La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 21

Capítulo 21:

Luego de cerrar los ojos, la llamó por su nombre en silencio:

“Shanty. Shanty, lo siento. Te lo compensaré, te lo prometo. Te llevaré a París, como te dije”.

Abrió los ojos y reveló su plan, uno que le rondaba la cabeza desde la última vez que vio a Shantelle.

“Llevo tiempo pensando en esto… Quiero… Reconciliarme con Shanty”.

Respiró hondo y agregó:

“Pero primero, tengo que asegurarme de que Nicole quede en la cárcel”.

Sean se quedó con la boca abierta. Por otro lado, Wendell asintió con aprobación.

Ese mismo día, en Warlington, Shantelle había empezado su primer día en la facultad de medicina.

Se tomó una foto desde el jardín delantero del edificio y la publicó en su cuenta de redes sociales. Shantelle ya no tenía que preocuparse de que Evan se enterara.

Ella tenía su cuenta en modo privado y Evan no tenía una cuenta personal en las redes. Siempre decía que no tenía tiempo para esas cosas.

En su cuenta publicó:

[No pasó mucho tiempo desde que dije adiós, pero hoy me atrevo a decir hola nuevamente. El pasado está en piedra. Es hora de seguir adelante. Sí algo aprendí de la vida es el hecho de que siempre sigue. ¡A vivirla!].

Sus amigos no tardaron en darle al botón de me gusta y darle palabras de ánimo.

Shantelle sonrió al entrar en el edificio, pero justo cuando estaba a punto de entrar en su primera clase, recibió una notificación en su teléfono.

Había un comentario de un hombre en su publicación. Decía:

[Nunca sabes. Yo podría ser tu… Hola].

El comentario era de Keith Henderson, el amigo de Evan.

Ella no podía creer lo que veían sus ojos. ¡Ni siquiera recordaba cuándo Keith la había comenzado a seguir en sus redes sociales!

…

“¿Qué tal tu primer día en la escuela de medicina?”.

Shantelle se quedó más que sorprendida al ver a Keith Henderson apoyado sobre un deportivo BMW frente a su facultad.

Se veía increíble con su camisa blanca de cuello chino, abrigo gris y pantalones. Llevaba el cabello rubio oscuro bien peinado y la cara bien afeitada.

Él bromeó:

“Sí que me veo guapo, ¿Verdad?”.

Al ver cómo Shantelle lo miraba detenidamente, una sonrisa engreída se formó en su rostro.

“¿Qué haces aquí?”, preguntó ella, ignorando su comentario.

“Estoy de viaje de negocios. Prima Med%Care tiene más de diez mil asegurados en Warlington y pienso fortalecer la presencia de nuestra empresa en la ciudad”, reveló Keith.

Cuando Shantelle levantó una ceja, él se rio y dijo:

“Ah, ¿Te refieres a que hago aquí? ¿Delante de tu escuela?”.

Keith continuó:

“Le pregunté al Doctor Scott dónde estabas. Iba a visitarlo de todos modos, así que decidí venir a recogerte. Sé que tu padre aún no ha contratado a un chófer para ti. Estaré en la ciudad dos meses, así que puedo ser tu chófer”.

Shantelle sacudió la cabeza y dijo:

“No hace falta. Puedo conseguir un taxi por mi cuenta”.

“Voy al Hospital de Warlington de todos modos. Puedes ir en taxi, pagar y darle tu confianza a un desconocido, o puedes venir conmigo… Gratis”, señaló Keith.

“Bueno”, dijo Shantelle.

Cediendo ante la oferta de Keith, puso los ojos en blanco y fue directo al lado del pasajero del coche.

Durante el viaje, permanecieron en silencio. Cuando se acercaban al hospital, Keith comentó:

“Hay algo que deberías saber sobre Nicole”.

“¿Que está viviendo con Evan en nuestra casa marital? Ya lo sé”, dijo Shantelle mientras miraba por la ventana.

“¡¿Qué?!”.

Ese pedazo de información tomó por sorpresa a Keith.

Respondió: “No creo que”.

“Lo escuché alto y claro. Nicole contestó el teléfono de la casa cuando llamé a la Señora Shaw, la ama de llaves”, informó Shantelle mientras evitaba su mirada.

Keith hizo una mueca. Dijo:

“No sé nada de eso, pero”.

“No quiero saber más, Keith. Por favor, basta. Vine aquí para olvidar a Evan, no para volver a recordarlo”.

Shantelle recordó el momento cuando se enteró de que Nicole vivía en su casa.

Lloró durante horas, sintiendo que el dolor de su pecho volvía a apoderarse de ella. No podía contar las veces que había dicho que no lloraría más por Evan.

Pero era más fácil decirlo que hacerlo. Las cosas que te hace el amor.

“Pero, Shanty”.

Keith volvió a insistir.

Sin embargo, Shantelle lo interrumpió.

“Por favor. Me lo prometiste, Keith… En el club. No le dirías a Evan dónde estoy, así que tampoco hablemos de él aquí en Warlington”, le recordó Shantelle.

“No acordamos ese último punto, pero si insistes”, respondió Keith.

Shantelle contestó:

“No quiero cambiar de opinión sobre Evan y Rose Hills. Esta es mi vida ahora, aquí en Warlington. Así que, no importa lo que quieras decir, no lo hagas”.

El silencio se extendió entre ellos. Finalmente, Shantelle razonó:

“Lo amo, Keith, pero amarlo es demasiado doloroso. Como te dije, vine aquí para olvidarlo. Y pronto, ya no lo amaré”.

“Lo entiendo, Shanty”, respondió Keith, concentrando su mirada en la carretera.

“Sé exactamente cómo te sientes”.

El silencio volvió a caer sobre ellos. Cuando estaban por llegar al hospital, Shantelle aprovechó para preguntar:

“¿Por cierto, ¿Cuándo… Cuándo empezaste a seguirme en las redes sociales?”.

“Te he seguido desde que cumpliste dieciocho años. Recuerda que tu padre nos invitó a tu debut social”, recordó Keith.

“Además, nos conocemos desde que éramos jóvenes. Igual que los Thompson, somos de Rose Hills. Sean y Wendell son los que se mudaron a la ciudad en la secundaria”.

Shantelle respondió:

“Ah, claro, me había olvidado de eso. Estuviste en mi fiesta de cumpleaños”.

Keith se rió mientras apagaba el motor. Respondió:

“Tranquila, estoy acostumbrado. Siempre te olvidas de los demás… Excepto de Evan”.

…

“Doctor Scott, es un honor para nosotros tenerlo en nuestra lista de Doctores de Warlington”, dijo Keith mientras sonreía, después de que William Scott firmara los documentos.

“Esto es un trato secreto, Keith”, respondió William.

Miró por la puerta de vidrio de su oficina y al notar a Shantelle sentada en la sala de espera, leyendo un libro, enfatizó:

“Recuerda nuestro acuerdo”.

“No le diré a nadie en Rose Hills”, confirmó Keith.

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