Capítulo 254:

Reese y Shauna corrieron con él alrededor de la mansión.

Después de hacer ejercicio, se puso una camisa blanca y unos pantalones cortos, tal como acordaron.

Ese día iban a pintarse el uno al otro.

Reese preparó un gran lienzo donde pintarían con las manos, pero era de suponer que la pintura podría ir a cualquier otro sitio, desde sus camisetas hasta sus pantalones cortos o sus caras.

Bajo sus pies había una gran lona para proteger la grama de cualquier mancha de pintura.

Pronto, Sean, Reese y Shauna disfrutaron pintando el lienzo con las manos. Después, Sean bromeó con su hija al pintarle la camiseta.

Shauna también manchó de vuelta alegremente su camiseta con colores rojos.

Inesperadamente, Shauna desafió:

“¡Pelea de pintura, papi!”.

“¿Qué?”, preguntó Sean.

Antes de poder procesar sus palabras, su hija le lanzó pintura.

“¡No! Quería las manos de Shauna en mi camiseta… ¡Ahh! ¡Sean!”.

A Reese le salpicó la pintura.

Le salpicó la camiseta y hasta un poco en la cara.

Cuando se dio cuenta de que la huella de la mano de Shauna estaba cubierta de amarillo, señaló a Sean y le dijo:

“¡Pagarás por eso!”.

A partir de ese momento, la pelea de pintura era oficial.

Los tres se lanzaron pintura, llenando la lona de colores.

Cuando Sean siguió salpicando pintura a Reese, ella se defendió, adelantando sus pasos mientras sostenía un pequeño cubo de pintura con la mano izquierda y un pincel con la derecha.

Mientras todo esto ocurría, Sean se protegía los ojos cubriéndoselos con el brazo.

En el proceso de evasión, pisó un charco de pintura y resbaló, cayendo encima de Reese.

Por suerte, debajo de ellos estaba la hierba blanda.

El único dolor que sintió Reese fue el peso que tenía encima.

“¡Ay, Sean!”. Se rio entre dientes.

“Qué pesado eres”, dijo ella.

Aun lado, Shauna se reía con ganas, diciendo:

“¿Significa que el ganador es Papi?”.

Con la cara llena de pintura, Sean se rio con su hija y Reese.

Fijó sus ojos azules en los ojos marrones claros de Reese y bromeó:

“Supongo que esta vez… yo caí por ti… quiero decir sobre ti”.

“¡Cállate!”.

Reese se rio y su mano azulada, trató de apartarlo.

“Suéltame”.

Sean la abrazó más fuerte y dijo:

“No quiero”.

Al día siguiente, Sean estaba en su oficina cuando de repente recibió una llamada de su abogado.

“Señor Ross, el divorcio fue aprobado. Enhorabuena, ahora usted es un hombre libre”.

Una sonrisa se formó en el rostro de Sean, sabiendo perfectamente lo que haría a continuación.

Empresas Gravedad era el nombre de la entidad financiera de Evan. Funcionaba como una empresa de inversión, abriendo oportunidades para que pequeñas empresas y particulares hicieran crecer sus fondos con un riesgo mínimo.

Empresas Gravedad invertía su dinero en activos basados en objetivos de gestión específicos. La mayoría de las veces se colocaban en mercados de valores.

Rose Hills nunca fue el mayor mercado de Empresas Gravedad. Floreció en ciudades como Lockwood, Hamlin y, desde hace poco, Braeton.

Sin embargo, ese año, Evan optó por difundir los conocimientos sobre empresas de inversión al público de Rose Hills. Pretendía promocionarlo en una fiesta privada, a la que invitaría a todas las familias adineradas de Rose Hills, políticos, ejecutivos de distintas empresas y medios de comunicación.

Evan invitó a Brooklyn, a propósito, ella era la nueva Directora General de la Firma de Contabilidad El Punto Equilibrio. Toda su familia también fue invitada. No creía que fuera a funcionar, pero por suerte para él y sus amigos, Brooklyn estaba desesperada por reforzar  influencia de la empresa tras su divorcio de Sean.

Sus intenciones eran claras, viendo la rapidez con que ella y su padre se mezclaban entre la multitud, presentándose a sí mismos y los servicios que ofrecían.

La fiesta se celebró en el gran salón del Hotel Diamante de Rose Hills. Había más de doscientos invitados vestidos con lujosos trajes de noche. Todos estaban bebiendo vino y comiendo canapés alegremente. Luego, el anfitrión anunció que empezaría el programa formal.

Cuando Evan subió al escenario, los invitados se acomodaron en sus asientos. Como siempre, Evan se veía elegante con su traje hecho a la medida. Sus intensos ojos castaño oscuro lo hacían parecer más intimidante.

Dijo: “Empresas Gravedad, dependiente del Grupo de Empresas Thompson, desea invitar a más socios comerciales, y por eso están todos hoy aquí, pues los considero a cada uno de ustedes como socios potenciales. Para comprender plenamente en qué consiste Empresas Gravedad, permítanme mostrarles en esta breve presentación”.

A continuación, un video de treinta minutos sobre los objetivos y logros de la empresa se presentó a través de una pantalla LED.

En él aparecían clientes exitosos que lograron duplicar su inversión, y eso animó aún más a los invitados.

Tras la presentación del video, Evan regresó al podio y anunció:

“Ahora aspiramos a un negocio mayor y mejor, empezando por conseguir que uno de los mejores contadores me acompañe como mi nuevo Director Financiero. Sí, así es. El Grupo de Empresas Thompson tiene un nuevo Director Financiero. Probablemente esta persona haya trabajado con algunos de ustedes, auditando sus gastos empresariales o personales”.

“Antes de separarse de la Firma de Contabilidad El Punto Equilibrio, era el contador externo más solicitado de la ciudad”.

Evan sonrió y continuó:

“Y me complace anunciar que por fin se incorporó a nuestra empresa”.

Evan empezó a mencionar los logros de Sean, como el hecho de que era el auditor oficial del ayuntamiento.

Dijo: “¿Recuerdan los fondos desaparecidos de la oficina del gobernador? Mi amigo, Sean Ross, logró rastrear hasta la cirugía plástica de la esposa del exgobernador”.

“Fue lo mismo para mí. Sean fue la misma persona que descubrió que mi anterior Director Financiero estaba robando fondos, pero no se trata solo de tener buen ojo. Recientemente, Sean me abrió los ojos a posibles activos que estaban ganando terreno rápidamente en el mercado de valores”.

Evan no paraba de elogiar a su amigo.

Agregó:

“Con él abordo, pueden estar seguros de que su dinero estará a salvo, la empresa estará a salvo y todos los informes financieros se identificarán, registrarán, medirán y comunicarán”.

“Fue una pérdida para la Firma de Contabilidad El Punto Equilibrio, pero una gran victoria para mí”, dijo Evan, sonriendo de oreja a oreja.

El público se rio, aplaudiendo a Evan.

Por otro lado, Brooklyn fruncía el ceño profusamente en una mesa.

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