La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso
Capítulo 181

Capítulo 181:

De repente, las fanáticas rodearon a Wayne y Dilan.

«¡Pídele disculpas a Brea de inmediato!».

«¡Sí, discúlpate con ella! De lo contrario, publicaremos tu foto y expondremos tus malas acciones».

Ante este grupo de personas irracionales, Wayne no sabía si reír o llorar. Él no era alguien fácil de tratar y no se disculparía así como así.

«Yo no calumnié a su ídolo. Solo acabo de decir la verdad por accidente. Entonces, ¿Por qué debería disculparme?», soltó Wayne con frialdad.

Semejante declaración, sumada a su apariencia de mujeriego, enfurecieron aún más a las fanáticas.

«¿Quién carajo eres tú? ¿Crees que eres alguien solo porque conduces un maldito deportivo? Deja de decir estupideces… ¡Brea es una estrella! ¿Qué pasa si tus palabras afectan su reputación?».

«¡Así es! La gente como tú no puede soportar ver a otros alcanzar el éxito».

«Brea proviene de una familia poderosa. ¿Estás celoso de que ella sea tan famosa?

Dime, ¿Tú qué haces? Además de andar por ahí pavoneándote con tu auto».

Las seguidoras de Brea criticaban a Wayne por su elección de palabras.

Sintiéndose un poco abrumado, este último no respondió de inmediato. No era que no supiera cómo replicarles, sino que estaba un poco sorprendido.

No podía creer que alguien como Brea tuviera fanáticas tan leales.

«¡Esto es asombroso!», se burló él. Luego, respondió sin piedad alguna.

“¿Cómo puede Brea tener fans como ustedes? Ni siquiera es demasiado famosa, así que no esperaba que sus seguidoras estuvieran tan locas.

No hay dudas de que la idolatran. Mírense, su comportamiento es horrible como el de ella».

Por supuesto, eso le añadió leña al fuego. Por lo tanto, algunas jovencitas malhumoradas lo empujaron con rabia.

«¿Cómo te atreves a decir eso? Puedes decirnos lo que quieras a nosotras, ¡Pero no puedes hablar mal de Brea en nuestra presencia!», gritó una, que estaba particularmente enfurecida. La chica estaba tan enojada que tenía la cara roja.

“Te lo advierto. Brea es la mujer que más admiro en el mundo. Si dices que no es buena persona, tendré que golpearte».

Ese impulso hizo que Wayne se diera cuenta de que esas fanáticas estaban realmente desquiciadas. Sería imposible razonar con ellas.

En vista de que Dilan también estaba involucrado en el problema y no podía escapar, le dijo a Wayne en voz baja: «Señor Evans, solo admita la derrota. Tiene un cliente con quien reunirse más tarde y no puede desperdiciar su tiempo y su energía en estas locas que solo piensan en su ídolo».

Si bien Wayne estaba de acuerdo, jamás se disculparía.

Entonces, abriéndose paso entre la gente, dijo: «Me voy a trabajar. No quiero seguir perdiendo el tiempo con ustedes».

Dicho eso, se dio media vuelta para marcharse, pero antes de que pudiera dar unos pasos hacia adelante, las fanáticas lo agarraron por la camisa, impidiendo que se fuera.

«¿Pretendes huir después de hablar mal de Brea? ¡Ni lo sueñes! Si no te disculpas, ¡No te vas!».

En ese instante, Wayne sentía ganas de llorar por la impotencia.

Brea era su maldición. ¿Quién hubiera pensado que sus palabras casualmente serían escuchadas por una de sus fanáticas locas?

«¡Discúlpate!».

“¡Discúlpate!».

Todas gritaban al unísono, atrayendo la atención de la gente a su alrededor.

Al verse rodeado de nuevo, con las fanáticas obligándolo a disculparse, Wayne se sintió muy avergonzado.

Sin embargo, insistió: «Yo no hice nada malo. No me disculparé».

En toda su vida, él jamás se había disculpado con nadie excepto con Tyson. Por ende, nunca lo haría con Brea, a quien consideraba su maldición.

Siendo ese el caso, la multitud no los dejaría ir.

Se encontraban en un punto muerto, cuando Brea, la causa del conflicto, salió del vestíbulo del hotel rodeada de varios guardaespaldas y asistentes.

Apenas se dieron cuenta, las chicas inmediatamente corrieron a su encuentro. Estaban más emocionadas que alguien que hubiera ganado el mundial de fútbol o algo así.

«¡Brea, te amo!».

«Brea, eres la mujer más hermosa del mundo. ¡Eres una diosa!».

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