La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 294

Capítulo 294:

Durante esa cena, Tristan reveló:

“La Clínica Cleaveland nos preguntó si podemos representarlos, Ryan y yo, para promocionar y seguir haciéndonos revisiones con ellos, ya que nos consideran una influencia mediática, pero…”

“No habría recaudado suficientes fondos para la operación de Ryan a tiempo”.

A Tristan se le llenaron los ojos de lágrimas cuando agregó:

“Si me lo permiten, trabajaré para su familia hasta mi último aliento”.

Naturalmente, Evan y Shantelle estuvieron de acuerdo. Tristan y Ryan se convirtieron en miembros de su circulo en los años siguientes.

[Servicios Internacionales de Mano de obtuvo su primera ganancia de mil millones de dólares bajo la dirección de su Director Ejecutivo, el Señor Wendell Franco, lo que lo convirtió la adición más reciente del hombre más atractivo e influyente de Rose Hills, junto a Keith Henderson y Evan Thompson].

Los titulares llenaron el Internet y quienes conocían al grupo de amigos publicaron fotos de ellos, incluyendo a Sean Ross.

En solo un día, los ciudadanos de Rose Hills llenaron las secciones de comentarios.

[¡Felicidades!].

[Al mejor jefe, el Señor Wendell Franco]

[¡Qué guapo!].

[Se conocen desde la secundaria, y ahora, son de los hombres más ricos de la ciudad].

[Son los más candentes de Rose Hills. Lástima que ya están casados].

[Sus esposas son hermosas también]

[¿Todos ellos son Directores Ejecutivos? ¿Qué tan increíble es eso?].

[Sean Ross es el Director Financiero de Evan Thompson. No es un Director Ejecutivo, pero probablemente gana más que la mitad de los Directores Ejecutivos de la ciudad].

Debido a la tendencia de las noticias, muchas empresas, dentro y fuera de Rose Hills, comenzaron a ofrecerle oportunidades a Sean.

Algunos eran clientes de la empresa financiera de Evan, Empresas Gravedad, quienes intentaron usar a Sean durante las reuniones o la firma de contratos, y otros pocos le ofrecieron un puesto como Director Ejecutivo.

Evan se enteró de esto, pero sabía que su amigo nunca lo abandonaría. Un día, en la celebración del cumpleaños número doce de Lucas, Evan y sus amigos se reunieron en la sala de conferencias de dos quilates.

Wendell, Milan, Keith y Karise rodearon a Lucas y lo abrazaron.

“¡Nuestro pequeño ahora es un hombre! ¿Qué? ¿Ya tienes doce años? Creía que aún tenías diez”, declaró Wendell, haciendo reír a Lucas.

“¡Tío, no me avergüences delante de mis amigos!”, se quejó Lucas.

“¿Qué amigos? Creo que a Lily no le importa”, dijo Keith, abrazándolo con fuerza.

“Basta chicos, están haciendo que Lucas se sonroje”, dijo Karise, besando la mejilla de Lucas.

“Nuestro bebé favorito”.

“¡Ahh! ¡Tía Karise!”, gritó Lucas.

Los adultos se rieron de él.

“Solo están bromeando, Lucas”, dijo Milan mientras le daba un regalo.

“¡Feliz cumpleaños!”.

“¡Chicos, por aquí! Nuestra mesa está adelante, como siempre”, dijo Shantelle, llamándolos.

Alcanzó a ver la mirada de Karise y notó cómo miraba a los Wright.

Estaban en otra mesa con los abuelos de Lucas, Shanty dijo:

“Kaleb y Scarlett Wright vinieron en avión para el cumpleaños de Lucas. Todos sus hijos también están aquí”.

“Qué amable de su parte. Apoyan la amistad entre Lucas y Lily”, comentó Karise.

“Por cierto, Tristan también viene, Espero que esté bien”, agregó Shantelle.

“Totalmente. Nos encanta influenciar al tío”, sugirió Wendell.

Keith se empezó a reír.

Y es que Tristan, el padre del Bebé Ryan, era diez años más joven que ellos.

Como era un poco más ingenuo, los chicos disfrutaban de compartir sus conocimientos y habilidades con Tristan.

De cuando, el asistente de Evan llegaba y también aprendía algunos trucos, por ejemplo, cómo conseguir una cita.

Todos estaban sentados cuando Evan se acercó y preguntó:

“¿Dónde están Sean y Reese?”.

“Dijeron que tenían que reunirse con alguien”.

Las cejas de Keith se fruncieron.

“El Señor Daniel Knight… ya sabes, el dueño de la Liga Nacional de Fútbol”.

“¡Maldición, no!“, maldijo Evan.

“¡Sshhhh!”.

Al instante, las mujeres lo fulminaron con la mirada, especialmente su esposa.

“¡Lenguaje, Señor”, dijo Shantelle a Evan moviendo la boca desde el otro lado de la mesa.

“Señor, ¿No cree que lo haria?”, preguntó James, que estaba sentado junto a Wendell.

Evan no se habría asustado tanto si no fuera por el hecho de que el Señor Daniel Knight estaba por jubilarse y su hijo no estaba interesado en hacerse cargo de su legado. El mismo hombre incluso contrató a la empresa de Wendell para que le buscara su próximo Director Ejecutivo.

¿Cuáles eran las posibilidades de que él estaba tratando de robarse a Sean?

“Yo… necesito encontrarlo… hablar con él”, le preguntó Evan.

En el restaurante Frevo”, respondió Keith. Evan se dirigió inmediatamente hacia la salida.

Shantelle corrió detrás de Evan y lo alcanzó en el vestibulo del hotel.

Lo agarró del brazo y le preguntó:

“¿Qué haces?”.

Evan se giró hacia su mujer y le dijo:

“¿Querida? Creo que el Señor Knight está intentando robarme a Sean. No puedo perderlo”.

“¿Como amigo? ¿O en los negocios?”, preguntó Shantelle.

“Porque si de verdad te importa Sean, no le impedirías un avance en su carrera”.

En ese momento, Evan se dio cuenta.

Su esposa tenía razón. Qué clase de amigo sería si le impidiera a Sean una gran oportunidad.

A Evan le pesó admitir que se equivocó.

Acabó abrazando a su esposa y dijo:

“Yo solo… pensé que sería maravilloso que viviéramos en la misma ciudad, pero sí. Tienes razón, querida. Debería alegrarme por él”.

“Estuvieron separados antes. ¿Recuerdas la universidad? Estoy segura de que nada cambiará, Evan. Además, ¿Qué tan seguro estás de que el Señor Knight le ofreció trabajo?”.

Shantelle se rio entre dientes.

“Estoy celosa porque parece que Sean es tu esposa”.

Evan se rio de sí mismo. Tomó la mano de Shantelle y le dijo:

“No me puede atraer el otro bando cuando tengo una esposa tan atractiva. Gracias, querida esposa. Supongo que esperaré a ver qué dice”.

La pareja volvió ala fiesta y decidieron esperar la llegada de Sean. Evan se concentró en la fiesta de cumpleaños de su hijo.

Se recordó a sí mismo que había más motivos para celebrar, teniendo en cuenta que su hijo llevaba años gozando de buena salud.

Comenzó la cena y solo entonces aparecieron Sean y Reese con Shauna y Samuel Reed.

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