La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso
Capítulo 209

Capítulo 209:

«Cece, ¿Escuchaste? Parece que alguien te está llamando», le dijo Wayne a Celia.

La chica también había escuchado el sonido; la voz parecía provenir del otro lado de la ventana. Confundida, Celia caminó hacia la dirección donde provino la voz y abrió la ventana. Para su sorpresa, ¡Quien la estaba llamando era Brea! Aunque esta última llevaba gafas de sol, Celia la conocía muy bien, así que pudo reconocerla con un simple vistazo.

La chica abrió la puerta a toda prisa e invitó a su amiga a pasar a la sala. Entonces, ella le preguntó con sorpresa: «Brea, ¿Por qué estás aquí? ¿Viniste a ver a alguien?».

La actriz alzó las manos y dijo: «Vine para tratar las heridas de mis manos. Recuerda que soy una celebridad, así que no puedo tener cicatrices. Aunque ya apliqué medicina sobre mis rasguños, pensé que sería mejor que los revise un médico. Una de mis amistades me recomendó este hospital. Me dijo que es un buen lugar para atenderse y que manejan todo con privacidad, así que decidí venir aquí. Hace un momento, cuando pasé por la sala, te vi por pura casualidad del otro lado de la ventana, por lo que vine a saludarte».

Brea se quitó las gafas de sol y miró alrededor de la sala solo para descubrir que allí dentro había dos hombres; uno que parecía ser Wayne y el otro que lucía como el Señor Reyes.

Una expresión de sorpresa cruzó por el rostro de la actriz. Justo cuando estaba a punto de consultarlo con Celia, Flavia la distrajo señalándola y preguntando: «Cece, ¿Esta es la chica que mencionaste hace un momento?».

Brea miró a la anciana con evidente confusión.

Celia, por su parte, asintió con entusiasmo y llevó a su amiga junto a la camilla para presentarle a la mujer.

«Sí, Flavia, es la chica de las fotos que te mostré. Ella es muy hermosa, ¿Verdad? Su nombre es Brea Duffy, una actriz que pertenece a la misma compañía en la que yo trabajo actualmente».

Los ojos de Flavia se iluminaron; ella estiró su mano temblorosa y sostuvo la de Brea con cuidado. Después de mirarla de arriba abajo, la anciana sonrió alegremente antes de expresar: «Bella dama, es un placer conocerla. ¡Permítame decirle que se ve mucho más hermosa en persona! ¿Cómo es posible que exista una chica tan bonita en este mundo?».

Brea siempre había confiado en su belleza, por lo que no se inmutaba ante los elogios que recibía, algo que sucedía prácticamente en su vida diaria. Sin embargo, cuando escuchó el sincero elogio de Flavia, la actriz se sonrojó y respondió con una sonrisa: «Gracias. Flavia, me halagan sus palabras».

«Es tan hermosa y educada que cuanto más la miro, más impresionada me deja. Ahora entiendo por qué Wayne está enamorado de usted», Flavia comenzó a reír alegremente tras pronunciar estas últimas palabras.

«¿Qué?», Brea frunció el ceño ligeramente. Creyendo que había escuchado mal, ella preguntó: «¿Quién está enamorado de mí?».

«¡Oh, vaya! ¿Entonces no lo sabe?», Flavia siguió riendo sola mientras añadía:

«Bueno, como no lo sabe, yo me encargaré de contárselo».

Confundida, Brea se volvió hacia Celia solo para descubrir que esta última tenía una amplia sonrisa plasmada en su rostro. La repentina noticia le dio mucha gracia a la actriz, así que quiso indagar más: «Está bien, Flavia, cuéntemelo todo».

Así, las tres siguieron charlando alegremente mientras los dos hombres en la esquina de la sala sufrían.

Tyson no esperaba que Brea apareciera de repente; aunque la mitad de su rostro estaba cubierto por una mascarilla, no se sentía seguro ante la idea de que la actriz lo reconociera al tenerlo tan cerca.

Todo el cuerpo del hombre se puso rígido en el momento en que entró Brea. Por suerte, pudo aprovechar el momento en que Celia y Brea estaban hablando con Flavia para sacar a Wayne de la sala.

«¿Qué te pasa?», Wayne, quien acababa de ser expulsado de la sala sin previo aviso, se quedó estupefacto.

Vigilando atentamente la situación en la sala, él le explicó a su amigo: «Debes distraer a Brea y evitar a toda costa que me reconozca. Ella sabe que soy el presidente del Grupo Semshy, y si lo revela en público, Cece también descubrirá mi verdadera identidad».

Era raro ver a Tyson tan nervioso y exaltado, así que Wayne le preguntó confundido: «¿Por qué tienes tanto miedo de que tu esposa descubra tu verdadera identidad? En cualquier caso, ella lo entendería. Cece es una buena persona y creo que podría guardar el secreto».

«Es más complicado de lo que piensas. Ella no puede enterarse hasta que yo decida revelárselo», declaró Tyson con seriedad.

Celia no podía saber la verdad hasta antes de que se concretara su plan; por ahora no sería prudente involucrarla, ya que todavía no derrotaba a la Familia Shaw. Ellos eran demasiado despiadados, y Tyson no tenía idea de qué clase de cosas horribles podrían hacerle a su amada. Él tenía que protegerla bien y nunca ponerla en peligro, pero la mejor manera era manteniéndola alejada de ese conflicto.

Después de detenerse a pensar por un momento, Tyson dijo: «En fin, no dejes que Brea me vea. Iré al estacionamiento y esperaré a Cece allí. Si te pregunta por qué me fui, inventa una buena excusa».

Una vez dicho esto, el hombre se marchó con determinación.

Wayne, por su parte, no podía entender el comportamiento de su amigo y todavía intentaba descifrar qué estaba pasando; mirando la figura de Tyson en retirada, él no pudo evitar sacudir la cabeza y suspirar con el corazón apesadumbrado.

Wayne murmuró para sí mismo: «¿Quién habría imaginado que el presidente del Grupo Semshy llevaba una vida tan difícil y complicada?».

En ese momento, Celia abrió la puerta y salió de la sala: «Wayne, ¿Qué haces tú solo aquí afuera?».

Antes de que él pudiera responder, la chica miró a su alrededor y preguntó confundida: «¿A dónde fue Tyson? Estaba aquí hace unos minutos. ¿Sabes a dónde se fue?».

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