La exesposa del CEO es una cirujana
Capítulo 10

Capítulo 10:

Mientras las amigas de Shantelle perseguían a Evan, Keith siseó. Sacó su billetera y se giró hacia Nicole.

Le dio un billete de cien dólares y le dijo:

“Arréglatelas sola”.

Evan no podía creer lo que veían sus ojos. Shantelle siempre había sido muy reservada. A Evan le gustaba pensar que era así por él.

Él fue su primera pareja y, curiosamente, él nunca había tenido intimidad con nadie más, aparte de su actual ex esposa.

Shantelle nunca fue de las que salían a discotecas, ni le gustaba bailar en medio de la multitud con una falda por encima de las rodillas.

Ella se vestía a la moda, pero rara vez enseñaba mucha piel en público. Para Evan, Shantelle no necesitaba llevar ropa se%y para saber que tenía un cuerpo espléndido.

Al ver que Shantelle llevaba un vestido de encaje que se ajustaba a su cuerpo, Evan respiró profundo.

Sus ojos observaron cómo su cabello dorado rebotaba de un lado a otro y sus caderas se balanceaban mientras bailaba con sus amigas.

Evan conocía bien a las compañeras de Shantelle, sobre todo a Karise. Una cosa que le tranquilizó fue el hecho de que ella no había llegado al club con un hombre. Ya suponía que esta salida nocturna era algo que Karise había decidido.

Unos minutos antes, en la mesa de Evan y sus amigos.

“Nuestra Shanty es realmente guapa”, comentó Wendell. ‘

“Si, lo es”, dijo Keith. Luego se levantó y anunció:

“Bueno, será mejor que baile con la chica más guapa del club”.

“¿Qué estás haciendo, Keith?”, preguntó Evan irritado.

“¿Qué? ¿No puedo bailar con una amiga?”, preguntó Keith con una sonrisa traviesa. Luego le dio la espalda a Evan y caminó hacia la pista de baile, buscando a Shantelle.

Evan se quedó mirando mientras Keith y Shantelle hablaban entre ellos. La vio sonreír. Al instante, sintió que algo le apretaba el corazón.

¿Hace cuánto que no veía a Shantelle sonreír así? Solía tener ese rostro resplandeciente, una sonrisa que podía alumbrar la noche por su cuenta.

Sin embargo, todo eso se desvaneció en los últimos meses de su matrimonio.

“Se ven bien juntos”, comentó Nicole, con los ojos fijos en Shantelle y Keith. Se dio la vuelta hacia Evan e intentó sacarle su opinión.

“¿No te parece, Evan?”.

Mientras Evan fruncía el ceño, Sean escupió su bebida y se rio ante la idea de que Keith y Shantelle estuvieran juntos.

“Eso sería un sueño hecho realidad… Para Keith”.

‘¿Que? ¿Qué rayos dijo Sean? ¿Keith gusta de Shantelle?’.

De repente, Evan se dio cuenta de que Shantelle los miraba.

Inmediatamente se sintió culpable, como si lo hubieran pillado teniendo un amorío. Evan sabía que a Shantelle siempre le había dolido su cercanía con Nicole, y volvió a notarlo cuando sus miradas se cruzaron brevemente.

‘No’, pensó él.

No quería que Shantelle malinterpretara el motivo de su salida con Nicole.

“Evan, quiero bailar. ¿Podemos bailar?”, preguntó Nicole.

“Por favor”.

Dirigiéndose hacia Nicole, Evan dijo:

“No quiero bailar. Ve tu a bailar”.

Siguió bebiendo mientras observaba a Keith y Shantelle. No tenía ni idea de lo que estaban hablando, pero le inquietaba.

‘¿Y si a Keith realmente le gusta Shantelle? ¿Por qué me molesta tanto?’.

‘Maldición. ¿Por qué me siento así?’, se preguntó mientras sus ojos se entrecerraban, fijos en la pista de baile.

Lo siguiente que notó fue que Shantelle estaba disfrutando en compañía de Keith, bailando y charlando.

Sus amigas no paraban de invitarle copas, lo que también le preocupaba.

Mientras Evan observaba a Shantelle, Nicole se enfureció por dentro. Hizo todo lo posible por mostrarse tranquila, para fingir que la atención de Evan hacia Shantelle no la afectaba, pero ¿Cómo no iba a afectarla? Evan prácticamente la estaba ignorando.

‘Esa z%rra. ¡Todo esto es culpa suya!’, gritó en su cabeza.

Oh, ¡Cómo quería caminar hasta la pista de baile y arañar la cara de Shantelle!

Nicole odiaba tanto a Shantelle.

¡Sobre todo su rostro divino!

De vez en cuando, Nicole miraba a Evan.

La forma en que miraba a Shantelle la hizo preguntarse si se había enamorado de ella. Ante esa posibilidad, frunció el ceño.

‘No, no puede ser. Si no, no le habría pedido el divorcio’.

Tras una hora sentada junto a Evan, bebiendo mientras era ignorada, Nicole volvió a intentarlo:

“Evan, quiero bai-”.

Antes de que pudiera terminar sus palabras, Evan se dirigió al centro de la pista de baile y, de repente, cargó a Shantelle sobre su hombro.

Nicole se quedó boquiabierta. Se dio la vuelta hacia Sean y Wendell, quienes sonreían burlonamente ante las acciones de Evan. Luego se giraron hacia ella, lanzándole una mirada lastimera.

Ella estaba furiosa. Nicole no podía creer cómo Evan la había abandonado, así como así. Tratando de demostrar que ella tenía más importancia en el corazón de Evan, caminó hacia donde él estaba.

“Yo llevaré a Shantelle a casa”. Dijo Keith entre el bullicio.

Con la cabeza gacha y las piernas sobre el hombro de Evan, Shantelle trató de razonar:

“¡Quiero irme a casa! Keith, llévame a casa”.

“Yo la llevaré a casa”, la cortó Evan.

Así que, al parecer, estaban discutiendo sobre quién debía llevar a Shantelle a casa. Nicole rápidamente trató de llamar la atención de Evan, por si acaso se le olvidaba que ella estaba allí todo el tiempo.

Sin embargo, escuchó que Evan le ordenaba a Keith:

“¡Tú lleva a Nicole a casa!”.

La cara de Nicole palideció, pero las tenues luces del club ocultaron la expresión de dolor de su rostro.

“Evan… Evan, deja que Keith se la lleve”.

Su voz ni siquiera se escuchaba entre las llamadas de las amigas de Shantelle.

“¡Evan!”

“¡Evan, suéltala!”.

Lo que empeoró su situación fue cómo la trató Keith, el amigo de Evan. El puto Keith Henderson le dio un billete de cien dólares y le dijo:

“Arréglatelas sola”.

¡Estaba furiosa! Aún más, ¡Odiaba a Shantelle!

“¡Z%rra!”.

“¿Evan? ¿Evan? ¿Por qué me dejaste aquí?”.

Nicole seguía llamando a Evan, pero sus llamadas solo se desviaban al buzón de voz.

Todo lo que podía hacer era dejarle un montón de mensajes.

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