La enfermera del CEO
Capítulo 134

Capítulo 134:

“Entonces, ¿Qué sucede? ¿Por qué estás distante conmigo?»

“Lo siento, no es mi intención, es solo que tengo muchas cosas en la cabeza. No puedo dormir.»

“Si no me cuentas lo que te pasa, no puedo ayudarte. Sé que ahora estoy ganando poco, pero te prometo que conseguiré algo mejor. Tu padre ya ha empezado a producir de nuevo en la granja, saldremos adelante juntos.»

Liam me extiende su mano para que la tome.

¡Dios!

Me siento terrible.

Debería ser capaz de confesarle la verdad.

Debería detener esta farsa antes de que siga creciendo y le haga un daño peor, pero soy tan cobarde que no puedo hacerlo.

Tal y como lo fui con Alec.

Quizás si le hubiera dicho la verdad desde el principio, ahora no estaríamos como estamos.

Tomo su mano y dejo que me acerque a su cuerpo.

Lo rodeo con mis brazos y suspiro suavemente.

Lo siento, Liam.

Lamento ser tan cobarde y mala persona.

“Sé que estás haciendo todo esto por mí, pero no lo merezco.»

“¿Por qué dices eso? Claro que lo mereces, eres una mujer increíble.»

“No, Liam, no lo soy.»

“¿Acaso esa foto de las noticias es real? ¿Me engañaste con ese hombre lisiado?»

“No es real esa foto, y no te refieras a él de esa forma, sabes que no me gusta que menosprecies a mis pacientes.»

“Lo siento. No voy a mentirte, estoy celoso de él”.

Levanto mi rostro para mirarlo con sorpresa.

“¿Celoso?”

“Él podrá estar en una silla de ruedas, pero, ¡demonios!, no puedo negar que es un hombre atractivo. Además, tiene mucho dinero.»

Quisiera echarme a reír. Si me hubiese dicho eso hace seis meses, le habría dicho que estaba loco.

Sin embargo, todo eso es verdad.

Aunque su físico o su dinero no son lo que me gusta de él.

Cuando conocí a Alec, creí que solo era un hombre amargado con la vida, una persona soberbia que miraba a todos por encima del hombro.

Y en cierto modo, sí lo era.

No tengo idea de cuándo empezó a cambiar eso, pero poco a poco, empecé a conocer una faceta de él que está mucho más profundo, debajo de todas esas capas de odio que tiene, hay un hombre de buen corazón.

Alguien a quien han traicionado mucho, y que ha confiado en quien no debe.

Eso me trae a la mente nuestra última conversación.

Dijo que piensa que Mason es el amante de su mujer.

Todavía no encuentro la relación entre ese nombre y el apodo de ‘Charles’ que me dio Cristal.

“Sabes que nunca me ha interesado el dinero», respondo mirándolo a los ojos.

Pero no niegas que es atractivo.

“Tampoco me pidas que mienta.»

Liam se echa a reír, pero estoy segura de que no hay ni una pizca de gracia en esa carcajada.

“Solo quiero que me asegures que no sientes nada por él. Que vas a casarte conmigo y dejaremos todo esto en el pasado. Sé que mis padres no han sido los mejores suegros, pero podríamos mudarnos a Oldham si las cosas no mejoran.»

“¿Mudarnos?»

“Lo he estado pensando mucho.»

“No lo creo, mi padre está aquí.»

“A tu papá le va bien solo, tienes que pensar en lo mejor para Caleb, para ti y para mí. Esta gente no nos va a dejar en paz. En la ciudad sería mucho peor, y ya saben dónde vives. Lo mejor es poner la mayor distancia posible.»

“Ya has pensado en todo, ¿No planeabas decírmelo?», acuso.

“Te lo estoy diciendo ahora.»

Pero esto no es algo que sugieres, es lo que quieres hacer.

Él se queda callado porque sabe que es verdad.

Me pongo de pie y me alejo de la cama, no puedo creer que haya decidido lo que será nuestro futuro sin consultármelo siquiera.

Abro la boca para refutarle la idea cuando tocan a la puerta.

Podría tratarse de mi padre y Caleb.

Ambos habían salido a hacer las compras del día, pero es tarde, mi padre siempre lleva sus llaves consigo.

Voy hasta la entrada para ver de quién se trata, Liam me sigue.

Al abrir la puerta, me encuentro con un enorme sujeto vestido de militar. Su mirada seria y hasta un poco aterradora me hace dar un paso hacia atrás.

“¿Se encuentra el Señor Liam Neeson?”

“Ah, sí»

Me hago a un lado para que él vea de quién se trata. Al voltear, lo descubro con los ojos muy abiertos y algo pálido.

Está pasando algo extraño aquí.

“He venido para la notificación de tu investigación administrativa sobre la baja deshonrosa,» anuncia el hombre.

“Sí, señor,» responde Liam acercándose a paso apresurado.

El militar le entrega una carta, luego le da una mirada de pocos amigos y se despide.

“¿Baja deshonrosa? Liam, ¿Qué significa eso?», interrogo.

Cierra la puerta luego de que se va el militar, y me mira con la vergüenza pintada en el rostro.

“Madison, yo…”

“¿Me mentiste?»

“Puedo explicarlo.»

“Dijiste que te habías ido por propia voluntad, que ellos te dejaron ir, y ahora resulta que no fue así.»

Quizá estoy exagerando al reaccionar de esa manera.

¿Acaso no le he mentido yo también?

Y mil veces peor que esto.

Pero esta podría ser la excusa perfecta que necesito para alejarme de él sin tener que lastimarlo demasiado.

“Ok, está bien, mentí. Tenía vergüenza de admitirlo,» dice mientras camina hacia la sala y se sienta en el sofá.

“¿Por qué? ¿Qué hiciste?»

.

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