La mejor venganza
Capítulo 592

Capítulo 592:

Habían pasado tres días y tres noches desde la operación de Julie.

Liam no la dejó sola en el hospital ni un segundo. Veló junto a ella, con lágrimas en los ojos todo el tiempo. Estaba tan cansado que tenía ojeras.

No fue hasta la cuarta mañana que Julie finalmente despertó. Abrió lentamente los ojos hasta que vio a un Liam demacrado.

Lo miró fijamente y preguntó con labios temblorosos: «Liam, nuestro bebé. ¿Está a salvo?».

Liam abrió la boca para contestarle, pero no le salió nada. Finalmente, se limitó a sacudir la cabeza con gesto hosco.

Julie sintió que se quedaba sin aliento. Todo su cuerpo temblaba mientras soltaba gritos desgarradores.

Cuando la falsa enfermera le clavó un cuchillo en el vientre, ella esperaba algo así. Pero enfrentarse a la realidad fue mucho más doloroso de lo que había previsto.

Cuando Julie todavía estaba en coma, Liam pensó en cómo le diría a Julie lo de la pérdida del bebé. Sabía que ella estaría devastada y quería decir las palabras adecuadas.

Pero en ese momento, se sentía insensible. Todo lo que podía ofrecer era su presencia.

Abrazó a Julie con fuerza, haciéndole saber que estaba allí.

El sonido de sus gritos desgarró su corazón como mil dagas. Iba a eliminar a la familia Norris de la forma más dolorosa.

Iban a pagar por esto.

Él se aseguraría de ello.

Todo en lo que podía pensar en ese momento, era en el niño que había perdido. El niño que nunca llegó a ver la luz del día. Se hizo un ovillo en un rincón de la cama, las lágrimas corrían por su rostro mientras murmuraba repetidamente: «Mi bebé, mi bebé..».

Liam respiró hondo para controlar sus emociones e intentó consolar a Julie. «Tienes que descansar. El bebé no se alegrará de ver a su madre con tanto dolor».

Al no obtener ninguna reacción de ella, se puso de pie y juró: «Te prometo que me vengaré de ellos por esto. Sólo necesito que te cuides mucho. Cuando salgas del hospital, nos casaremos y tendremos otro hijo. Pero primero, tengo que vengarme. Cualquiera que te haya hecho daño lo pagará caro. Cuando todo acabe, celebraré la boda más grande contigo».

Estas palabras no consolaron a Julie de ninguna manera. Sus ojos permanecían vidriosos, como si no estuviera en este mundo.

Parecía que junto con su bebé, su corazón había muerto.

Para Liam, esa visión era demasiado dolorosa. Salió del hospital y se dirigió directamente al aeropuerto.

Regresaba a Invone.

El avión aterrizó en el aeropuerto de Invone por la tarde.

Cuando Liam salió del aeropuerto, no fue directamente a la casa de la familia Norris para vengarse.

Estaba furioso, sí, pero todavía tenía todos sus sentidos con él.

Comparada con Invone, Salem era una ciudad bastante sencilla. No podía irrumpir y actuar sin pensar como lo haría en Salem. Además, después de tantos años fuera de Invone, no sabía exactamente cómo funcionaban las cosas aquí. Tenía que estudiar la zona para que sus acciones no le pusieran en desventaja.

Así que, en lugar de ir a la casa de los Norris, se dirigió directamente a la casa de la familia Hoffman.

Habían pasado muchos años desde que dejó este lugar. Sus recuerdos del lugar eran un poco vagos.

Para su sorpresa, cuando entró en el recinto, todo parecía estar igual que en sus recuerdos.

Hace unos días, la familia Hoffman había sido atacada por fuerzas externas, pero uno nunca vería eso mirando la casa ahora.

Todo estaba en su sitio.

Aunque la decoración seguía allí, las caras que veía no eran las mismas que conocía. Ahora que Liam tenía una identidad especial, no podía entrar y ver a Sergio directamente. Primero le llevaron a ver a Theo.

Desde la última vez que se separaron en Salem, Theo volvió a casa de la familia Hoffman para ocuparse de las secuelas de los atentados y no tuvo tiempo de regresar a Salem.

Theo se alegró mucho de ver a Liam. Después de intercambiar afectuosos saludos, Theo llevó a Liam directamente a conocer al actual jefe de la familia Hoffman, Sergio Hoffman.

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