Capítulo 20:

Cuando Wendell estaba saliendo de su casa por la noche, se dio cuenta de que la mansión frente a la suya tenía las puertas abiertas y un coche estaba entrando en ella.

No le habría extrañado si no fuera por el hecho de que la casa llevaba vacía unos nueve años. Solo los cuidadores entraban y salían del lugar los fines de semana.

Wendell se preguntó:

“¿Será que los Campbell regresaron?”.

Al pensar en los Campbell, Wendell hizo una mueca.

Recordó que la hija de los Campbell estaba enamorada de Evan en la secundaria. Se había puesto tan celosa de lo cercanos que eran Shantelle y Evan que ella misma intentó hacerle daño a Shantelle.

Mientras recordaba el pasado, Wendell se burló mientras conducía en dirección a la oficina de Evan.

Su amigo necesitaba de su ayuda.

“¿Ya la encontraste?”, preguntó Wendell. Le pasó una copa de licor a Evan y dijo:

“Teniendo un día difícil, ¿Eh?”.

Esta vez todos estaban en la oficina de Evan. Sean y Wendell habían llegado antes, pero Evan llegó una hora después.

Desde que Nicole se marchó, Evan apenas había descansado.

Conducía de un lado a otro, hablando con las autoridades mientras se aseguraba de advertirle a todas las empresas de transporte privado a quién se iban a enfrentar si dejaban que Nicole Lively se escabullera fuera de la ciudad.

“No, todavía no”, respondió Evan mientras levantaba el vaso.

Se lo tragó todo de un solo sorbo y dijo:

“¡Pero no se va escapar a ninguna parte!”.

Con la ayuda de los contactos de Evan, especialmente la familia de Wendell, la policía buscó a Nicole.

Las fronteras estaban aseguradas y se había alertado al aeropuerto. Nicole podría esconderse, pero no podrá salir de Rose Hills.

“¿Dónde está Keith?”, preguntó Evan tras notar que su otro amigo había desaparecido.

“Se fue de la ciudad la semana pasada, después de que te peleaste con él”, reveló Sean.

“No te preocupes, volverá”.

Evan asintió.

Cuando Nicole fue ingresada al hospital por la supuesta vi%lación, discutió con Keith por teléfono.

Pero luego de enterarse de la verdad, Evan era quien debía disculparse con Keith.

Moviendo la cabeza en afirmación, Evan respondió:

“Hablaré con él cuando llegue”.

“Maldición, viejo. Esa chica te quiere como si estuviera adicta”, sugirió Sean con una sonrisa burlona.

“No veo la gracia, Sean”, le dijo Evan mientras se sentaba en el sofá.

La oficina de Evan tenía una mini sala de estar. Estaba conectada con su habitación privada, donde descansaba de vez en cuando.

“¿Tu agente ya te dio los resultados de su investigación de Nicole?”, preguntó Wendell.

Evan gruñó y respondió:

“En uno o dos días… El investigador fue a Lockwood para revisar los antecedentes de su familia. Sea quien sea su familia, pagará el precio por haberme traicionado”.

“No te preocupes, Evan. Una vez que la atrapen, mi padre no la dejará ir tampoco”, reveló Wendell.

El grupo de amigos siguió conversando sobre las acciones manipuladoras de Nicole. Los tres no podían creer que existiera una mujer así.

“Pero ella tiene una identificación, ¿No?”, preguntó Sean.

“¡Claro!”, respondió Evan.

“Yo, por lo menos, comprobé si todas sus identificaciones eran válidas allá en Lockwood, ¡Y sí lo eran! Tenía una cuenta bancaria a su nombre, así que no tenía motivos para sospechar de su identidad”.

“No habría conseguido el puesto de bibliotecaria si no tuviera los documentos adecuados”, agregó Wendell.

“Podemos especular toda la noche, pero supongo que pronto lo sabremos a ciencia cierta”, sugirió Sean.

Con un suspiro, Evan dijo:

“¡No puedo esperar, maldición!”.

“Cambiando de tema, nuestros vecinos regresaron a la ciudad”, dijo Wendell de la nada.

“¿Quién?”, preguntó Sean.

“¿Te acuerdas de la animadora de la secundaria que estaba locamente enamorada de Evan?”, recordó Wendell.

Sean dijo:

“Oh, ¿Melody Campbell? ¿Cómo olvidarla? Una vez empujó a Shanty a la calle y casi la atropella el autobús escolar. Ya la recuerdo. ¿No se fue su familia de la ciudad antes de que Melody terminara la secundaria?”.

“Corrección”, recordó Wendell.

“¡La expulsaron!”

De repente, Evan dijo:

“Recuerdo que mi padre también impuso una sanción comercial contra los Campbell. No tuvieron más remedio que abandonar la ciudad”.

Evan se encogió de hombros y dijo:

“Ya sabes que mi padre adoraba a Shanty”.

La sala se quedó en silencio por unos instantes hasta que Sean dijo:

“En realidad, Evan… En la secundaria, no era solo tu padre. Tú también querías a Shanty”.

Wendell agregó:

“Si. Siempre tenías una sonrisa cuando ella se abalanzaba sobre ti en la escuela”.

“Shantelle… Shantelle”, dijo Evan en voz baja.

Pensar en su exesposa le aliviaba de algún modo su tensión actual.

“Si, éramos muy unidos, pero yo era joven… los dos éramos jóvenes en ese entonces. Además, estuve fuera de Rose Hills demasiado tiempo. Supongo que el tiempo te cambia. El tiempo te hace olvidar”.

Wendell dijo:

“Es una pena, Evan. Si no hubieras vuelto a Rose Hills con Nicole, tal vez… Quizá Shanty y tú se habrían juntado… De forma natural, sin matrimonios forzados. Probablemente hubieran acabado saliendo y casándose por su propia voluntad”.

Se hizo silencio de nuevo. Evan acabó apoyando la cabeza en el respaldo del sofá.

Su mente recordó los días en que era joven.

Le vino a la cabeza la imagen de una joven Shantelle corriendo por los pasillos del colegio.

Cada vez que salía de clase, corría a la sección de secundaria para despedirse de Evan.

También había veces en que el Doctor Scott le pedía a Evan que llevara a Shantelle a casa. Sus familias eran muy cercanas.

Los Scott dejaban a Shantelle con los Thompson, y los padres de Evan la apreciaban.

Cuando Evan estaba en la universidad, rara vez regresaba a Rose Hills, pero recordaba algunas ocasiones en las que Shantelle y él se habían encontrado.

Cada vez que la veía, se convertía más y más en una dama, no era simplemente aquella joven que veía como una hermana para él.

Pensando en lo que dijo Wendell, también recordó cómo Shantelle se volvió tan insegura a causa de Nicole y cómo empezó a actuar tan celosa.

Internamente, insultó a Nicole.

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