La mejor venganza -
Capítulo 741
Capítulo 741:
«Llevaos a Julie y a nuestro hijo por el pasadizo secreto y esperad a que os recupere. Si no regreso, no volváis por aquí. Mantente lo más lejos posible!».
A Julie se le llenaron los ojos de lágrimas mientras agarraba con fuerza la mano de Liam. Suplicó: «¡Liam, tienes que volver conmigo sano y salvo!».
Liam respondió tranquilizándola: «No te preocupes, querida. Cuida de nuestro hijo y garantiza tu seguridad».
Con estas palabras, Liam lanzó una mirada afectuosa más a Julie y a su hijo antes de salir del piso franco.
Le había transmitido esos sentimientos a Julie porque, desde que comenzó el ataque, le había invadido una sensación de inquietud. Esta inquietud no surgió de la fuerza de Rohan, sino más bien de la confianza inquebrantable de Rohan.
A pesar de estar claramente en desventaja y de la formidable fuerza de la familia Hoffman, Rohan se había atrevido a regresar.
Liam no podía evitar la sensación de que Rohan guardaba algunas cartas ocultas en la manga.
Julie también sintió un malestar. Pero por el bien de su hijo, siguió las instrucciones del equipo médico. Comprendió que quedarse atrás sólo supondría una carga adicional para Liam.
En el campo de batalla, Liam descendió entre el enemigo como la encarnación de la muerte.
Sin más limitaciones, por fin podía dar rienda suelta a toda su destreza letal.
Su objetivo principal era Rennes, un famoso villano responsable de numerosas atrocidades que de alguna manera había sobrevivido hasta nuestros días.
Liam recortó rápidamente la distancia que le separaba de Rennes. Con un extraordinario estallido de poder en la parte inferior de sus piernas, se materializó frente a Rennes en un abrir y cerrar de ojos y le asestó un puñetazo acompañado de un viento aullante.
La abrumadora presión del aire abrumó a Rennes, cuyo rostro se volvió ceniciento.
Pero no tuvo tiempo de reaccionar.
¡Bum!
La cabeza de Rennes, que tenía una expresión de asombro, fue separada de su cuerpo.
De un solo puñetazo, el cuello de Rennes quedó destrozado y la sangre salpicó en todas direcciones.
Rennes estaba muerto.
Una muerte tan espantosa dejó a los enemigos de alrededor temblando, tragando saliva involuntariamente y paralizados momentáneamente por el miedo.
Liam no les permitió recuperar el aliento. Se movió rápidamente a través del campo de batalla, dejando un rastro de carnicería a su paso, y reforzando la moral de la familia Hoffman, que comenzó a cambiar el rumbo de la batalla.
Sin embargo, las acciones de Liam atrajeron inevitablemente la atención de Rohan. Extrañamente, Rohan no pareció perturbado.
Por el contrario, al momento siguiente, interceptó a Liam en el aire y se enfrentó a él en un choque feroz.
¡Bang!
Rohan cayó al suelo sin contemplaciones, retrocedió varias docenas de pasos y estuvo a punto de perder el equilibrio.
Extrañamente, Rohan no mostró miedo, sino que una sonrisa malvada cruzó su rostro mientras declaraba: «Reconozco que eres formidable, ¡pero hoy, tú, tu mujer y tu hijo encontraréis vuestro fin!».
Liam, hirviendo de rabia y de un profundo deseo de venganza, no perdió el tiempo y lanzó un ataque directo y con todas sus fuerzas contra Rohan en respuesta a sus provocadoras palabras.
Rohan se mantuvo notablemente sereno durante la situación.
Después de esquivar hábilmente el ataque inicial de Liam, Rohan se inclinó respetuosamente y exclamó: «Señor, no puedo con este hombre. Por favor, venga en mi ayuda».
Mientras Rohan hablaba, un destello brillante de luz dorada apareció ante Liam.
¡Pum!
Liam experimentó una fuerza abrumadora que hizo temblar sus órganos internos, desequilibrándolo y enviándolo hacia atrás.
La velocidad era asombrosa.
Al oír la súplica de Rohan, Liam se puso alerta, dándose cuenta de que Rohan tenía ayuda. Sin embargo, no podía discernir cuándo o dónde había atacado el aliado de Rohan.
Al haberse fortalecido con drogas, incluso cuando se enfrentaba a un maestro de primera clase como Rohan, Liam podía anticiparse sin esfuerzo a todos sus movimientos.
En ese momento, Liam se quedó completamente atónito. Se dio cuenta de que la persona que le atacaba poseía una fuerza mucho mayor de la que Liam podría reunir en su mejor momento.
Una profunda sensación de peligro inminente le consumió.
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