La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 234
Capítulo 234:
Shantelle se quedó sorprendida.
Al ver cómo su esposo le abría las piernas y bajaba, se excitó aún más.
Se miró a sí misma en aquella ropa interior BDSM y pensó que se veía increíblemente atractiva.
Sin embargo, lo que era aún más fascinante era cómo Evan se la comía por completo allí abajo.
Seguidamente, Shantelle observó la espalda de Evan.
Se dio cuenta de cómo su esposo se veía más musculoso que antes.
Recordando que tuvo más tiempo para ejercitarse durante el aislamiento, se quedó aún más impresionada con Evan.
Su espalda tenía un aspecto increíblemente candente.
Tenía el trasero firme y Shantelle se lo imaginó estremeciéndose al p%netrarla después.
La idea la excitó tanto que pensó que la lengua de Evan estaba haciendo un trabajo mucho mejor en los siguientes segundos.
Shantelle levantó las caderas, intentando indicar a Evan la dirección correcta.
“Ahí, eso es, querido esposo… ¡Aaaah!”.
Ella se agarró los senos mientras Evan seguía pasándole la lengua por el cl!toris, a veces chupándole los labios inferiores a fondo.
“¡Aaaah! ¡Evan!”, Shantelle llegó a su clímax, su interior palpitando.
Evan no tardó en arrastrarse hasta ella.
Le sujetó las rodillas mientras alineaba su miembro erecto con sus labios. Justo antes de p%netrarla, declaró:
“Prepárate para una larga noche, esposita… ¡Naaah! ¡Maldición! ¡Estás tan mojada para mí!”.
Shantelle también g!mió junto con su esposo.
Su miembro la llenó por completo y llegaba hasta su extremo más íntimo.
No pudo evitar volver a cerrar los ojos.
Cuando los abrió, Evan estaba listo para abalanzarse sobre ella ferozmente, a juzgar por el fuego de sus ojos.
En los minutos siguientes, los g$midos llenaron el aire mientras Evan p%netraba dentro y fuera de Shantelle.
No se contuvo.
Lo hizo con toda la fuerza posible, dejando a Shantelle g$miendo de placer.
El sonido de sus cuerpos era tan evidente que se convirtió en música para sus oídos.
Todo a su alrededor no sonaba a nada en comparación con aquella melodía húmeda y er%tica.
La mirada de Shantelle se posó en el espejo de arriba.
Observó cómo Evan la p%netraba vigorosamente hacia delante y hacia atrás.
Cuando Evan se incorporaba un par de veces, ella podía ver su miembro p%netrándola. Era como se lo imaginaba, pero mejor.
Tenía las piernas abiertas y Evan la estaba p%netrando profundamente.
Evan le besaba el cuello mientras ella se veía siendo cogida por el amor de su vida.
Quería que durara más, pero sabía que Evan casi terminaba.
Lo sintió en la forma en que su piel formaba protuberancias y en cómo jadeaba.
Así pues, disfrutó del momento y se concentró.
“¡Aaaah!”
Shantelle llegó a su clímax con Evan.
Evan empujaba y empujaba, mordiéndole el cuello mientras calentaba sus paredes internas con su s%men.
Shantelle seguía ahogada en un mar de placer cuando sintió que Evan salía de ella. La hizo rodar suavemente sobre la cama para recostarla sobre su pecho y le dijo:
“Primera ronda de seis”.
Shantelle se mordió el labio.
Su cuerpo aún temblaba por el climax y Evan ya le estaba levantando el trasero.
Lo siguiente que sintió fue el duro p%ne de Evan p%netrándola por detrás.
“Mhmmm”.
Pasaron más de cuatro horas y la pareja seguía en el acto.
Esta vez, Evan llevó a Shantelle al baño, donde había espejos por todos lados.
Shantelle estaba frente al espejo, con la pierna izquierda sobre una silla mientras Evan la p%netraba por detrás.
Ya iban por la sexta ronda.
“Mira cómo te hago el amor”, le ordenó Evan.
La forma en que sonaba sucio añadió a la excitación en el núcleo de Shantelle, provocando que más jugo de amor brotara de ella.
Shantelle estaba empapando el miembro de Evan.
Estaba tan cerca del espejo que podía ver sus labios inferiores hermosamente envueltos alrededor del miembro de Evan, empujando dentro y fuera.
Evan la animó a venirse un poco más, y ella lo hizo, justo a tiempo, mientras Evan empujaba con fuerza y se corría dentro de ella nuevamente.
“¡Aaaah! ¡Evan!”.
“¡Aaaah! Shanty, ¡Te amo!”.
La pareja se besó antes de que Evan saliera de ella.
Se deleitaron con la vista de los labios inferiores de Shantelle, chorreando el s%men de Evan. Shantelle se apoyó en la espalda de Evan y le dijo:
“Quiero más”.
“Pero ahora no. Más tarde”, agregó ella.
…
Ese mismo día, cuando la familia de Evan estaba de vacaciones, invitaron a Wendell a la oficina del Director General de Servicios Internacionales de Mano de Obra GEF.
“Toma”, le dijo el Señor Gray a Wendell.
“Es un ginseng asiático preparado en un té. Es perfecto para tu salud”.
Wendell se terminó la taza de té enseguida.
Estaba a la temperatura adecuada.
Después de dejar la taza, el Señor Gray sonrió. Entrecerró los ojos hacia la tetera que tenía a la derecha de la mesa y dijo:
“Toma un poco más”.
Le sirvió otra taza a Wendell y le dijo:
“Toma más”.
Al ver la duda en la cara de Wendell, el Señor Gray dijo:
“No estoy tratando de matarte. Eres el esposo de mi hija”.
“Por supuesto que no, padre”, dijo Wendell antes de volver a tomar el té.
Entre trago y trago, el Señor Gray preguntaba sobre su nuevo cliente y Wendell le respondía.
Wendell pasó cerca de una hora en la oficina de su suegro, informándole sobre el trabajo y terminándose el té. Se sentía muy lleno en ese momento. Cuando acabaron, Wendell se excusó para ir al baño y aliviar su vejiga.
Luego reanudó el trabajo.
Minutos después, Wendell se sintió caliente.
Tenía el cuerpo en llamas y su miembro no paraba de endurecerse. No ayudaba que Milan estuviera entrando en su oficina, entregando documentos y demás, en minifalda y con una blusa que él podría arrancarle fácilmente.
Después del trabajo, Milan y él se dirigieron a su apartamento a toda prisa. Iban tan rápido que Milan temía que algo estuviera mal.
“¿Por qué conduces tan rápido?”, le preguntó Milan.
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