La Novia Fugitiva y el Magnate Misterioso
Capítulo 136

Capítulo 136:

Cuanto más sabía Tyson acerca de Celia, más angustiado se sentía por ella.

Ahora lo que más desearía hacer era vengarla, hacerse cargo del Grupo Kane y hacer que Adrien pagara; él definitivamente no quería que nadie volviera a intimidar a su amada esposa.

De pronto le preguntó a Briar: «¿Tienes una foto de ese anillo de zafiro? ¿Sabes a quién se lo vendió Adrien?».

Lo primero que deseaba era recuperar el anillo de la madre de Celia para asegurarse de que ella no se sintiera mal, pues sabía que ella lo quería.

Ante eso, el otro respondió con vacilación: «Todavía no he encontrado ninguna información relevante al respecto y los criados de la residencia de los Kane tampoco saben dónde está».

«Sigue investigando».

Con un asentimiento, Briar solo dijo: «Sí».

Por su parte, Celia dejó de enviarle mensajes a Tyson solo para que este no se distrajera de su trabajo. Después de haber revisado todas las publicaciones en el blog de la empresa, descubrió que la gente ya no hablaba mal de ella, y tuvo una sensación de alivio.

Ella estaba a punto de continuar modificando su diseño, pero no bien dejó el celular, escuchó una notificación de mensaje.

Al echarle un vistazo a la pantalla, vio que era un mensaje de Kiley.

«Cece, siento que debería disculparme contigo de nuevo. Ahora me doy cuenta de mi error y sé que no debí avergonzarte el otro día y causarte tantos problemas. Lo siento. Espero que me perdones. Te invitaré a cenar una vez que salga del hospital».

Esa chica estaba siendo tan extrañamente amable que Celia no pudo evitar dudar.

¿Acaso esa era la misma Kiley que había sido hostil con ella antes? ¿Cómo podía cambiar su actitud hacia ella tan rápido?

¿Le habría pasado algo?

Pese a sentirse así, ella no era el tipo de persona que sería mala con cualquiera que intentara ser amable.

Además, ellas eran colegas después de todo. Teniendo eso en cuenta, le respondió con un mensaje amistoso.

«No tienes que invitarme a cenar solo por esto. Siempre y cuando el malentendido esté aclarado, todo estará bien. Espero que nos llevemos bien y trabajemos juntas en adelante. No peleemos por cosas triviales».

«Sabía que lo entenderías. Yo espero que seamos buenas amigas», respondió la otra.

Al leerla, Celia sintió que Kiley solo estaba fingiendo, pero decidió no señalarlo.

“Descansa bien y trata de venir a trabajar pronto. Yo voy a volver a mis tareas por ahora. Hablaremos luego. ¡Adiós!».

Ella decidió terminar abruptamente la conversación ya que no estaba de humor para perder el tiempo con esa chica.

A fin de cuentas, independientemente de cuántas veces se disculpara con ella, Celia no se atrevía a confiar en ella. Su experiencia le decía que Kiley no era una buena persona ni alguien fácil de tratar.

Afortunadamente esta no pareció persistente en seguir chateando con ella, de modo que se preparó una taza de café y regresó a su escritorio.

El tiempo pasó rápidamente, y ya era casi de noche cuando Celia recordó que Tyson la estaría esperando en casa, por lo que aceleró el ritmo de trabajo.

Dado que había pedido una permiso el día anterior, ella quería terminar, pero no le gustaba que su esposo esperara mucho. Después de tomar un sorbo de café, estaba a punto de reanudar el trabajo cuando Derek se le acercó.

«Cece, el departamento de diseño va a tener una cena la próxima semana. ¿Podrás asistir? Ya que eres nueva en la empresa, esa sería una gran oportunidad para que conozcas a todos. Espero que vayas».

Pese a quedar un poco sorprendida por la repentina invitación, Celia asintió, «Allí estaré».

Lo cierto era que no le gustaban esos eventos, pero aun así quería asistir con la esperanza de que eso la ayudara a mejorar su relación con sus colegas. Además, ¡Eso significaría una comida gratis!

Al escuchar eso, Derek sonrió.

“¡Muy bien! La cena está programada para después del trabajo el próximo martes en el Hotel Terry. ¿Está bien?».

«Yo…», balbuceó ella dubitativa no bien escuchó el nombre del hotel.

Y es que recordó que ese lugar era propiedad de la familia de Alick.

De todos los buenos hoteles de la ciudad, ¿Por qué tenía que ser ese?

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