La exesposa del CEO es una cirujana -
Capítulo 223
Capítulo 223:
En los días siguientes, Shantelle y Evan se ocuparon de todo.
Todos los días, Evan limpiaba personalmente las zonas que Lucas tocaba.
Ni siquiera se arriesgaba a dejar que las enfermeras lo ayudaran con la limpieza.
Cuando Shantelle venía de visita, se bañaba en la zona de aseo de la unidad y se ponía la ropa planchada que Evan le preparaba.
Se lavaba bien las manos, se frotaba con alcohol y se ponía dos capas de mascarillas.
En las horas de comida, Evan limpiaba los cubiertos, vigilaba estrictamente que Lucas evitara tocarse la cara y además lo instaba constantemente a que se lavara las manos.
No les importaba estar cerca de volverse locos, hacian lo que tenían que hacer para proteger a su hijo.
Pronto llegó otro efecto secundario de la quimioterapia.
A Lucas se le empezó a caer el cabello.
Un día, Lucas despertó a Evan mostrándole cómo se le caía y le dijo:
“Mira, Papi. Me voy a quedar calvo”.
“Calvo, pero guapo”, contestó Evan mientras se sentaba en la cama del hospital de Lucas y observaba cómo se le caía el cabello a su hijo.
Luego, respiró profundamente y dijo:
“Tengo una idea genial. Vamos a darle una sorpresa a tu mamá”.
En la siguiente visita de Shantelle, vio por primera vez a Lucas completamente calvo.
Ella dijo:
“Ayyy. Qué guapo estás, Lucas”.
Abrazó a su hijo y le frotó la cabeza.
Sonrió y dijo:
“No te preocupes, va a crecer”.
Estaba feliz de ver a su hijo bien.
“¿Dónde está tu Papi?”, preguntó Shantelle.
“En el baño, Mami”, le respondió Lucas.
Pronto salió Evan.
Tenía una amplia sonrisa mientras mostraba su nuevo corte.
“¡Cielos!“, gritó Shantelle.
Se le aguaron los ojos de la risa.
¡Su esposo se rasuró la cabeza!
Lucas se rio mucho con su Mami y luego dijo:
“¡Papá y yo somos iguales, mami!“.
“¿Qué tal me veo, querida? ¿Guapo o sumamente guapo?”, se burló Evan.
Shantelle no pudo evitar llorar, pero esta vez fueron lágrimas de alegría porque Evan hizo sentir a Lucas que no pasaba nada por perder el cabello.
Ella abrazó a Evan.
Se bajó la mascarilla y lo besó en la boca y también en la cabeza.
Ella respondió:
“Creo que hoy estás más guapo que nunca”.
Ella agarró su cara y dijo:
“Te amo tanto”.
Devolviendo el abrazo a Shantelle, Evan respondió:
“Yo también te amo”.
En los minutos siguientes, Shantelle se tomó fotos con Evan y Lucas.
Se las envió a los chicos y cada uno de ellos llamó a Lucas al cabo de una hora.
Wendell fue el primero en iniciar una videollamada, ¡Y se quedaron petrificados al ver cómo Wendell también se rapó la cabeza!
“Este es un nuevo estilo”, dijo Wendell, presumiendo su cabeza ante la cámara.
Detrás de él, Milan se moría de la risa.
A continuación, Keith llamó y se unió ala videollamada.
Al igual que Wendell, también se rasuró la cabeza.
Dijo: “Rayos, ¿Cómo se le ocurrió a Wendell lo mismo que a mí?”.
“Soy más rápido. Acéptalo, Keith”, dijo Wendell, guiñándole un ojo a Lucas Lucas, Evan y Shantelle se reían en sus asientos.
Lucas estaba muy entretenido viendo cómo sus tíos se rasuraron la cabeza por él.
“¿Crees que Sean se rasurará la cabeza?”, le preguntó Keith.
“¡Está de luna de miel’ ¡Probablemente no sabe lo que está pasando!”, dijo Wendell.
Para su sorpresa, después de media hora en línea con Lucas, Sean llamó, y al igual que los demás, ¡También tenía la cabeza rapada!
“¡Rayos! Llegue tarde a la fiesta”, gritó Sean, al ver que era el último en incorporarse a la videollamada y que sus amigos también se rasuraron la cabeza.
Al final de aquella entretenida videollamada, los amigos tomaron fotos para compartir esa memoria toda la vida.
Cuando los amigos de Evan terminaron de conversar, Shantelle preguntó:
“¿También debería raparme la cabeza?”.
“¡No!”, dijeron Lucas y Evan al mismo tiempo.
…
Todo el mundo estaba conteniendo la respiración.
Tras casi dos meses de aislamiento, el Doctor Patel vino a informarles de los últimos análisis de sangre realizados a Lucas.
A la espera de la noticia, se quedaron en un silencio absoluto.
El Doctor Patel anunció:
“Según el último análisis de sangre, ¡Las células nuevas están replicándose! ¡Estamos en camino a la recuperación!”.
Inmediatamente, Shantelle empezó a llorar.
Incluso Lucas lloró porque sabía que eran buenas noticias.
Evan tampoco pudo contenerse, se le llenaron los ojos de lágrimas cuando se giró para abrazar a su esposa.
“¿Creen que deban celebrar? ¡Definitivamente! Significa que el cuerpo de Lucas no rechazó la sangre de su hermano y que las mismas células trasplantadas tampoco reaccionaron a la defensiva. Eso es lo mejor de las células madre. Son versátiles y no se resisten ante la presencia de una médula ósea extraña”, agregó el Doctor Patel.
Shantelle sabía que era cierto.
Si hubieran buscado médula ósea de un donante de mayor edad, la sangre del donante podría crear anticuerpos anormales.
Se trataba de un problema habitual cuando se introducía en una nueva persona.
Lo mismo ocurría con los pacientes de trasplantes: podían rechazar el órgano nuevo.
“¿Hemos superado la peor parte? Según mi experiencia, sí. Confío en el camino que hemos elegido, desde las células madre hasta su cultivo antes del trasplante”.
“Sin embargo…”, el Doctor Patel levantó la mano y continuó:
“Debemos permanecer atentos. La etapa de observación continuará hasta un año después del trasplante. Por ahora, el aislamiento sigue siendo necesario. Dejemos que esas células crezcan en número para que Lucas tenga la protección necesaria: glóbulos blancos que le servirán como sistema inmune”.
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