La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 266
Capítulo 266:
Se dio cuenta de cómo su v%gina se estiró para acomodar el tamaño de Sean. Mientras él empujaba de un lado a otro dentro de ella, sintió el pulso de sus paredes contra su p%ne y se sintió tan condenadamente bien.
Para ella, lo mejor era que aún podía besarlo.
En la misma posición, la otra mano de Sean jugaba con su cl!toris y fue aún más sorprendente hasta el punto en que Reese gimiera de nuevo.
¡No podía creer que existiera tal euforia!
Estaba siendo estimulada mientras hacia el amor, ¡Y además con el hombre de sus sueños!
Con las grandes habilidades de Sean, Reese se vino en un santiamén.
Reese se estremeció ligeramente al venirse, y mientras eso ocurría, volvió a ponerse en cuatro. Una vez acomodada, Sean le hizo el amor intensamente.
Sean aceleró el ritmo, p%netrando tan rápido como podía.
Lo hacía con tanta fuerza que en los siguientes minutos solo el golpeteo de sus cuerpos resonó en la habitación.
“¡Maldición, Reese! ¡Me encanta!”, expresó Sean.
“¡Quiero hacerte el amor todos los días!”.
De un lado a otro, Sean movió sus caderas. Finalmente, su respiración se volvió agitada y su boca se abrió, reconociendo la cercana conclusión.
Advirtió: “Me vengo, Reese. Me vengo. Date la vuelta”.
Rápidamente volteó a Reese para que se recostara boca arriba. Separó sus piernas y se tocó a sí mismo.
Su carga explotó, sobre todo alrededor de los labios inferiores de Reese, pero parte se disparó hasta su pecho.
“¡Aaaahh! ¡Reese!”.
“Maldición, me vine un montón”, comentó Sean mientras se sacudía el último resto de su s%men.
“Eso fue increíble”.
Sean se recostó junto a Reese y la besó cariñosamente.
No la soltó hasta que sus labios se volvieron núbiles y su p%ne volvió a ponerse rígido. Estaban acurrucados en la cama cuando Sean buscó su entrada por detrás y la p%netró de nuevo.
Reese jadeó al sentir que la llenaban de nuevo. Sus ojos se entrecerraron, sabiendo que estaban a punto de hacer el amor de nuevo, pero antes de eso, Sean le propuso:
“¿Qué te parece… toda la noche?”.
“¿Cuál es tu récord con esa p%rra?”, preguntó Reese.
“Reese”, dijo Sean, sintiéndose culpable.
“No hablemos de..”..
“¡Dime!”, exigió Reese.
“Eh… Cuatro”, admitió Sean.
“Entonces, quiero cinco rondas”, reclamó Reese.
Respiró hondo y agregó:
“Creo”.
…
“Cada mañana que me despierto a tu lado es como despertarme en el paraíso”, dijo Sean mientras jalaba a Reese contra su pecho y bajaba la mano hacia los muslos de ella.
Una carcajada se escapó de los labios de Reese.
Su cara se puso roja mientras decía:
“¡Vamos tarde! ¡Deja de ser tan perezoso!”.
“No soy perezoso. Solo quiero hacerte el amor otra vez antes de levantarme”, explicó Sean.
Al final, Reese cedió y volvieron a hacer el amor antes de meterse a la ducha.
Reese y Sean tenían meses desde que decidieron estar oficialmente juntos. Las cosas iban de maravilla.
Reese ahora estaba más segura de su relación, confiada en que ella era la pareja ideal para Sean.
Por otro lado, Sean estaba más feliz que nunca. Tenía una hermosa novia que lo amaba sinceramente y también tenía una hija con ella.
Lo único que le faltaba era el anillo de boda y el ‘sí, acepto’ oficial.
De vez en cuando, Sean se quedaba con ellas en el condominio, pero también algunas noches Reese se quedaba en la mansión de los Ross.
Ese día, tenían que alistarse en apuro para asistirá la fiesta de revelación del género del bebé de Milan y Wendell.
La celebración fue organizada por Evan y Shantelle, como muestra de agradecimiento por todas las veces que Wendell y Milan cuidaron de los gemelos.
Cuando bajaron encontraron a Shauna en la sala, completamente arreglada y preparada. Los tres bajaron en el elevador hacia la sala de conferencias
Fueron al Hotel Diamante, donde se celebraba el evento.
“¡Ahí están, chicos!”.
Shantelle los llamó a su mesa.
Lucas estaba presente y sus hermanitos estaban en el cochecito, acomodados en otra mesa con Miguel y los cuidadores.
Kamila también estaba con su niñera.
Shauna no dudó en unirse a Lucas para hablar.
Reese se sentó junto a Shantelle, mientras Sean se unía a los chicos.
Dirigiéndose a Shantelle, Reese le preguntó:
“¿Así que no tienen ni idea?”.
Shantelle sonrió alegremente y respondió:
“No, no tienen ni idea. La doctora es mi amiga, así que les ocultó la última ecografía para la fiesta”.
A lado de Shantelle, Karise le preguntó:
“¿Pero tú sabes?”.
“No. Yo tampoco”.
Shantelle señaló hacia la otra mesa, donde la Doctora las saludaba desde lejos.
Luego, dijo:
“Solo la Doctora Tan lo sabe. Ella fue quien compró el cañón de pólvora para hacer la revelación”.
Evan, Sean, Keith y Wendell conversaban en la parte delantera con Milan. Wendell dijo:
“¡Estoy emocionado! Tengo la sensación de que vamos a tener una niña”.
“¿De verdad? Yo creo que vamos a tener un niño”, expresó Milan.
“Tu barriga se ve enorme para un solo bebé”, comentó Keith.
“Lo sé, verdad”, respondió Milan.
Se rio entre dientes y sugirió:
“En nuestra primer chequeo, la Doctora dijo que cree que es un solo bebé, aunque en la segunda y tercera ecografía no lo volvióa mencionar”.
Milan miró a Evan con los ojos entrecerrados y dijo:
“Gracias a Shanty y a Evan”.
Evan se limitó a reír y respondió:
“Fue idea de Shanty. También fue una sorpresa para mí”.
La fiesta siguió con comida y algunos juegos.
Después de eso, finalmente llegó el momento de revelar el género del bebé.
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