La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 267

Capítulo 267:

Milan y Wendell subieron al escenario, ambos con un cañón de pólvora.

Su obstetra les dijo:

“¡El género del bebé se revelará a través del cañón! ¡Felicidades!”.

“Está bien, ¿Qué creen que será?”, le preguntó Milan a los invitados.

Solo había un pequeño grupo de amigos y familiares reunidos, ¡Pero todos gritaron sus opiniones!

“¡Niña!”, gritó Shantelle.

“¡Niño!”, dijo Lucas.

“¡Niña, como yo!”, dijo Shauna.

Al lado de Reese, Sean gritó:

“¡Niña!”.

“Ay, vamos. ¡Más en el club de chicos!”, dijo Evan mientras ponía su mano alrededor de la cintura de Shantelle.

“¡Niño!”.

Los miembros de la familia de Wendell también gritaron, la mayoría, querían niños.

La familia de Milan, sin embargo, adivinaron una mezcla de ambos.

El Señor Gray dijo:

“¡Ojalá sean dos!”.

Las risas llenaron el aire antes de que Wendell y Milan volvieran a centrar su atención en sus respectivos cañones de pólvora.

Contaron juntos:

“Cuatro, tres, dos, uno… “.

El cañón de pólvora estalló.

El cañón de Wendell era rosado, mientras que el de Milan era azul.

Todos se quedaron sorprendidos, con los ojos en blanco.

De reojo, la obstetra se rio y explicó:

“¡Sospechaba que podrías tener gemelos, pero solo lo confirmé durante la segunda ecografía, cuando los latidos eran más claros! ¡Enhorabuena! ¡Tendrán un niño y una niña!”.

“¡Aaahhhh!”, gritó Milan.

Se le llenaron los ojos de lágrimas y se giró hacia su esposo.

Se abalanzó sobre él mientras Wendell la levantaba fácilmente.

Wendell y Milan dieron una vuelta completa y se besaron delante de todos.

“¡Vamos a tener dos bebés!”, gritó Milan de la emoción.

“¡Y ya sabemos cómo cuidar de gemelos!”, comentó Wendell.

En un rincón, el Señor Gray estaba sorprendido.

Se aclaró la garganta y preguntó:

“Espera, ¿Milan volvió a quedar embarazada? Quiero decir, ¿Quedó embarazada estando embarazada?”.

“Ah, no, Señor Gray, Desde un principio, Milan estaba embarazada con gemelos, pero fue difícil determinarlo porque compartían el mismo saco amniótico. Además, su hija acudió a mí en la primera fase de su embarazo”, explicó la obstetra.

De repente, el Señor Gray gritó.

Su grito fue el más fuerte de todos y se le llenó la cara de lágrimas.

Luego, dijo:

“Gracias. Gracias, ¡Wendell y Milan, por hacerme feliz a mí y a su madre!”.

Delante de los invitados, el Señor y la Señora Gray abrazaron a Wendell y Milan, celebrando la pronta llegada de sus nietos.

Más tarde, los padres de Wendell también los abrazaron.

Por otro lado, en la mesa donde se sentaban los amigos de Wendell, Keith estaba siseando.

Frunció el ceño profusamente y dijo:

“No lo puedo creer. Estoy tan atrasado, Ahora Wendell tiene dos hijos”.

Mientras todos se reían, Karise le dio un golpe a su esposo en el pecho y dijo:

“No es una carrera, bebé, además no tengo ni un año desde que di a luz, Dame un respiro”.

“Yo estoy totalmente preparado para tener otro hijo”, proclamó Sean.

Una sonrisa de satisfacción se formó en su rostro antes de mirar a Reese y besarle la mejilla.

Reese, por su parte, le levantó una ceja.

“Ustedes tienen suerte porque Shauna ya está un poco mayor”, afirmó Karise.

“Ponle un anillo, Sean”, propuso Shantelle.

“Sí, hermano, ¿Dónde está el anillo que compraste la semana pasada?”, preguntó Evan. Sean le dio una mirada contundente.

“¿Qué demonios, Evan?”, le dijo Sean a Evan moviendo la boca en silencio antes de dirigirse a Reese.

Se formaron gotas de sudor en su frente mientras decía:

“Resulta que estuvimos en una joyería hace unos días”.

“Oh”.

Reese simplemente asintió.

Para ayudar a salvar a Sean de la situación, Evan se giró hacia su esposa y le preguntó:

“Hablando de carreras, deberíamos continuar, querida esposa, para no perder nuestro puesto de primer lugar. Podemos tener tantos hijos como queramos. Soy lo suficientemente rico como para mantenerlos”.

“Qué presumido”, dijo Sean.

“Así es. Menos mal que Evan es generoso”, comentó Keith.

Shantelle se rio y le dijo a su esposo:

“En realidad no tenemos competencia. Milan no quedará embarazada todavía. Tenemos tiempo”.

Eso era cierto. Shantelle y Evan no se contenían, pero ella aún no se quedaba embarazada.

No obstante, estaban contentos con el tiempo que tenían.

Siempre que estaban libres, jugaban con sus hijos.

Desde que a Lucas le permitieron salir en público, lo llevaban a la playa casi todas las semanas, cosa que disfrutaba muchísimo.

El Doctor de Lucas seguía en contra de la idea de enviarlo a una escuela normal, pero permitió que asistiera a clases en un grupo controlado de alumnos en casa.

Si seguía progresando durante otros ocho meses, entonces todo se volvería a la normalidad.

El grupo de amigos seguía conversando alegremente cuando Wendell y Milan se unieron a ellos. Luego, llegó la abogada Scarlett, junto con su hija Lily.

Lily se unió inmediatamente a la mesa de Lucas mientras Scarlett se dirigía a Evan y Shantelle.

Estaba conteniendo el aliento cuando dijo:

“Evan, Shanty, tenemos un asunto importante que discutir. Sé que vine en mal momento, pero también me siento responsable por no transmitirles este mensaje”.

“¿Viniste volando desde Braeton?”, le preguntó Shantelle.

Scarlett asintió y suspiró profundamente, diciendo:

“Me enviaron documentos y videos a mi oficina, y por lo urgente que era, volé hasta acá en un santiamén”.

Los tres se fueron a otra habitación para seguir discutiendo con la abogada Scarlett.

Ella presentó todos los documentos y dijo:

“Frank Morgan y su familia por fin dejaron de apelar la decisión del tribunal sobre el caso de agresión e intento de asesinato contra él. Ahora quieren pagar la indemnización por daños y perjuicios. Están dispuestos a pagar diez millones de dólares en total, con una condición”.

“¿Cuál es?”, le preguntó Shantelle.

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