La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 300

Capítulo 300:

Al empezar la boda, el oficiante dijo:

“Un matrimonio exitoso requiere enamorarse muchas veces de la misma persona y puedo ver eso en ustedes, que decidieron renovar sus votos delante de sus familiares, amigos y ahora de sus hijos. Señoras y señores, estamos hoy aquí reunidos para ser testigos de la renovación de votos de Evan y Shantelle”.

La ceremonia continuó hasta que el oficiante anunció:

“Felicidades. Evan, ya puedes besar a la novia”.

La pareja compartió un dulce y duradero beso delante de sus invitados. Se detuvieron para tomarse un respiro y volvieron a besarse durante casi un minuto.

Evan y Shantelle soltaron una risita cuando finalmente se separaron.

A partir de ahí, Evan se giró hacia sus invitados y dijo:

“¡Es hora de festejar!”

La fiesta era en el mismo jardín, junto al área de la ceremonia. Los novios tardaron media hora en arreglarse y empezó la fiesta.

Fue, una vez más, otra reunión llena de bailes y canciones. Aunque la pareja se decidió por una celebración sencilla, siguieron el mismo programa de una boda normal.

Lo que más disfrutó la pareja fue su baile especial.

Bailaron la misma canción que en su boda de hace diez años, titulada.

Una banda tocó de fondo y dos cantantes los Evan disfrutó del baile, recordando los momentos increíbles y difíciles de su matrimonio.

Abrazó dulcemente a su esposa y le besó repetidamente la frente y la mejilla.

“Lo logramos, Shanty. A pesar de perder el rumbo, encontramos el camino de vuelta el uno al otro”.

Shantelle le sonrió. Le besó los labios y dijo:

“Si, Evan. Lo logramos y aún hay más por venir”.

Tras intercambiar dulces palabras, se besaron delante del público y volvieron a bailar lentamente.

Su romántico baile debió de resultar tan contagioso que sus amigos, Sean, Keith y Wendell, se pusieron a bailar con sus esposas.

Keith y Karise tenian su propio baile lento, con las manos alrededor del otro.

Sean y Reese hicieron sus propios pasos, convirtiéndolos en un baile de salón.

Se reían a carcajadas mientras lo bailaban a la perfección.

Milan y Wendell, por su parte, bailaban con la pequeña Wendy.

Al ver cómo sus amigos celebraban con ellos, Shantelle comentó:

“No somos los únicos que lo logramos”.

Evan rio entre dientes y respondió:

“Supongo que tienes razón, querida esposa… lo conseguimos”

…

“Shanty, ¿Estás disfrutando nuestra luna de miel en familia?”, le preguntó Evan mientras rodeaba a su mujer con un brazo.

“Creo que es la mejor luna de miel que hemos tenido”, sugirió Shantelle.

Evan gruñó y dijo:

“Lastimas mis sentimientos”.

Apretó los labios contra su oído y susurró:

“¿Y las noches en las que gritas mi nombre?”.

“Detente. Estamos con los niños. Ese es otro tipo de luna de miel. Tú mismo lo dijiste. Esta es una luna de miel en familia”, le advirtió Shantelle mientras miraba hacia atrás, hacia el autobús turístico que consiguió especialmente para su familia.

Al parecer, el viaje de luna de miel de Evan por su aniversario de boda implicaba llevar a todos sus hijos con ellos.

A Shantelle le pareció bien, ya que era difícil sacar a los niños de su cabeza. Probablemente por eso, desde que Evan y Shantelle se volvieron a casar, nunca pudieron hacer el viaje que siempre anhelaban.

A menudo se quedaban en el país, como mucho, se iban al Caribe.

Su primer destino fue París.

Después, se dirigieron a Roma y Grecia.

“¡Ya llegamos!”, anunció Lucas, señalando por la ventana.

“¡La Torre Eiffel!”.

“¡Guau!”, gritó Amara.

“¿Qué tiene de asombroso?”.

Evan y Shantelle se rieron, al igual que Miguel, quien estaba con ellos para ayudar a vigilar a los niños, Lucas se rio entre dientes y señaló:

“Mi hermano y mis hermanas aún no pueden apreciar esto”.

El autobús se detuvo y la familia descendió lentamente para visitar la atracción más famosa de Paris.

La familia llegó alrededor de las seis de la tarde y reservó un restaurante entero y un pase especial para la zona de observación.

En cada nivel, Evan les habló del viaje que él y Shanty hicieron años atrás:

“¡Aqui es donde cenamos su Mami y yo en el pasado! Nosotros también cenaremos aquí, solo que en un restaurante diferente”.

Después de que la familia cenara lujosamente, se dirigieron al mirador del piso superior, y fue cuando los más pequeños apreciaron finalmente la Torre Eiffel.

“¡La vista es genial!”, dijo Amelia.

“Vaya, mira todas las luces”, dijo Marcus.

“Ahora me gusta estar aquí”, proclamó Amara.

Después de la Torre Eiffel, Evan llevó a su familia a la Grande Roue De Paris, cerrando toda la rueda de la fortuna para ellos.

Antes de subirse, Evan les dijo a sus hijos:

“Aquí es donde su mami le dio a papi una segunda oportunidad”.

“¿Qué significa eso, Papi?”, preguntó Amara.

“Ah, es una larga historia”, dijo Evan.

“Me gustan las historias largas”, respondió Amara, alentando las risas de Shantelle y Lucas.

Miguel también hizo lo mismo, riéndose detrás de Evan.

Agarrando la mano de Amara, Evan admitió:

“Papi cometió un error, así que tu mami me dejó. Cuando volvimos a estar juntos, esa fue nuestra segunda oportunidad”.

El hombre sonrió y pellizcó la nariz de Amara, diciendo:

“Cuando seas mayor, lo entenderás”.

Mirando las cápsulas abiertas, cambió de tema y dijo:

“¡Subamos!”.

“¡Voy a irme en una cápsula individual con su mami!”, anunció Evan.

“Yo llevaré a Amara”, se ofreció Lucas.

“Yo iré con Amelia y Marcus”, dijo Miguel.

Mientras subían en la meda de la fortuna, los adultos tomaban fotos de las otras cápsulas o a veces de ellos mismos.

Estaban admirando las vistas cuando repentinamente estallaron fuegos artificiales.

“Cielos, Evan. ¿Preparaste esto?”, preguntó Shantelle, mirando a Evan asombrada.

“Por supuesto, querida esposa. Solo para rememorar el día en que volvimos a ser pareja”, dijo Evan.

Luego, se tomaron fotos con los fuegos artificiales de fondo.

Desde su cápsula, vieron la reacción de Marcus y Amelia mientras miraban alegremente el cielo nocturno.

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