Capítulo 45:

Wayne no se iba a quedar de brazos cruzados tras escuchar cómo menospreciaban el diseño de su empresa. Él resopló con frialdad: «¿No crees que el problema en realidad es tu cuerpo y no el vestido? Tienes un carácter tan horrible que lo único que conseguirás será avergonzarte en la alfombra roja. Ni siquiera el vestido de alta costura más exclusivo se verá bien en una persona tan fea como tú».

Brea se puso tan furiosa que sus manos formaron un par de puños apretados. Con sus ojos ardiendo de ira, ella rugió: «¡¿Cómo te atreves a cuestionar mi belleza?!».

La chica podía tolerar que otros dijeran que no era popular, o que era relevante en la sociedad solo porque su familia tenía mucho dinero, pero una de las cosas que le resultaban insoportables era escuchar a otros decir que no era atractiva.

«¿Realmente crees que soy fea? Debe haber algo mal en tus ojos».

Al ver que Brea nuevamente estaba a punto de perder los estribos, su agente rápidamente se inclinó y le suplicó: «Por favor, sé una buena chica. Este no es el momento de montar una escena. Hay que enfocarnos en resolver el problema primero, ¿De acuerdo?», luego, él se volvió hacia la multitud y preguntó: «¿Alguno de ustedes puede ayudarnos a modificar este vestido para que Brea acuda a la alfombra roja de hoy? Por favor, necesitamos que nos hagan ese favor. Prometo que después del evento ella dará una generosa compensación».

A pesar de estas palabras, todos los presentes retrocedieron y nadie se ofreció.

En el mundo del espectáculo y la moda, se sabía que Brea era una persona muy exigente y difícil de complacer; a pesar de que eran conscientes de que el dinero no era un problema para ella, nadie aceptaría su propuesta tan fácilmente, ya que si no quedaba satisfecha con la modificación, su carrera como diseñadores estaría condenada al fracaso.

El Agente Foley Avila comenzó a ponerse nervioso cuando vio que nadie estaba dispuesto a ayudar; él lucía inquieto, como si alguien hubiera puesto hormigas dentro de sus pantalones.

A Celia ya se le había ocurrido una idea de cómo modificar el vestido. Como también se dio cuenta de que nadie iba a ofrecerse para ayudar, la chica dio un paso adelante y dijo: «Déjenme intentarlo».

Ella lo hizo porque Wayne la ayudó a confrontar a Davina la última vez que se encontraron; también le dio la oportunidad de tener la entrevista de trabajo. Y si eso no fuera suficiente, les compró a Tyson y a ella un almuerzo bastante costoso.

Desde entonces, ella estaba planeando encontrar una manera de devolverle el favor, pero parecía que ahora se había presentado el momento para que quedaran a mano.

Todos jadearon con asombro tras presenciar la intervención de Celia.

Fue hasta entonces que Wayne notó que la esposa de su amigo también estaba entre la multitud; él caminó rápidamente hacia la chica para detenerla.

“No te involucres en esto. Brea simplemente está buscando problemas. Sin importar quién diseñe su vestido, no creo que vaya a quedar satisfecha».

Brea lo escuchó hablar mal de ella justo en sus narices; esto la enfureció tanto que su rostro se sonrojó al instante.

“¿No puede tu sucia boca pronunciar un lenguaje decente?».

Con Celia tan cerca, Wayne se sintió demasiado avergonzado como para replicar. Sin embargo, sí se permitió fulminar a Brea con la mirada.

La actriz se volvió hacia Celia, y después de inspeccionarla de pies a cabeza, le preguntó con arrogancia: «¿También eres diseñadora del Grupo Evans?».

La chica negó con la cabeza y respondió honestamente: «Solo vine para una entrevista. Todavía no trabajo oficialmente para ellos».

«¿Y cuál es tu nombre?».

Celia vaciló por un momento. Ella no quería revelar su nombre real frente a Wayne, así que sonrió y dijo: «Señorita Duffy, llámeme Cece».

Brea asintió y continuó con su interrogatorio: «¿En dónde trabajaba antes? ¿Y qué clases de vestidos ha diseñado?».

Celia respondió con un tono neutral, que no era ni demasiado humilde ni excesivamente prepotente: «Trabajaba en Davina. Es una empresa relativamente pequeña y no tengo mucha experiencia laboral, pero creo que puedo intentarlo».

Las personas entre la multitud no dudaron en discutir lo declarado por la chica.

«El Grupo Evans está repleto de diseñadores con mucha experiencia, pero ninguno de ellos se atreve a trabajar para Brea. ¿Cómo se atreve esta diseñadora primeriza a ofrecerse para arrebatarles el protagonismo?».

«Ella primero debe ganarse el respeto de sus compañeros dentro de la empresa. Qué vergüenza. Se está sobreestimando a sí misma. Obviamente es menos capaz de lo que ella cree».

Celia no le dio nada de importancia a lo dicho por la actriz. Sin embargo, Wayne no pudo tolerarlo, así que gritó: «¡Cállense! Ella es la esposa de mi mejor amigo, ¡Así que más les vale que le muestren un poco de respeto!».

La multitud quedó atónita y todos guardaron silencio de mala gana.

Brea admiró el coraje con el que Celia se enfrentó a la dificultad que se le estaba presentando. Mirando a la chica con aprecio y respeto, ella le dijo: «Está bien, entonces puedes intentarlo».

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