La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 224

Capítulo 224:

“Si todo va bien y sus números siguen creciendo dentro de dos semanas, podremos permitirle recorrer el hospital. Podrá jugar con otros niños de la planta de aislamiento y utilizar la pequeña sala de juegos. Le iremos introduciendo poco a poco el mundo exterior para que vaya creando nuevos anticuerpos”, agregó el Doctor de Lucas.

El Doctor Patel sonrió mientras miraba a la familia. También se le llenaron los ojos de lágrimas al ver su felicidad.

“Me alegro por su familia, Doctora Shantelle, Señor Thompson. Que Lucas siga mejorando”.

Se giró hacia Lucas y agregó:

“Y Lucas, gracias por ser valiente y seguir lo que te digo y lo que te dicen tus padres. Sé que es aburrido estar aquí, pero nunca te quejaste y eso me encanta de ti”.

“Gracias, Doctor Patel. Muchas gracias”.

Shantelle no pudo evitar darle un abrazo al oncólogo de Lucas.

Puede que fuera estricto en el aislamiento de Lucas, pero resultó eficaz porque Lucas no contrajo ninguna infección dentro de la unidad de aislamiento.

Cuando el Doctor Patel se marchó, Evan y Shantelle abrazaron a Lucas.

Los tres lloraron de alegría por varios minutos, dejando salir lágrimas por la noticia.

Mientras llamaban a sus amigos y familiares, siguieron llorando.

Clara estaba muy feliz. Eleanor lloró, Erick no podía estar más orgulloso de los sacrificios de su hijo por Lucas.

Por otro lado, William dijo:

“Elegimos al mejor Doctor y, Shanty, gracias a tu esposo por tener los medios para sacar a Lucas adelante”.

Como de costumbre, llamaron a los abuelos de Lucas por videollamada.

En la pantalla, pudieron ver a William limpiándose las comisuras de los ojos desde su oficina.

Dijo: “Evan, gracias por cuidar de Lucas”.

Evan sonrió orgullosamente ante su suegro y dijo:

“Daria el mundo por mis hijos”.

Para celebrar la buena noticia, Evan encargó un almuerzo especial para Lucas.

Él y Shantelle estaban disfrutando de una suntuosa comida cuando de repente Sean lo llamó.

Evan estaba llevando la comida a su boca, así que, tras ver que su amigo llamaba, decidió ignorarlo diciendo:

“Después, Sean”.

Tenía intención de llamar a Sean después de comer, pero se olvidó por completo cuando reanudaron su gran festín.

…

Por la tarde, la pareja pasó una hora hablando de sus planes para cuando Lucas saliera del hospital.

También tuvieron la oportunidad de hablar por videollamada con Kaleb Wright y su familia. Lily se puso muy contenta al enterarse de que las células de Lucas estaban creciendo.

A las tres de la tarde, sonó el teléfono del trabajo de Shantelle.

Evan fue el primero en darse cuenta, así que le dijo:

“Diles que no puedes. Disfrutemos de este momento en familia”.

Shantelle hizo una pausa y se lo pensó.

Luego aceptó la sugerencia de Evan.

No quería que su hijo ahora que su estado de salud mejoró.

Respondió a la llamada e inmediatamente le informaron de una operación urgente.

La enfermera de urgencias le dijo:

“Es un paciente de trauma por un accidente automovilístico. Sospechamos hemorragia interna y daños en los pulmones…”

“Por favor, pónganse en contacto con el Doctor Hale o el Doctor Chen. No puedo ir”, le informó Shantelle.

“Ay, pero el Doctor Hale está aquí, Doctora Shant. Dijo que usted querría tratar a este paciente personalmente”, informó la enfermera.

“Está en muy mal estado”.

Shantelle frunció el ceño.

Se le puso la piel de gallina al preguntar:

“¿Quién es el paciente?”.

“El Señor Sean Ross”, le respondió la enfermera.

Shantelle se quedó atónita.

Se apresuró a decir:

“Enseguida voy”.

Llamó a Miguel y le indicó:

“Miguel, prepara el coche. Voy al centro cardiopulmonar”.

“¿Querida esposa? ¿Qué pasa? Creí que acordamos que te quedarías por Lucas”, le dijo Evan, Shantelle tuvo que ser muy cuidadosa para no preocupar a su hijo.

Así pues, se acercó a Evan y le susurró al oído:

“Ingresaron a Sean en el centro cardiopulmonar. Tuvo un accidente automovilístico y está sangrando internamente. Quieren que vaya porque no está en buenas condiciones”.

Evan se quedó inmóvil, pero Shantelle seguía en movimiento.

Se despidió de Lucas diciendo que había una emergencia.

Cuando Evan recobró el sentido, persiguió a su esposa por la zona de descontaminación, diciendo:

“¡Pase lo que pase, sálvalo, Shanty! Sálvalo”.

“Lo haré. Tengo que irme, Evan”, le dijo Shantelle.

En la sala de operaciones número uno del Centro Cardiopulmonar de Santo Dominique, Sean fue sometido a una operación a tórax abierto.

Shantelle y un grupo de cirujanos realizaron una operación exploratoria, encontrando daños en su cavidad torácica y órganos.

Estaba perdiendo tanta sangre que no tuvieron tiempo de utilizar en él la cirugía robótica ni de hacerle una tomografía.

“Su tensión arterial está bajando”, informó el anestesista antes de administrar a Sean otro medicamento.

“Sean, solo un poco más. Casi termino”, dijo Shantelle mientras navegaba por la pared torácica, justo encima del pulmón, donde se producía la mayor parte de la hemorragia.

Se trataba de una vena principal cercana al corazón que se perforó debido a los cristales rotos de la ventanilla de su coche.

Shantelle estaba cosiendo la apertura de la hemorragia mientras el Doctor Hale ejercía presión sobre las venas.

“Succión”, le ordenó Shantelle a su cirujano asistente.

Tras remover la sangre que se acumulaba en las paredes torácicas de Sean, notaron que aún salía más.

Se dieron cuenta de que tenía otra hemorragia.

“Su presión arterial sigue bajando”, anunció el anestesista.

Shantelle ya estaba entrando en pánico, pero sabiendo que eso no ayudaría, ella y el Doctor Hale trabajaron mano a mano y procedieron a buscar la otra fuente.

Mientras lo hacían, Shantelle seguía hablándole a Sean:

“Por favor, no te rindas, Sean. Solo un poco más”.

Mientras tanto, la tensión arterial de Sean seguía bajando a pesar de que le daban más medicamentos y transfusiones de sangre.

Para cuando Shantelle encontró la última fuente de la hemorragia, lo peor ocurrió.

El corazón de Sean se ralentizó.

Shantelle masajeó el corazón de Sean, pero eso no funcionó.

.

.

.