Infinitamente nuestra -
Capítulo 12
Capítulo 12:
“No se preocupe alteza, eso no pasará, además, cuando Faith y yo consumamos nuestra unión, aunque él apareciera ella ya sería mi muse oficialmente y no podría hacer nada al respecto”, responde Owen.
Me pude dar cuenta de la tensión que se sentía en el aire, por el comentario de manos y decidí cambiar el tema.
“¿Entonces viajaste hasta acá para darme la noticia?”, dije tratando de cambiar el tema.
“En parte es una de las razones, pero la más importante es que he venid acompañado de Lanox y su hermana, además de unos guerreros reales, para que puedan ver Jos entrenamientos y como manejan los combates entre lobos y magia, hay que estar preparados y con las nuevas técnicas que estas manejando aquí, se me ocurrió que podríamos compartirlas con ellos”.
“Me parece perfecto, así podré conocer a mi futuro cuñado e introducir a Owen oficialmente como mi pareja”, dije mirándole.
“¿Y dónde están ellos?”.
“Elora está en el castillo y Lanox salió a explorar un poco, está fascinado con nuestro territorio, es de esperarse nuestro Coven es hermoso al igual que la manada”.
“Entonces, deberíamos alistarnos para la merienda y conocerlos, te parece hermosa”, dijo Owen besando mi frente.
“Claro, papá, te veo más tarde”, le dije sonriendo,
“Owen, a ti también te veo más tarde”, le dije y él se acercó para darme un beso tierno en los labios.
Owen se fue a su castillo para alistarse y mi padre también decidió retirarse a su Habitación. Después de una larga, pero muy larga ducha, para relajarme salí a mi closet a elegir el atuendo para esta tarde, Eve ha estado muy ansiosa y me está volviendo loca.
‘No estoy segura de que el aceptar a Owen, fuera una buena decisión Faith’, dijo mi loba y ya estaba lista para escuchar sus quejas de siempre, sobre esperar a nuestro mate.
‘Nuestro mate esta por ahí y cuando vea que no lo esperamos, destrozaras tu alma y la nuestra’, dijo Eve.
‘Eve, tenemos 7 años esperándolo, creo que, si realmente fuera aparecer ya lo hubiera hecho, así que deja de ser tan obstinada y dale una oportunidad Owen, él nos ama incluso a ti’, le dije y la envíe a lo más profundo de mi mente, no estaba de humor para sus quejas.
Me acerqué a mi closet y decidí sacar un vestido blanco de manta, es un poco corto, pero me encanta es uno de mis favoritos, deje mis rizos sueltos, solo peine un poco mi cabello, no suelo maquillarme demasiado, así que utilice algo natural, mis aretes y mi brazalete que nunca me quito.
Al tocar mi antebrazo, note que no estaba y mi corazón comenzó a latir muy rápido.
“¿Mi brazalete? ¿Dónde está? Lo tenía puesto nunca me lo quito”, dije con angustia, miré entre las cosas sobre mi tocador y alrededor de mi habitación, pero nada.
‘¿Quizá? Se me cayó durante el entrenamiento’, dije en mi mente, salí corriendo de mi habitación, rumbo al campo de combate, cuando llegué Eve comenzó a saltar como loca en mi mente, no entendí el porqué de su reacción.
Estaba por llegar cuando un aroma de chocolate y fresas llego a mi olfato, era delicioso, jamás había percibido este aroma tan intoxicante que me hacía incluso que mis labios estuvieran húmedos por la sensación de la misma.
Hasta que llegué al área donde fue mi último combate con Owen y vi al objeto de este delicioso aroma, frente a mí estaba un hombre demasiado guapo, su cuerpo era musculoso incluso más que Owen, su bíceps parecían no tener fin, su cabello oscuro como el carbón le daba un aire de masculinidad que me tenía sorprendida, por el efecto que estaba teniendo en mí.
Me acerque a él y lo escuche decir algo que me confundió mucho.
“¿Qué es esto? Yo lo recuerdo es mío”, pude notar en su voz, que estaba muy confundido, miré sus manos y tenía mi brazalete.
“¡Mate!”, Eve regreso a mi mente y tomo control de mí y previo aviso solo dijo con orgullo y alegría,
“¡Mate!”, y él contestó de una manera posesiva, su lobo y su voz de humano contestando al unísono reclamándome, giro su cuerpo y me miro, pero pude ver como casi se le salen sus ojos de esos hoyos en su rostro.
No dejaba de contemplarme de arriba hacia abajo y estaba con la boca abierta, pero yo estaba aún en shock, por lo que escuche salir de mis labios.
‘¡Mate!’, fue lo que Eve dijo en mi mente y lo confirmo gritándole de frente, tome control de mi cuerpo y le arrebate el brazalete de su mano.
“Eso es mío”, le dije y tomé el brazalete.
“Ese brazalete es mío ¿De dónde lo sacaste, mi pequeña mate?”, me dijo y no pude evitar estremecerme al escuchar de sus labios la palabra mate.
“Fue un regalo, que me obsequio un joven que se perdió en el bosque de mi manada, cuando yo era pequeña”, le dije aún en shock, esto parecería fuera de este mundo, como un sueño abstracto.
Él me miro y pude ver como sus ojos cambiaban de color, como si estuviera hablando con su lobo.
“Eso no puede ser ¿Eres tú? Mi pequeña flor de gardenia, eras tú, siempre fuiste tú, mi mate tú fuiste mi primer amor, te encuentre y el destino finalmente nos volvió a reunir”, dijo acercándose a mí y tratando de tocarme, pero yo no podía moverme.
Sus brazos rodearon mi cintura y me acerco a él, tuvo que bajar su cabeza, porque era más alto que yo y nuestros labios se encontraron, me beso y fue como una explosión en mi cuerpo, algo que jamás había experimentado.
Mi cuerpo vibró bajo su calor, Eve estaba gritando de locura, estábamos en brazos de nuestro mate, en estos momentos nada tenía sentido y, pero al mismo tiempo todo era real, mi vida estaba completa, estaba plena en su esencia, él me beso y no podía dejar de disfrutar de sus labios.
Mi mate del cual desconocía su nombre, me acercaba cada vez más a su cuerpo y pude sentir algo bastante duro en mi vientre, él estaba excitado y yo estaba que no aguantaba el temblor en mis rodillas y la humedad entre mis piernas. Pero en un segundo mi mundo se vino abajo, al escuchar la misma voz que me hizo tocar el cielo.
“¿Arya?”, dijo él, me separé de su cuerpo con una fuerza y voluntad, que pensé que me había abandonado en este momento y lo miré confundida.
“¡No! Yo soy Faith”, digo.
Nos miramos sin saber que decir, pero esas palabras de su boca, me hirieron más que si me hubieras enterrado mil navajas, mi mate me estaba confundiendo con mi hermana, la Diosa de la Luna no podía ser tan cruel conmigo.
“Yo…”, él trató de acercarse a mí.
Nos miramos fijamente, ninguno decía nada y cuando el intento acercarse de nuevo, simplemente corrí, él se quedó en shock en el mismo lugar ni siquiera intento seguirme, eso me dio a entender que no sabía cómo reaccionar ante esta noticia.
¿Arya? ¿Por qué me llamo así? Nadie jamás me había confundido con mi hermana, aquí todos saben de nosotras, pero nadie se atreve a confundimos, porque evidentemente ella jamás ha puesto un pie aquí.
Era él, el joven que me dio el brazalete, él es mi mate eso quiere decir que cuando lo conocí, mis poderes se liberaron y el hechizo de mis padres se rompió, por eso fue que mi hermana y yo cambiamos físicamente, porque mi magia se liberó, pero solo la mía, eso me da miedo, soy tan poderosa que mi magia causó tantos cambios en nosotras.
Quizá mi madre siempre ha tenido razón en haberme exiliado, realmente soy una amenaza para Arya y esto que acaba de pasar, solo confirma mis sospechas ¿Yo soy la oscuridad? Solo da pensar que es verdad me da un miedo terrible.
“¡Faith! ¡Faith!”, me decía Owen, pero estaba tan distraído que ni siquiera lo había escuchado.
Él se acercó a mí y me tomo por sorpresa cuando me beso, di un pequeño salto sorprendida por su cercanía, eso me hizo que mis pies aterrizaran de mis pensamientos.
“¿Pasa algo?”, me dijo mirándome, pero no podía decirle lo que acabo de descubrir, le partiría el alma y ni siquiera sé lo que voy a hacer, ahora que mi mate ha aparecido y… ¿Su nombre?, no le pregunte su nombre de nuevo ¿Cuál es su nombre? ¿Y porque no puedo recordarlo?
“Faith ¿Qué está pasando? Estás como fuera de este mundo, puedo ayudarte en algo mi amor”, dijo Owen y pude ver en su rostro preocupación, que tonta esto se me está saliendo de las manos, él no tiene la culpa de mis inseguridades y traumas.
“¡No! Todo está perfecto”, le dije y me puse de puntitas para darle un beso, el cual él me correspondió abrazándome y acercándome a su cuerpo de una manera posesiva.
“¡Mmm! Jamás me cansaré de tocar tus sabios, son adictivos y eres tan hermosa, que aún no puedo creer que finalmente eres mía”, dijo mirándome y le sonreí.
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