La mejor venganza -
Capítulo 323
Capítulo 323:
De repente, una oleada de compasión inundó a Liam. Sin perder un momento, se apresuró a tranquilizarla: «¿Estás insatisfecha con el resultado? No importa. Siempre podemos arreglarlo».
Julie negó con la cabeza y una sonrisa se dibujó en sus labios mientras se enjugaba los ojos llorosos. Su voz temblaba de emoción cuando exclamó: «No, estoy más que satisfecha. Estas lágrimas son lágrimas de alegría».
Julie siempre había sido impresionantemente hermosa, pero en ese momento, con los ojos rebosantes de lágrimas, podía conseguir la compasión de cualquier hombre.
Al contemplar su rostro lastimero, Liam no pudo resistir el impulso de presionar sus labios contra los de ella.
Sus lenguas se entrelazaron apasionadamente, sin separarse hasta que ambos jadearon en busca de aire.
En ese momento, las mejillas de Julie se sonrojaron. Una pizca de saliva brilló en la comisura de sus labios. Miró a Liam como si hilos invisibles se entrelazaran entre sus ojos, uniéndolos con fuerza.
Para Liam, el aire estaba cargado de expectación. Era como si una simple chispa pudiera encender un fuego intenso que lo consumiera todo.
Julie, que estaba en sus brazos, emanaba un encanto irresistible.
Una oleada de deseo sexual los recorrió y su inquietud creció de manera incontrolable.
Una voz resonó en la mente de Liam. Era un susurro persistente que le decía que mantuviera relaciones sexuales con la mujer que tenía delante.
Su mano tembló ligeramente mientras acariciaba el rostro impecable de Julie. Descendió gradualmente a lo largo de su esbelto cuello.
«Hmm…» Julie cerró los ojos, saboreando sus movimientos con placer.
Sus suaves gemidos hicieron que Liam sintiera escalofríos y que sus sentidos se agudizaran.
En un repentino momento de lucidez, Liam volvió a la realidad y luchó por reprimir el ardiente deseo que sentía en su interior.
La mujer que tenía delante acababa de recuperarse y temía causarle algún daño.
«Voy a salir un momento. Voy a descansar un poco», se apresuró a anunciar Liam mientras se ponía en pie.
Sin embargo, antes de que pudiera darse la vuelta, la mano de ella se alargó y volvió a agarrar la suya.
Liam sintió la calidez y la ternura en la palma de su mano, como si pudiera derretirlo.
Sus nervios bailaban entre la pasión encendida y el anhelo contenido.
«¿Qué… qué ocurre?». Liam respiraba entrecortadamente. Sus palabras salían a trompicones y estaba demasiado asustado para enfrentarse a ella.
«Duerme conmigo, por favor». La voz de Julie era frágil, pero golpeó a Liam como un trueno, dejándole atónito.
Todo el cuerpo de Liam se puso rígido. Se había acostumbrado a las sangrientas batallas en el campo de batalla, pero ahora se sentía algo perdido.
Dudó. «¿No es demasiado pronto para dormir? Todavía es de día».
Julie estalló en una risita y se burló: «¡Oh, tonto! Date la vuelta y mírame bien. ¿Dónde está ese porte de directora ejecutiva asertiva que solías tener? No importa si todavía es de día. Mientras seamos felices, es lo único que cuenta».
Al oír esto, los bordes de los ojos de Liam se enrojecieron y su respiración se hizo más rápida y errática.
Su cuerpo se encendió con una intensa oleada de deseo sexual.
Liam se volvió hacia la cautivadora mujer que tenía delante.
Su exquisito rostro se asemejaba al más jugoso melocotón de primavera, lo que le hizo tragar saliva involuntariamente y desear tener relaciones sexuales con ella.
Intentó reprimir sus impulsos para no emplear demasiada fuerza bajo la pasión desbordante. Entonces la levantó suavemente y la colocó en la cama blanca inmaculada.
Mientras Julie yacía en la cama, su piel blanca brillaba bajo la mirada de Liam. Su pecho subía y bajaba con cada respiración rápida.
En particular, su hermoso escote despertó en Liam una abrumadora mezcla de amor y deseo.
Ya no podía reprimir el impulso que lo consumía por completo.
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