Infinitamente nuestra
Capítulo 26

Capítulo 26:

Me miró fijamente y acerco sus labios a los míos, dándome un beso desesperado en agonía, un beso que jamás volveré a sentir en mi vida, sus labios se retiraron de los míos y por un instante comencé a arrepentirme de mi decisión.

“Jamás te olvidaré, tienes razón Arya no eres tú y tú eres mi vida, te amo Faith”, dijo Lanox por última vez y se alejó de mí para irse, para siempre de mi vida.

Cuando finalmente sentí que se habría ido, respire y ni siquiera me había dado cuenta, que está conteniendo la respiración, comencé a soltar unos gritos de desesperación, mi pecho comenzó a doler, y me caí al suelo de rodillas, llevando mis lanzó a mi pecho, mi corazón me dolía y mucho, demasiado.

Cerré mis ojos y comencé a llorar desesperada.

“Lanox perdóname, perdóname, perdóname”, decía sin parar, una y otra vez, mi corazón me dolía, mi alma se estaba muriendo pro alejarlo de mi vida, mi mate mi otra mitad mi otro ser, lo aleje para siempre y no sé si podré vivir con eso.

Ni siquiera me importo que Owen estaba presente, él se acercó a mí, intentando abrazarme, pero mis manos rodearon mi cuerpo, en señal de que no se me acercara y él entendió, dio un paso hacia atrás y se fue.

POV Lanox.

‘Lo nuestro pudo haber sido algo maravilloso Lanox, pero tú nunca regresaste, nunca me buscaste y cuando por fin lo hiciste elegiste a la persona que no era yo, porque Arya no soy yo’, las palabras de Faith aún se repiten una y otra vez en mi cabeza.

Esas palabras fueron como una flecha directo a mi corazón, aunque me duela aceptarlo, esto es culpa mía, quizá todo hubiera sido diferente, aunque quisiera quedarme y luchar por ella, como podré lograrlo si no quiere luchar por mí.

Como obligar a la mujer que amas y luchar por ti, cuando tú ni siquiera le demostrarte que ella es lo más importante en tu vida.

“¿Ahora entiendes, el por qué no quería que marcáramos a Arya?”, dijo Lance y en ese momento entendí todo.

“¡Por eso no querías que la marcara, por eso me pediste que esperar, porque demonios no me lo dijiste, en vez de dejarme arruinar todo, pude haber esperado hasta regresar de nuestro viaje! ¡Estúpido!, debiste decírmelo”, le digo.

“Lo siento, peor la Diosa no me lo permitió, todo tenía que seguir su curso, no había nada que pudiera hacer para ayudarnos, es el destino y este debe seguir su curso. Sabes que la hemos perdido, si me voy jamás podré verla de nuevo, Owen será su pareja y ella se entregará a él, quizá debo aceptar que he perdido y dejarla ser feliz, aunque no sea conmigo”, dice Lance.

Debería regresar con Arya, mi hermosa mate ella, inocente y sin saber todo esto que está pasando, mientras yo la ignoro y ella está pensando lo peor.

‘La Diosa tiene otro plan, debes confiar en ella, lo mejor es irnos y aceptar lo que el destino nos está mostrando Lanox’, decía Once en mi mente, pero me dolía aceptarlo, mi derrota.

A través de mi link mental, le pedí a todos mis guerreros que se prepararan para irnos, a primera hora, ya no había nada que haces aquí.

»¡Lanox! ¡Lanox!, ¿Qué está pasando, porque diste esa orden?”, dijo Elora confundida, pero no tenía mi mente clara como para explicarle con lujo de detalles lo que estaba pasando.

“Mi orden fue clara Elora, nos vamos, regresamos tengo planes que realizar y no puedo seguir perdiendo mi tiempo”, le dije sin más explicaciones.

“A mí no me engañas, sé que algo está pasando entre tú y Faith, solo un ciego no se daría cuenta de la atracción que existe entre ustedes”.

Sonreí al darme cuenta de que no solo yo pude sentir eso, sino las personas a nuestro alrededor.

“Eso ya no importa ahora, debo regresar”, le dije fríamente.

“Porque, no quieres que nadie se entere de que Faith es tu mate”, dijo ella y la miré sorprendido de donde saco esas ideas.

“¿Quién te lo dijo?”, le pregunté sin saber que más decirle.

“Nadie, tú acabas de confirmármelo, wow eso es increíble, que esperas ella es mucho mejor que Arya, mil veces es dulce, una guerrera bestial y ni se diga su carácter, prefiero tenerla a ella de Luna, que a la estúpida de su hermana”.

“¡Elora!”, dije llamando su atención, esa manera en la que se expresa de Arya, no es la correcta y menos ahora que ella será mi esposa y Luna.

“¿Qué?, no es un secreto que no la soporto, hay algo en ella que no me da confianza, no es al dulce palomita que todos creen, sé que algo oculta pro favor Lanox, no te vayas no dejes ir tu felicidad con Faith”, dijo tratando de convencerme.

“Precisamente por ella lo hago, no quiere saber nada de mí y como hombre y alfa, debo respetar su decisión, no puedo obligarla”.

“¿Vas a dejar que ese maguito te gane? Vaya jamás pensé que te dejaras quitar algo tan fácilmente, que te pasa, reacciona lucha por ella”, decía gritándome, definitivamente Elora lleva sangre alfa en sus venas, se expresaba de una manera que me hacía sentirme orgulloso de ella.

“No puedo Elora, porque la amo debo irme y dejarla ser feliz, que Owen pueda darle lo que yo no puedo”, dije.

“Te desconozco Lanox, un alfa siempre toma lo que quiere y lo que es suyo”.

“Ese es el problema, Faith no es mía y nunca lo fue y nunca lo será, no esperaré más tiempo me voy directo al aeropuerto, ya di indicaciones que todos estén en camino en cuanto tengas todo listo”, dije y me fui, no podía torturarme más y esto es lo que ella quiere, que así sea.

POV Owen.

Después de ver la forma en la que reacciono Faith, al irse Lanox ese estúpido lobo, me volví loco quise acercarme a ella, pero su aura me decía que lo último que quería era estar a mi lado en este momento,

Salí furioso y atravesando el jardín, la ceremonia de presentación ya había terminado, no sé cuánto tiempo estuvimos discutiendo que solo estaba Silvana y me detuvo al verme furioso.

“Owen, ¿Qué está pasando? Vi salir a Lanox furioso ni siquiera me hablo cuando intente detenerlo y Faith, ¿Dónde está ella?”, me pregunto y fueron tantas sus preguntas, que no quise detenerme a contestarlas, pero no tuve elección.

“¿Qué pasa? Me preguntas, ¿Qué demonios pasa?”, dije furioso sin poder controlarme.

“¡Pasa que ese estúpido lobo de mi%rda, es el mate de Faith, pasa que intento llevarse lo que es mío! ¡Pasa que no voy a permitir que nadie me la arrebate!”, grito.

“No puedes detener el curso de las cosas y menos de lo que ya está escrito, incluso antes de que tú nacieras”.

Al escuchar eso que dijo Silvana, no entendí o no quise hacerlo, caminé de un lado a otro, tocando mi cabello desesperado, por fin había logrado que ella me aceptara, mis planes estaban funcionando, había logrado obtener la magia negra que necesitaba, con el alma de esas vírgenes que obtuve y todo se estaba desmoronando, con la presencia de ese tal Lanox.

“Sabía todo lo que he hecho, para estar a su nivel, para ser el brujo que ella se merece, estoy dispuesto a poner el mundo a sus pies, porque ella no se merece menos, me pides que me haga a un lado y que le deje el camino libre a él, que solo apareció en su vida de la nada, cuando yo he estado para ella siempre”, le dije.

La miré con una sonrisa que incluso ella, borró su mirada de ternura con la que siempre me veía y creo que le dio miedo mi aura y debería.

“Owen has cambiado, ya no veo en ti ese niño tierno e inocente, que eras antes, algo en ti cambio, tu aura cambio, sea lo que sea que estás haciendo, debes detenerte porque no la conseguirás, ella no es para ti y forzar el destino tiene sus consecuencias y tú mejor que nadie sabe cuáles son”, me dice.

“La amo y siempre he hecho todo por merecerla, mi vida entera gira alrededor de ella, no sabes lo que me estas pidiendo y tienes razón, ese niño ya no existe, ahora está un hombre que consigue lo que quiere a como dé lugar y sin detenerse por nada, como un verdadero Caranthir debe ser”, le dije fuerte imponiendo mi linaje que con orgullo he reconstruido.

“Tú mejor que nadie, sabe los errores que han cometido los hombres de tu familia, no me hagas recordarte a tu tío Bruno y lo que él tuvo que sacrificar, por favor aun estas a tiempo de detenerte”, me dijo Silvana y en mi rostro se reflejó una sonrisa, ella sabe, no me lo dice directamente, pero sé que lo sabe.

“¿A que le temes Silvana?”, le pregunté de nuevo.

“A que despiertes algo que no puedas controlar”, responde.

“Creo que es demasiado tarde para eso”, sonríe al decirle y caminé alejándome de ella.

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