Capítulo 64:

“Cuando termines de expulsar los gases y puedas levantarte de la cama por lo menos tres veces al día”, respondió Shantelle.

“Yo… yo”. Erick se miró a sí mismo.

“Quiero volver a practicar. Vamos a intentarlo otra vez”, dijo.

Las comisuras de sus ojos se llenaron de lágrimas.

“Quiero ver a mi nieto, Quiero abrazarlo y quiero darle un beso”, afirmaba.

“Ay, qué bien debe sentirse abrazarlo”.

Justo cuando Clara y la Señora Shaw lo ayudaron a levantarse de la cama, Erick miró a Shantelle

“Gracias, querida Shanty. Tú… tú me das más razones para seguir adelante”, le dijo.

Se puso una palma en el pecho.

“Primero. un mejor corazón y ahora, un nieto”, describió.

“¡Papi, ahí, ahí!”.

Lucas tenía los ojos muy atentos mientras estiraba los brazos para tratar de alcanzar una manzana del árbol. Estaba sentado sobre los hombros de Evan, quien se movía cada vez más cerca del árbol.

“Ya casi, papi. Acércate más”, ordenó Lucas.

Evan se pegó al árbol para darle a Lucas la oportunidad de agarrar la manzana. Su hijo no se conformaba con las manzanas fáciles de alcanzar. Quería agarrar la más grande y la más roja, que estaba en lo alto del manzano frente al que se encontraban.

Cuando por fin agarró la manzana,

“¡La tengo! ¡Sí!”, gritó Lucas.

Rebotó felizmente sobre los hombros de Evan, antes de darle un mordisco a aquella dulce manzana.

“Mmmmm. ¡Qué rico!”.

Esa tarde, Evan llevó a Lucas a las afueras de Warlington. El hotel les había recomendado ir a una granja de manzanas para pasar el rato, y a Evan le pareció perfecto. Lucas se la pasó increíblemente.

Estaba claro que recogieron demasiadas manzanas, y quizá tendrían que regalar algunas, pero la sonrisa que se le dibujaba en la cara al agarrar cada una de ellas no tenía precio.

“¡Qué rico está, papi! ¡Pruébala! Pruébala”, dijo Lucas.

Evan lo ayudó a bajarse de sus hombros y a dejarlo en el suelo. Entonces fue que le dio un mordisco a la manzana.

“Mmmm. Ésta es sin duda la mejor de todas”, comentó.

“¡Ahí hay otra manzana roja grande!”.

Lucas señaló emocionado otro árbol. Al igual que el anterior, la manzana estaba situada en lo alto.

“¡Vamos a por ella, papi! ¡Quiero dársela a mi mami!”.

Miró hacia atrás y vio al guía turístico riéndose entre dientes. Ya llevaba dos cestas llenas de manzanas. Evan se rascó la cabeza.

“Está bien”, dijo.

Después de la emocionante recogida de manzanas, el padre e hijo merendaron en el restaurante de la granja. Servían pastelillos de manzana y otras delicias.

“¡Mmmm! ¡Me encantan las manzanas!”, anunció Lucas.

Se acercó a los panqueques de manzana con canela y los olió.

“Ay, a mami también le habría encantado esto”, dijo.

Lucas comió con ganas mientras Evan le enviaba fotos y videos a Shanty, mostrándole cómo les había ido el día. Ella no respondió, pero Evan sabía que estaba ocupada en el hospital.

Cuando volvió a prestar atención a su hijo, vio que Lucas miraba fijamente a la familia de tres que estaba en otra mesa. Los miró y luego bajó la mirada hacia su plato vacío. Lucas se quedó callado.

“¿Qué pasó, Lucas?”, preguntó Evan.

“Papi, ¿Por qué mami y tú no están juntos?”, preguntó Lucas.

La pregunta sorprendió a Evan. Se dio cuenta de la razón por la que miraba fijamente a la familia que tenían al lado. Se echó hacia atrás y se ajustó los botones de la camisa.

“Papi cometió un error en el pasado, Lucas”, admitió.

“Lastimé a tu mami”, agregó suspirando.

Evan notó la decepción en el rostro de Lucas. Sus ojos se entristecieron y sus labios se curvaron hacia abajo.

“¿Por qué lastimaste a mami? ¿No la amas?”, preguntó.

“Lucas, hay cosas que aún no puedo explicarte a fondo, pero lo cierto es que cometí un error y lastimé a tu mami. A veces, nos damos cuenta de nuestros errores demasiado tarde y eso es lo que me pasó a mí”, admitió Evan.

“Lo siento, hijo. Fue mi culpa, pero ahora estoy aquí y estoy intentando corregir ese error”.

“¿Entonces eso significa que no estarán juntos?”, preguntó Lucas.

Evan jadeó.

“No lo sé, pero lo intentaré. Aunque tu mami no me perdone, eso no cambia el hecho de que sigo siendo tu padre. Siempre estaré aquí para ti”, respondió.

“¿Le pediste perdón de corazón?”, preguntó Lucas.

Entonces, Evan se percató de que él y Shantelle todavía no habían terminado su conversación del otro día. Claro, él se había disculpado con ella en la escuela de Lucas, pero no hubo tiempo suficiente para hablar sobre todo. Y lo más importante era que aún no había sido capaz de ponerse en el lado bueno de Shantelle.

“Sí lo hice, pero no terminamos de hablar bien”, admitió.

“No te preocupes, volveré a pedirle perdón a tu mami”.

“Espero que ella te perdone”, dijo Lucas.

El silencio cayó sobre ellos hasta que Evan preguntó:

“¿Y tú, Lucas? ¿Perdonas a papi?”.

“No lo sé. No me lastimaste, pero si vuelves a lastimar a mami, me enfadaré”, dijo Lucas, con los brazos cruzados sobre su pecho.

“No volveré a lastimar a tu mami. Ya aprendí la lección”, prometió Evan.

“Amo a tu mami y te amo a ti, mi hijo”.

Evan vio cómo a Lucas se le llenaban los ojos de lágrimas. Lo llamó.

“Ven aquí”, le dijo.

Lucas se levantó de la silla y caminó hacia Evan, sus brazos abrazaron automáticamente a su padre.

“Yo también te amo, papi. Qué bien se siente tener un papi”.

El domingo llegó rápidamente. Finalmente había llegado el momento de llevar a Lucas de vuelta a casa de Shantelle. Lucas se quedó dos medio días con

Clara, los cuales fueron muy bien aprovechados. Durante todo el tiempo, Evan llamó y envió mensajes de texto a Shantelle para mantenerla al tanto de las actividades diarias de Lucas.

Se dirigieron a la residencia de los Scott después de almorzar. Cuando llegaron, Shantelle los recibió en la entrada.

El Chófer del servicio de transporte del hotel les entregó una cesta de manzanas y unas bolsas de compras.

“Son las manzanas que Lucas recogió para tí. Evan le compró algunos regalos, y también algo para ti”, dijo Clara.

Shantelle le sonrió a Clara. Se giró hacia Evan.

“No tenías que hacerlo”, le dijo.

Antes de que Evan pudiera reaccionar, Lucas corrió hacia Shantelle y la abrazó.

“Mami, te extrañé”, le dijo.

“Estoy cansado. Quiero dormir”, agregó con un bostezo.

.

.

.

Consejo: Puedes usar las teclas de flecha izquierda y derecha del teclado para navegar entre capítulos.Toca el centro de la pantalla para mostrar las opciones de lectura.

Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.

Reportar