La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 703

Capítulo 703:

Los delicados rasgos de Elma estaban marcados por la vulnerabilidad, y semejante visión atravesó el corazón de Kallie.

Kallie tenía sentimientos encontrados. Era la hija de su ex marido y otra mujer. Lógicamente, no debía involucrarse. No era su problema. Pero algo la retenía, una extraña reticencia a alejarse. Sabía que si retiraba la mano ahora, Elma se sentiría devastada y posiblemente lloraría. Y el llanto podría agravar las heridas de Elma.

De repente, una imagen vívida acudió a la mente de Kallie: su propia hija, Sophie, frágil y vulnerable durante una enfermedad infantil. La imagen de una niña sufriendo era sencillamente insoportable. El corazón de Kallie se compadeció de Elma y sus instintos maternales se pusieron en marcha.

Casi sin darse cuenta, Kallie se sintió atraída hacia la cama de Elma y su mente empezó a inventar justificaciones para su gesto. La dulce carita de Elma se iluminó con una sonrisa mientras sujetaba con fuerza la mano de Kallie, temerosa de que aquel calor desapareciera.

La voz de Elma era un suave murmullo, apenas por encima de un susurro, pero sus palabras eran lo bastante claras. «Mamá, ¿puedes ser un poco más amable conmigo? ¿Podemos ir a casa? No me gusta estar aquí. A papá tampoco».

Sintiendo que Elma deliraba, Kallie alargó la mano para palpar la frente de Elma. «¡Dios mío!», exclamó, retirando la mano rápidamente. Elma estaba ardiendo.

Kallie llamó inmediatamente a la enfermera.

«Quizá debería informar al señor Morgan», sugirió la enfermera. Los ojos de Kallie se endurecieron. «No es necesario», dijo secamente. «Probablemente esté ocupado con… otros asuntos. Soy amiga de la familia. Me quedaré con ella».

Los pensamientos de Kallie se desviaron hacia Calvin. «En realidad, ¿es posible trasladar a otro niño a esta sala?». Sería mucho más fácil vigilar a los dos niños si estuvieran en la misma habitación. Este era el hospital privado de la familia Morgan, así que mover algunos hilos no sería un problema.

Y para colmo, Clayton había dicho explícitamente al personal que se desviviera por Kallie antes de marcharse.

Kallie se limitó a pedir el traslado de la sala infantil, lo cual no era una petición excesiva.

Una mirada a Elma y Calvin estaba totalmente de acuerdo con el plan de Kallie. Incluso dijo: «Mamá, ya me encuentro mucho mejor. Apenas me duele el corte. Deberías centrarte en Elma».

Su dulce preocupación sólo hizo que Kallie se sintiera peor. «Cariño, no puedo dejarte aquí sola».

Calvin negó con la cabeza, su mirada se detuvo en Elma con un toque de simpatía. «Pobre Elma. Tengo una hermana y una madre, pero ella…» Su voz se entrecortó.

Un escalofrío recorrió la espalda de Calvin al recordar el violento arrebato de Cara contra Elma.

Aunque Elma estaba aterrorizada, había protegido valientemente a Calvin de la ira de Cara.

La tristeza en los ojos de Elma revelaba que no se trataba de algo aislado. Era un indicio desgarrador de que Elma había soportado Dios sabe cuántos abusos.

Calvin siempre había creído que las madres, tomando a Kallie como ejemplo, eran las personas más amables y maravillosas del mundo. Ser testigo de la crueldad de Cara había echado por tierra esa creencia.

Kallie cogió la mano pequeña y ligeramente fría de Calvin entre las suyas, sintiendo que estaba reviviendo aquellos horribles recuerdos. Le plantó un suave beso en la frente. «No te preocupes, cariño. Duerme ahora. Estoy aquí y os mantendré a salvo a los dos».

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