La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 88
Capítulo 88:
“Luego, contrata a un bloguero para que difunda esta noticia por intemet. Que se destaquen las habilidades de Shanty y del Doctor Scott, Esta atención sobre ellos ayudará mucho al nuevo centro cardíaco y pulmonar para cuando abra”.
“Listo, Señor”, asintió James.
“Trabajaré en ello inmediatamente. Y, en cuanto al nuevo centro médico, los documentos están sobre su mesa”.
“Mmmm. Muy bien”, contestó Evan y luego se despidió de su asistente.
Se acercó a su escritorio y vio los documentos.
“Centro de Corazón y Pulmón de Saint Dominique”, leyó.
Evan sonrió, pensando en el nuevo futuro de Shantelle. Evan compró el cincuenta por ciento de las acciones del hospital, convenció a la junta directiva para convertirlo en un centro de corazón y pulmón, y recomendó la contratación de Shantelle y William Scott.
El centro aceptó con gusto su oferta, ya que el mismo hospital había tenido problemas en los últimos años, tras la marcha del Doctor Scott. El Hospital Saint
Dominique era una institución médica normal, que aceptaba todo tipo de pacientes. Sin embargo, en el futuro solo se centraría en el tratamiento del corazón y los pulmones. El centro aún estaba siendo remodelado, pero su reapertura estaba prevista para dentro de un mes.
Evan firmó los documentos que tenía delante y luego se dirigió a su primera reunión del día.
“Lo están esperando en su primera reunión del día. Son el Señor Jason Turner y su hija, Jessica. También habían solicitado la presencia de su padre, pero sé que no era prudente, así que sugerí un video llamado en su lugar. Su padre debería estar en línea con ellos ahora mismo”, le avisó James a Evan al salir de la oficina.
Evan frunció el ceño. Se preguntó por qué los Turner querían hablar con su padre. Los Turner eran socios en la nueva inmobiliaria de Evan, pero aunque su colaboración había empezado hace solo cinco años, Jason Turner había sido compañero de clase de su padre en los viejos tiempos.
Eran viejos conocidos, pero no cercanos. James y Evan se dirigieron a la planta inferior y entraron en la sala de conferencias principal. Evan vio a su padre en el monitor panorámico, en el centro de la sala.
“Buenos días, padre”, saludó.
“Buenos días, hijo”, le respondió Erick.
“Jason y yo estábamos hablando de los viejos tiempos”.
Evan asintió y estudió la larga mesa. A un lado, estaban Jason Turner y su hija, Jessica. Tomando en cuenta su regla número uno, decidió sentarse en el lado opuesto de la mesa de Jessica.
“¿Puedo saber qué le trae por aquí, Señor Turner? James acaba de ponerme al día sobre el nuevo condominio. Parece que no hay ningún problema”, preguntó.
“Ay, Evan. No vine aquí por negocios”, dijo Jason Turner.
Sonrió a Evan y luego a Erick, que permanecía en línea con ellos. Después, sonrió a su hija, Jessica. Jessica Turner era ingeniera y trabajaba como directora del proyecto del nuevo condominio que se estaba construyendo.
Era muy eficaz en su trabajo y contribuyó a la perfecta construcción de la nueva estructura. Tenía el cabello largo y negro, ojos marrones, rasgos esbeltos y era joven. Después de que su padre la mirara, Jessica se giró hacia Evan con una sonrisa cordial.
“Para que sepas, esto no ha sido idea mía, Señor Thompson”, le dijo.
“¿De qué se trata? Tengo otras cosas que hacer”, dijo Evan secamente.
Si no se trataba de negocios, no era importante para él.
“Queremos reforzar nuestra alianza contigo, Evan, Erick, y sé que Evan es un hombre soltero. Así que quería proponer una alianza matrimonial entre Evan y mi joven hija, Jessica”.
Jason Turner tenía una amplia sonrisa en la cara. Describió las cualidades.
“Mi hija aún tiene veintiocho años, es una mujer relativamente exitosa, está en forma y es muy inteligente. Muchos hombres desean salir con ella, pero no veo potencial en ellos. Creo que Evan es el más adecuado para ser mi yermo”.
Los ojos de James, quien estaba junto a Evan, se abrieron de par en par.
En el monitor, el rostro de Erick palideció. Por otro lado, Evan entrecerró los ojos y cerró la mano en un puño.
“Todo el respeto que tenía por su hija ahora ya no lo tengo”, dijo.
“¡No sé de dónde ha sacado la noticia, pero yo estoy casado!”, respondió Evan.
“Vuelve a hablar sobre esta propuesta y no dudaré en poner fin a nuestra colaboración, por mucho que salga perdiendo”.
“Pero Evan, tú no estás casado”, señaló Jason.
“Te iría bien con mi hija. Es joven y tiene talento”.
“¡Estoy casado’!”, repitió Evan.
“¿Quién dijo que no lo estaba?”.
Mostró su anillo de matrimonio.
“Estoy casado, y también tengo un hijo”.
Miró fijamente a Jessica.
“¡Tenga un poco de dignidad, Señorita Turner!”.
Evan se levantó.
“¡Esta reunión está terminada!”, declaró.
“James, asegúrate de que mis citas estén relacionadas con los negocios de ahora en adelante. Si son no relacionadas con los negocios, ¡Haz que paguen cien mil dólares por hora por mi tiempo!”, ordenó a su asistente.
“SI, Señor. Disculpe, Señor Thompson. No volverá a ocurrir”, reconoció James.
Miró con mala cara a los Turner, pues se había metido en el lio que acababan de montar. James suspiró, pensando que su jefe estaría de mal humor el resto del día.
Unas horas más tarde, Jason Turner cenaba con su hija en un restaurante privado.
“Pregunté por ahí y descubrí que Evan sigue enamorado de su exesposa. En realidad no está casado”, dijo.
“Escuché que su exesposa era una mujer celosa. Algunos trabajadores veteranos de Evan dijeron que la exesposa de Evan lo vigilaba constantemente, iba hasta su oficina a almorzar y le llevaba comida. Luego, hablé con un empresario que me dijo que su trato con Evan se había ido a la quiebra porque su exesposa apareció de repente durante su almuerzo de trabajo, pensando que Evan la estaba engañando”, agregó Jason.
“¡Ay, qué mujer tan insegura!”, comentó Jessica.
“¡Yo nunca sería así!”.
“Entonces, será muy fácil”, dijo Jason.
“Lo único que debemos hacer es que esta mujer dude nuevamente de Evan”.
Jessica sonrió.
“Entonces, hagámoslo. ¿Quién es esa exesposa suya?”, djo.
“Mis clientes fueron humillados. Su hospital difundió intencionalmente una Carta por correo electrónico en la que se sugería que la Doctora Shant y el Doctor Scott fueron despedidos por intereses políticos”, afirmó la abogada principal.
Ella le entregó al abogado de la otra parte, copias de dicho correo electrónico.
“Queremos cinco millones de dólares como indemnización por difamación y una disculpa pública a través de medios impresos o televisivos”, agregó.
“Si decide no cooperar, llevaremos este caso a los tribunales, donde sus clientes gastarán el doble y aun así pedirán esa disculpa pública. ¿Recuerdan que el Hospital de Warlington ya tenía fama de manipular la lista de espera de órganos? Solo con eso, el hospital ha reducido la credibilidad de sus clientes”, dijo la impresionante abogada principal.
Expuso todos los documentos y los señaló.
“Solo le recuerdo que el Doctor Scott tiene copias de todo el proceso de selección del ascenso de la Doctora Shant”.
“La primera candidata para el ascenso era la Doctora Park, la misma mujer que fracasó en la operación de la Señorita West, lo que dio lugar a una demanda adicional. El segundo era el Doctor Lewis, la misma persona que quedó en tercer lugar, detrás de la Doctora Shant en la Escuela de Medicina de Warlington, y que más tarde cometió errores quirúrgicos tras su traslado a otro hospital”, agregó el abogado.
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