La enfermera del CEO
Capítulo 107

Capítulo 107:

Aquí no necesito depender de una silla de ruedas, aquí ni siquiera necesito mis piernas, y se siente muy bien.

Volamos un buen rato hasta que el instructor dice que es hora de volver.

Mi abuelo ya ha aterrizado, así que el hombre se encarga de hacer las maniobras para tocar tierra de nuevo.

Termino cayendo sobre él, debido a que mis piernas me imposibilitan ayudarlo a aterrizar, pero no pasa mucho tiempo hasta que me desata de todas las cuerdas y esas cosas.

Madison viene corriendo hacia mí con las mejillas coloradas y los ojos muy dilatados, es obvio que está acelerada por la experiencia.

Se peina el cabello hacia atrás sin importarle que se arruine el peinado que traía, es en ese momento cuando noto que lleva puesto el collar que le di.

Creí que no lo usaba porque estaba empecinada en negar lo que sucede entre nosotros, pero verla con él puesto ahora solo me hace pensar que sus sentimientos no son tan contrarios como quiere hacerme creer.

Patrick trae la silla y entre los dos me sientan de vuelta a mi triste realidad.

“¡Eso fue asombroso!», exclama dando brinquitos.

“Tenías toda la razón, fue increíble», admito con una sonrisa.

“No puedo creer que nunca haya querido atreverme, creo que haré esto mucho más seguido», dice dando brinquitos.

“Ah bueno, te ves tan emocionada que me has antojado», comenta Patrick.

“Tienes que hacerlo», le insiste, él se echa a reír.

Volvemos a donde están los demás invitados, incluyendo a mi abuelo, que también tiene un gran brillo en su mirada.

“Estoy muy orgulloso de ti, Alec», dice de pronto.

Me quedo estupefacto.

Jamás esperé escuchar algo como eso viniendo de él.

“¿De verdad?»

“Iré a beber agua»

Avisa Madison y al instante se va corriendo a la mesa de bocaditos.

Mi abuelo toma los mangos de la silla y me empuja lejos de la gente.

No opongo resistencia, imagino que quiere hablar conmigo a solas.

Nos quedamos cerca de un grupo de árboles; más adelante, hay una colina y un risco ligeramente pronunciado.

“De verdad estoy orgulloso de ti», responde a mi pregunta.

Se detiene y queda delante de mí.

“Se supone que hoy es tu cumpleaños», le digo con un nudo en la garganta. Siempre creí que él detestaba todo lo que hacía, jamás creí que llenaría sus estándares como lo hizo mi padre.

“Exacto, por eso tienes que dejarme decir todo lo que pienso sin interrumpir.»

“Está bien, abuelo.»

“Alec, sé que a veces puedo ser muy duro contigo, pero si te exijo es solo porque sé que eres capaz de dar más. Cuando tus padres estaban vivos, siempre dabas todo de ti, pero luego de su muerte, cambiaste. Noté el reproche, yo también cambié, sin embargo, empezaste a hacer las cosas un poco a medias. Incluso con la mujer que escogiste como esposa.»

Giro los ojos cuando menciona a Jennifer, nunca puede quedarse callado con respecto a ella.

“Ella no hace que saques todo tu potencial…»

“Abuelo…»

“Déjame hablar. Sé que es tu mujer y ya no hay nada que se pueda hacer, pero tengo que decirte esto, no pienso quedarme con la espina antes de…»

Carraspea y se toma un poco de la copa que ya traía en la mano.

«Bueno, no importa. Lo que quiero decir es que me doy cuenta de lo que Madison hace en ti y por ti. Ella saca a ese Alec que eras cuando tus padres estaban vivos.»

Parpadeo varias veces con sorpresa. De todas las personas, nunca me imaginé que mi abuelo me diría algo así.

“Ah…»

“No, no digas nada. Solo si puedes, mantenla a tu lado. Estoy seguro de que te hace bien, y todavía tengo la esperanza de que te convenza de hacer el tratamiento de estimulación medular.»

Vuelvo a girar los ojos y dejo escapar un resoplido.

“Abuelo, no.»

“¡Ya, ya! Eso era todo lo que iba a decir. Es mi cumpleaños, no puedes enojarte.» Me echo a reír y le extiendo la mano.

“Está bien, solo por hoy, te lo dejaré pasar.»

Él toma mi mano y me da un abrazo fuerte.

Es raro que se ponga tan emotivo de pronto, imagino que son los efectos del alcohol y la adrenalina de su vuelo en parapente.

Nos damos la vuelta para volver cuando vemos a Madison encaminándose hacia nosotros. Me detengo, aunque mi abuelo sigue de largo.

“Esta ha sido una gran fiesta», digo después de que ella me da alcance.

“Y tú que no querías venir, pensaste que tu abuelo estaba loco».

“Sí, lo está, pero ha sido algo bueno», admito.

“Eso quiere decir, ¿Qué estás reconociendo que te equivocaste?»

Cuestiona señalándome con un dedo.

“Am, no, yo no he dicho eso».

“Mmm, para mí es lo mismo», dice mientras se ríe.

Mi vista vuelve a dirigirse a su cuello, porque el collar de alas se le ha enganchado en el borde del vestido.

Ella se da cuenta de que la estoy mirando y trata de dirigir su vista a esa zona.

“¿Qué? ¿Qué tengo?»

“Tu collar se ha atorado con un hilo del vestido.»

“Oh.»

Madison trata de destrabarlo, pero al no ver, se le hace muy difícil.

“Ven, yo te ayudo.»

“Está bien.»

Se inclina hacia mí para que yo pueda tener acceso a su cuello. Es un hilo ligeramente grueso que sobresale del cuello del vestido, el responsable.

“Voy a tener que romper ese hilo, espero que no sea la costura principal», bromeo.

“Me dejarías desnuda frente a toda esta gente»

Agrega en el mismo tono de broma, sin embargo, veo que sus mejillas se sonrojan cuando me quedo mirándola fijo.

Hago un poco de fuerza y consigo liberar el collar, mas, el rebote hace que su rostro se acerque más al mío.

De pronto veo el destello de una luz detrás de nosotros. Madison también se da cuenta, así que se yergue de inmediato.

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