La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 41
Capítulo 41:
“Sí”, respondió Keith.
“Pero decidí posponerlo un día para venir a visitarte”.
Un siseo salió de los labios de Keith al decir:
“Estaré fuera un mes, y todavía tengo que ir a Rose Hills después de mi viaje a Europa”.
Se encogió de hombros y agregó:
“Así que decidi que cenaría contigo y Lucas primero”.
“Tech. Tch. Tch. Señor ocupado, Director Ejecutivo”, comentó Shantelle con una sonrisa burlona.
“¿Pero te va bastante bien, no? Quiero decir, ¡Prima MedCare se está expandiendo en Europa! Qué increíble”.
Dos años antes, Keith empezó a dirigir la compañía de seguros de su familia.
Siempre estaba muy ocupado, pero no se olvidaba de visitar a Shantelle y a su familia.
“En fin, en cuanto a la cena”.
Shantelle suspiró y dijo:
“No lo sé, Keith. Hoy trabajé doble turno. Estoy cansada, pero podríamos cenar en casa”.
“Eso es más que suficiente”, respondió Keith.
“Extraño al pequeño. Tengo un regalo para él”.
“¡Mami!”.
Lucas miró hacia Eleanor y le dijo:
“¡Abuela, mami está en casa!”.
A decir verdad, eran raras las veces que Shantelle llegaba a casa antes de que Lucas se acostara por la noche.
En el hospital siempre había mucho trabajo y la mayoría de las operaciones de urgencia se hacían por la noche.
“¡Mi bebé, buenas noches!”.
Shantelle se arrodilló y sus manos se extendieron para abrazar a su hijo de seis años.
“Mi bebé, te extrañe”.
Shantelle levantó a su hijo y le besó la mejilla.
Le dio una vuelta y le hizo cosquillas en los costados.
Le dijo: “Te amo. Te amo. Te amo”.
Dejó a su hijo en el suelo y le dijo:
“Amo a mi Lucas”.
Lucas se rio y contestó:
“Te amo, mami”.
“Tengo otra sorpresa para ti”, reveló Shantelle.
Ella se movió a un lado y Keith entró por la puerta con una caja de regalo.
“¡Tío Keith!”, gritó Lucas.
Saltó de alegría al ver que tenía otro regalo de parte de Keith.
El niño abrió rápidamente el regalo.
Era una nueva cámara instantánea.
Gritó: “¡Guau! ¡Eres el mejor tío!”.
Keith se rio y le desordenó el cabello a Lucas.
Agregó:
“¡Soy tu único tío!”.
Todos los demás se rieron.
Los Scott se preparaban para la cena.
El Doctor William Scott también había llegado de un largo día de reunión.
Lo primero que hizo al entrar en la sala fue felicitar a su hija:
“Escuché que hoy tuviste dos operaciones consecutivas. La junta directiva está encantada con tu rendimiento”.
“Cuando me jubile el año que viene, te recomendaré para que ocupes mi puesto”, dijo el Doctor Scott.
Shantelle estaba posando para su hijo mientras éste le tomaba fotos.
Al escuchar a su padre, puso los ojos en blanco.
Respondió: “Me acaban de ascender a cirujana jefe. No estoy preparada para ser directora, papá. El Doctor Hale debería ser quien te reemplace”.
“Quizás”, respondió William.
“Doctor Scott, buenas noches”, saludó Keith.
“Buenas noches, Keith. No sabía que estabas en la ciudad”, dijo William.
“¿Te quedas a cenar?”.
“Sí, extraño la comida de su esposa”, dijo Keith juguetonamente.
“Por eso viajé hasta aquí para cenar. Creo que me estoy enamorando de la Señora Scott”.
El Doctor Scott sacudió la cabeza. Sonrió y dijo:
“No seas tonto, desde que nació Lucas, Eleanor no ha cocinado. Son los platos de la criada los que te encantan. Ve a confesarle tu amor a Rosa”.
Shantelle se echó a reír mientras Keith ponía caras divertidas.
Mientras tanto, Lucas observaba las fotos que había tomado.
Estaba sentado en la alfombra, ordenando las fotos.
Puso la foto de Eleanor junto a la de Shantelle.
Por supuesto, como nuevo propietario de la cámara, definitivamente se tenía que tomar una foto de el mismo.
Al cabo de un rato, Lucas se dio la vuelta hacia Shantelle y le preguntó:
“Mamá, te pareces a la abuela, pero…”.
El niño hizo un puchero con los labios y preguntó:
“¿Pero a quién me parezco yo?”.
Lucas señaló las fotos mientras preguntaba.
Inmediatamente, el corazón de Shantelle se aceleró.
Se quedó mirando a su hijo con detenimiento.
¿A quién se parecía Lucas?
Lucas tenía el cabello castaño oscuro y los ojos marrones.
Tenía la cara en forma de corazón, la nariz recta y los labios delgados.
Era claro que Shantelle reconocía esa cara.
Su hijo Lucas se parecía a su padre, Evan Thompson.
“Mamá, ¿A quién me parezco?”, repitió Lucas.
“¿A quién te podrías parecer? Eres el único e inigualable Lucas Scott, el niño más guapo de la Escuela Internacional de Warlington”.
Fue Keith quien contestó.
“A veces las personas no se parecen a nadie porque simplemente son únicos”.
“Vamos, dime. ¿Quién es el chico más guapo del barrio?”, preguntó Keith.
Lucas terminó riéndose entre dientes.
Dijo: “Tio Keith, eres un tonto”.
Keith siguió entreteniendo al niño. Le dio cumplidos y señaló sus cualidades únicas hasta que
Lucas olvidó su pregunta inicial.
Desde el otro lado, Shantelle movió la boca para decir calladamente:
“Gracias”.
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