Exesposa voy a conquistarte -
Capítulo 9
Capítulo 9:
“¿Por qué me ofreces disculpa? Me refiero, ¿Por qué lo harías si según tú y tus pruebas yo fui quien falló a nuestro matrimonio y a tu confianza al intentar desfalcar la empresa?”
“Todo fue una mentira, todo el tiempo lo fue”
Kat entornó los ojos.
“Explícate”
“Las fotos que te mostré, todo, incluso los movimientos de la cuenta de la empresa fueron manipulados por terceros, y como tenías una tarjeta con una extensión directa, consiguieron hacer ver que ese dinero estaba en tu cuenta, pero no fue así”
“Por supuesto que no” concordó.
“Yo jamás toqué un céntimo que no fuese de mi sueldo”
Cassio asintió levemente.
“Lo sé, y no sabes cuánto lamento haber desconfiado de ti, pero ahora…”
“Ahora solo estás aquí porque necesitaste comprobar que yo era inocente, no porque hayas elegido creer en mí, Cassio. Eso es patético”
“Tienes razón” le dijo, y eso no solo lo hacía sentir miserable, sino que sabía que no la merecía en lo absoluto.
“Pero estoy dispuesto a enmendar mi error, si tú me lo permites, yo…”
Kat alzó la mano para silenciarlo. Cassio se acababa de topar con una fortaleza impenetrable. Una que había tomado años forjarse.
“No tienes que hacer nada”
“Kathia… por favor”
Suplicó su nombre.
Ella se estremeció, pues el Cassio que ella conocía jamás suplicaba, mucho menos pedía las cosas dos veces.
“Solo sácame de una última duda. ¿Quién fue? ¿Quién podía odiarme tanto para hacerme algo así?” todos esos años le había estado dando vueltas al asunto, aunque tenía sus sospechas.
“Maurizio fue quien hizo los movimientos de la empresa, pero hay algo más… algo que probablemente tú no sepas”
Kathia entornó los ojos.
“Ese día en el hotel. ¿Sabes por qué estabas allí?”
“¿De qué estás hablando? Tú me citaste”
Cassio negó con la cabeza.
“Kat, yo jamás hice tal cosa”
“Pero tú me enviaste un mensaje, ¿Cómo…?” cerró la boca al instante y perdió la mirada en un punto fijo durante un segundo.
“Fue una trampa”
“Lo fue, yo nunca te envié tal mensaje ni mucho menos te cité ahí” le aclaró.
“Lo hizo alguien más por mí y… no solo eso, sino que tú estabas allí con Maurizio”
Ella lo miró con dureza.
“Yo no estuve allí con nadie, ¿Por qué insisten en…?”
“Kat, escucha”
La interrumpió él e intentó tomar su mano, pero ella la alejó de un leve tirón.
“Es muy poco probable que recuerdes esto, pero, estabas allí con él, en la cama… desnuda” Antes de que ella tuviese la oportunidad de volver a decirle algo, él continuó.
Le relató todo.
Kathia había sido dr%gada y obligada a actuar en contra de su voluntad gracias a una droga que la doblegaba en su totalidad, así que lo que él vio ese día fue completamente planeado para que de su supuesta infidelidad no quedaran dudas.
Kathia se incorporó horrorizada.
Ella solo recordaba haber llegado al hotel, y después… nada.
Lágrimas inundaron sus ojos y negó con la cabeza.
“¿Maurizio me…?”
“No”
Dios, no iba ni siquiera a permitir que terminara aquella aberrante frase. La tomó de las mejillas y la obligó a que lo mirase.
“Hay unas grabaciones que conseguí de la habitación y no sucedió nada. Él no te tocó. Tengo a un equipo muy discreto que está trabajando en conseguir las suficientes pruebas para meterlo a la cárcel, por el momento, no podemos ponerlo en evidencia, pero te juro que va a pagar”
Ella asintió de forma automática y se alejó de su contacto.
“¿Por qué él habría querido hacer algo así? Yo jamás le hice nada”
“Porque él fue únicamente un medio” le dijo.
“Hay otra persona detrás de todo esto, todavía no sé de quién se trata, pero cuando lo averigüe…”
Kathia alzó la mirada.
“Comienza por tu familia” le sugirió y Cassio entornó los ojos.
“¿A qué te refieres?”
“No dudo que tu hermana Francesca sea la autora intelectual de todo esto. Ella siempre me odió”
Cassio negó con la cabeza.
“Tú también la odiabas”
Ella sonrió con amargura.
“Solo me defendía de ella, que es muy distinto”
“Como sea, estás equivocada, Francesca no sería capaz de algo así”
“¿Y yo sí?”
Sus ojos marrones se convirtieron en dos gemas cargadas de fuego.
Cassio guardó silencio al tiempo que la veía tomar su bolsa y dejar un billete que cubría el café que en medio de la conversación le habían traído y estaba completamente entero.
“¿Quién te hizo llegar todas esas supuestas pruebas? ¿Quién era la única mujer que no me quería a tu lado? ¿Jamás te lo cuestionaste?”
“Kathia…”
“Mira, escucha, yo no puedo asegurar que haya sido ella, pero su retorcido amor por ti nunca fue normal”
Cassio suspiró.
Todo el asunto de su hermana lo dejaría para después.
“¿Te vas?” le preguntó él con tristeza.
“Ya no tengo nada que hacer aquí, y lo que quieras averiguar, hazlo por ti y por tu consciencia, que yo no quiero saber nada de esto ni de tu familia”
Iba a irse, pero se detuvo a un par de pasos y se giró para mirarlo por última vez… de verdad necesitaba que fuese la última.
“Espero que después de este café, cumplas tu palabra y no vuelvas a acercarte de mí bajo ninguna circunstancia”
Cassio apretó la quijada y la miró andar hasta su coche, pero una fuerza sobrenatural se hizo de él y provocó que la alcanzara.
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