Capítulo 295:

Evan notó que su amigo estaba muy alegre y pensó:

‘¿Habrá aceptado Sean trabajar para el Señor Knight?’

En mitad de la fiesta, Evan se enteró finalmente de la reunión de Sean.

El resto de sus amigos, junto con los adolescentes y los niños, estaban participando en los juegos, pero él y Sean se quedaron en la mesa.

Evan permaneció en silencio.

Sean estaba especialmente locuaz sobre los próximos juegos de la Liga Nacional de Fútbol, y el hombre solo podía especular por qué.

Pasaron minutos, y aún así, su amigo no confesaba nada. El hombre no pudo aguantar más y le dijo:

“Sean, quiero que sepas que quiero lo mejor para ti. No soy un amigo egoísta que te detendría de tus sueños o en tu carrera”.

“Pase lo que pase, me alegro por ti”.

“Permíteme esta oportunidad para agradecerte todo lo que hiciste por mi empresa”.

El hombre respiró hondo y dijo:

“Solo prométeme que nos visitarás a los chicos y a mí de vez en cuando. Al menos asiste al cumpleaños de Lucas todos los años porque todos prometimos estar ahí para él. Mis otros hijos lo entenderán…”

“¿De qué estás hablando, Evan?”, le preguntó Sean, totalmente desconcertado.

“¿Estás intentando echarme de Rose Hills? No me iré aunque me lo pidas”, Evan se quedó en silencio.

Se quedó con la boca abierta y le preguntó:

“Tú… ¿No te vas?”.

“¿De dónde demonios sacaste eso?”, le preguntó Sean.

Los ojos de Evan recorrieron el lugar y su mirada se posó en Keith.

Dijo: “¡Keith dijo que tenías una reunión con Daniel Knight! ¿Por qué iba a reunirse contigo si…?”

“Que eso es lo que te pasa. Maldición, Evan”.

Mirando a los ojos de Evan, Sean dijo:

“Se ofreció a entrenarme para que potencialmente pudiera hacerme cargo de su empresa, pero no acepté el puesto”.

Se hizo el silencio.

De pronto, preguntó:

“¿Qué?”.

“No acepté la oferta de trabajo. Por eso, nuestra reunión fue muy breve”, reveló Sean.

“No quiero estar en ningún otro sitio que no sea Rose Hills, Evan. ¿Quisiera ser multimillonario y Director Ejecutivo? Tal vez sería estupendo, pero aprendí a contentarme y soy feliz donde estoy, siendo tu Director Financiero, estando con mis amigos y en la ciudad en la que viví la mayor parte de mi vida. Reese también piensa lo mismo. ¿Por qué me complicaría la vida?”.

“El dinero no puede comprar la felicidad. ¿No me lo dijiste una vez cuando perdiste a Shanty?”, agregó Sean.

“Bueno, ciertamente no quería arriesgarme a perder mi felicidad”.

“¡Qué jodido alivio, amigo!”, gritó Evan, abrazando a Sean desde sus asientos.

Estaba abrazando a Sean con tanta fuerza que apenas podía respirar.

“¡Evan! ¡Evan”.

Sean golpeó repetidamente la espalda de Evan, para ver si aflojaba su agarre.

Se río y dijo:

“Hermano, los niños se están haciendo una idea equivocada. Será mejor que me sueltes”.

Se rieron mientras se separaban.

Los dos amigos vieron las miradas de sus esposas, de los adolescentes y de Keith y Wendell. Se divirtieron aún más.

Evan reveló las necesidades de la empresa.

El hombre dijo:

“Planeábamos separar Empresas Gravedad y planeaba nombrarte Director Ejecutivo”..

“No, hermano. No es el momento. No te precipites”, reclamó Sean.

“Háblame de ello dentro de un año o dos, pero estoy feliz de ser tu Director Financiero y llevar tus cuentas. Además, ¿No firmé un contrato matrimonial para ser tu Director Financiero?”.

Evan asintió mientras se reía. Luego, contestó:

“Sinceramente, se me olvidó. Cierto, ¿No me arrodillé delante de ti en ese entonces?”

“Lo hiciste, maldición”, respondió Sean riéndose entre dientes.

Resueltos sus planes, Evan le dijo a Sean:

“Gracias de nuevo, Sean. Tu decisión de quedarte conmigo y con la empresa significa mucho para mí”.

“Pero quiero un aumento”, dijo Sean, guiñándole un ojo a Evan.

“¿Qué? ¿No te han subido el salario? Tuviste tu aumento hace como quince minutos”, le reclamó Evan.

Rápidamente agarró su teléfono y transfirió cien mil dólares a la cuenta de Sean.

Dijo: “Es un aumento anual. Viene con un contrato de trabajo adicional de por vida”.

Sean se rio histéricamente y respondió:

“Supongo a trabajaré para ti por dos vidas. Jaja”.

Dos años después.

Muchos cambios relevantes sucedieron en el grupo de amigos.

Por un lado, Evan finalmente dividió su grupo de empresas, poniendo a Sean a cargo de su empresa financiera. Con el crecimiento del negocio de Evan, tenía más gente a su cargo, lo que lo obligó a contratar un nuevo asistente para que James pudiera ocuparse de funciones más exigentes.

Además, Shantelle y él le dieron a Tristan un trabajo administrativo en el Centro Cardiopulmonar.

Por otro lado, Shantelle se convirtió en la Directora Médica del mismo centro cuando William se jubiló.

Reese se convirtió en la terapeuta jefa del Hospital de Niños de Rose Hills, después de que Lucas cumpliera doce años.

Meses después, se enteró de que estaba embarazada. Ahora tenía un niño de seis meses llamado Zander, otra pequeña versión de Sean.

En cuanto a Wendell y Milan, hace cinco meses se enteraron de que esperaban otro bebé, una niña.

Como Wendell cada vez tenía más clientes fuera de la ciudad, Milan seguía a su esposo a todas partes, trabajando como su asistente.

Sin embargo, Wendell tenía otra secretaria para hacer el trabajo más agotador.

Karise y Keith decían estar contentos con sus dos hijas.

Últimamente, tanto Keith como Karise viajaban por todo el pais, afortunadamente, juntos. Keith estaba ampliando su compañía de seguros, mientras que Karise se convirtió en Directora de Ventas de la empresa farmacéutica para la que trabajaba.

Cuando Keith viajaba por negocios, Karise promocionaba sus productos en la misma ciudad. Kamila y Charlene viajaban con ellos, ya que los educaban en casa.

A medida que sus familias y sus carreras crecían, sus reuniones se posponían, pero lo mejor era que siempre encontraban tiempo para hacerlas realidad, por muy tarde que fuera.

Finalmente, se organizó otro Día de las Esposas.

Con excepción de Milan, las mujeres estaban en el spa, disfrutando de un masaje especial.

Como de costumbre, reservaron una sala privada donde todas pudieran charlar y recibir sus tratamientos juntas.

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