natural belleza era indudable.
Mientras Brea estaba perdida en sus propias conjeturas, recibió de repente otro mensaje de Tyson.
«No pienses demasiado las cosas. Solo creo que el talento de Celia es muy sobresaliente y ella sabe aprovechar por completo sus habilidades. Tú has estado en la industria del entretenimiento durante varios años, pero solo causaste sensación durante este festival de cine. ¡Y fue por el vestido que ella modificó para ti! Esa es una prueba suficiente de su enorme talento. En fin, lo que quiero decir es que deberías tener una mejor comunicación con Celia. Almorzar con ella todos los días la ayudará a conocerte más y a diseñarte mejor ropa, lo que sin duda te hará más popular. Definitivamente, te beneficiarás de ello».
Solo entonces, luego de leer su explicación, Brea entendió las buenas intenciones de Tyson. Así que le respondió en tono solemne: «Trabajaré duro para ser famosa lo antes posible y estar a la altura de tus expectativas».
No esperaba que el misterioso y frío presidente fuera tan considerado con sus empleados, y eso la conmovió profundamente.
«Es cierto, Cece y yo podemos lograr grandes cosas juntas en el futuro. ¡Iré a almorzar con ella ahora!».
Muy animada, Brea fue hasta el departamento de diseño a buscar a Celia. Pero le dijeron que ella había ido a la cantina, así que fue hasta allá a toda prisa.
Celia todavía estaba esperando que le sirvieran la comida cuando alguien le dio una palmada en la espalda. Se sobresaltó, pero respiró aliviada cuando vio que era Brea al voltearse.
«¡Hola, Brea! Me asustaste…».
«Cece, ¿Ya comiste?».
Celia estaba confundida por su repentina aparición, pero aun así negó con la cabeza.
«Perfecto, ven conmigo entonces», Brea la tomó de la mano y se la llevó.
“Vamos, almorcemos juntas en el comedor ejecutivo».
Su invitación hizo que Celia se sintiera halagada y avergonzada al mismo tiempo.
“Tengo una cita con Derek para el almuerzo y ya he ordenado la comida. ¡Estoy esperando a que se sirvan los platos!».
Derek, que había observado la escena en silencio, sonrió cortésmente y comentó: «No nos han servido los platos todavía, así que aún puedes cancelarlos. ¡Tenemos muchas oportunidades de almorzar juntos en el futuro! Cece, tú y la Señorita Duffy vayan a almorzar juntas ahora. No hay ningún problema de mi parte».
Celia no pudo evitar sentirse un poco avergonzada. Cuando Brea se dio cuenta, soltó una sonora carcajada.
“Derek, ¿Por qué no te unes a nosotras? ¡Yo invito!».
Derek, por supuesto, estaba obviamente sorprendido. Con un gesto de su mano, refutó: «¿Cómo puedo permitir que me invites a almorzar?».
Brea lo miró fijamente con los ojos entrecerrados: «¿Me estás rechazando?».
El hombre, ante su intensa mirada, no supo cómo reaccionar por unos segundos.
Brea aprovechó su silencio y le dio una palmadita en el hombro: «Bueno, está decidido entonces. ¡Comeremos los tres juntos!».
Celia notó que era muy difícil rechazar a Brea en ese momento, por lo que canceló lo que había ordenado y, junto a Derek, la siguieron hasta el comedor ejecutivo.
Kiley, que también estaba en la cantina, vio con claridad la escena que ocurría frente a sus ojos sorprendidos. Los celos que había intentado reprimir resurgieron en su corazón como un incendio destructor. Ella estaba tan enfadada que casi tira el plato al suelo.
Realmente no entendía por qué a todos los hombres les gustaba Celia, quien obviamente no era más que una Helena de Troya. Pero ahora quedó mucho más confundida al ver que Brea, quien siempre se había comportado con arrogancia hacia los demás, también trataba a Celia con tanta confianza y amabilidad. Kiley llevaba demasiados años trabajando en esa empresa y jamás había podido acceder al comedor ejecutivo.
Con el rencor oscureciendo su interior, ella sintió con mayor certeza que debía encontrar una forma de darle una lección a Celia muy pronto.
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