La exesposa muda del multimillonario
Capítulo 267

Capítulo 267:

Courtney volvió a mirar a Stan, con los ojos muy abiertos por la sorpresa. «Sr. Reeves, ¿no deberíamos proceder mañana? Apresurarse podría exponerle».

Tratando de contener su creciente ira, algo raro en él, Stan fulminó a Courtney con la mirada y le espetó: «¡Haz lo que te digo! ¿Cómo te atreves a cuestionar mis órdenes? Y recuerda que sé lo que hiciste el otro día».

La mirada amenazadora de Stan se intensificó cuando terminó de hablar.

Un escalofrío recorrió la espalda de Courtney. Se dio cuenta de que Stan debía haber descubierto que ella no había matado a Kallie.

Courtney comprendió que su continua utilidad era la única razón por la que Stan aún no se había deshecho de ella.

A pesar de ello, una parte de Courtney se aferraba a una pizca de esperanza, o tal vez, a un deseo de su parte. Tal vez, sólo tal vez, Stan podría tener una debilidad por ella después de los años que había pasado a su lado.

Con estos pensamientos arremolinándose en su cabeza, Courtney se dio la vuelta y se alejó. Detrás de ella, la mirada de Stan la seguía, cargada de intenciones letales.

Justo entonces, Jake indicó a Edgar que arrancara el coche y, de la nada, apareció Sarah.

Cuando Sarah vio el coche de Jake, se apresuró y llamó a la ventanilla.

«Jake». Con los ojos llenos de preocupación, preguntó: «¿Estás seguro de que no quieres quedarte en el hospital por tu madre? Mi instinto me dice que Dean y… Bueno, ese hombre misterioso. Supongo que están tramando algo. Podrían tener como objetivo a tu madre. Es más seguro que te quedes para vigilarlos».

Jake reprimió la repulsión que se arremolinaba en su interior y esbozó una débil sonrisa. «Sean cuales sean sus planes, necesito descansar».

El rostro de Sarah se desencajó ante sus palabras, y su voz se tiñó de decepción. «Pero Jake…»

Antes de que Sarah pudiera terminar, Jake le indicó a Edgar que se marchara.

Mientras el coche se alejaba, Sarah dio un pisotón de frustración.

Originalmente, el trato era entre Stan y la familia Miller, con la condición de que Stan ayudara a Sarah a ganarse el afecto de Jake.

Sarah había aprovechado la oportunidad.

Más tarde, su relación con Jake se había estrechado, aunque fue porque Jake decidió seguirle el juego con sus dotes de actor más convincente, un acto de conveniencia.

Con el paso del tiempo, Sarah descubrió tardíamente las verdaderas intenciones de Stan y sus partidarios. Perseguían el puesto de Jake y su vida.

Al darse cuenta de su grave error, Sarah comprendió amargamente que aunque le confesara toda la historia a Jake, subrayando que no pretendía hacerle daño y que su sentimiento de inseguridad le nublaba la mente, Jake seguramente rompería con ella. La traición era lo que Jake más despreciaba.

Además, Sarah era muy consciente de las capacidades de Jake. Jake no la dejaría escapar si descubría sus fechorías.

Aunque descorazonada por la inevitable ruptura con Jake y sus represalias, Sarah estaba encantada de que Dean asegurara a sus padres que la familia Miller sería recompensada si esta vez tenían éxito.

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