Exesposa voy a conquistarte -
Capítulo 11
Capítulo 11:
Cassio volteó los ojos y se secó el cabello con la toalla. Terminaba de tomar una ducha cuando recibió la llamada.
“¿Qué querías que hiciera? Yo me negué a creer que Kathia había sido capaz de engañarme, lo sabes, incluso me aseguré por otros medios, pero fueron tantas cosas en un mismo día que… se me nubló el juicio”
“¿Y qué piensas hacer?”
“No lo sé, por lo pronto, voy a permanecer aquí y pedir al equipo que eche para atrás todo el asunto de la biografía, se lo prometí a Kathia”
Marco arrugó la frente.
“Cassio, ya no puede echarse para atrás”
“¿De qué hablas?”
“¿No has visto las noticias de farándula?” preguntó.
“Todo el país ya sabe sobre este asunto y no puede simplemente dar marcha atrás, se levantaría una campaña de desprestigio, no solo para ti, sino para la revista para que la que trabaja Kathia. Incluso hay buenos patrocinadores”
M!erda.
“Dame un segundo”
Cassio se detuvo a mitad de la estancia, revisó las redes en su móvil y comprobó que lo que decía Marco era cierto.
Su nombre y su foto estaba sobre un artículo en el que decía que pronto la vida de uno de los empresarios más exitosos del mediterráneo estaría en los estantes de todo el país, escrita por la nueva promesa del periodismo:
Kathia Scuderi.
“Te llamo luego” y colgó, para entonces marcar de forma inmediata el contacto de uno de sus agentes.
“Cassio, buenos días”
“¿Se puede saber por qué diablos salió esa nota sin mi autorización?”
El hombre apagó la pantalla del televisor, donde recientemente había visto la nota que él mismo había dado pie a que se lanzara.
“Lo siento, Cassio, pero, creí que esto era lo que querías”
“He cambiado de parecer, así que resuelve esto” dijo con autoridad.
El hombre se pellizcó el entrecejo.
“Es imposible, la junta directiva cree que esto no solo es lo mejor para limpiar tu nombre después de lo que pasó hace unas semanas, sino que dará prestigio a la empresa también”
“¡Me importa un carajo!” bramó.
“¡Soy el director ejecutivo y estoy dando una orden!”
“Lo sé, Cassio, pero… estas decisiones no solo te conciernen a ti; de todas formas veré qué puedo hacer”
“Bien, mantenme informado”
Se mesó el cabello y esperó, impaciente. Una hora después, tenía una respuesta.
“No hay nada que se pueda hacer. La biografía va”.
Decía el e-mail.
“¡Maldita sea!” ladró, lanzando el móvil contra el sofá.
Si Kathia ya lo odiaba de por sí, ese sentimiento solo iba a incrementar ahora que probablemente estuviese pensando que él no tenía palabra de hombre.
…
Kathia esperó llegar a la revista y continuar con su vida como si nada hubiese ocurrido, pero qué grave error, porque el destino no solo era desgraciado y caprichoso, sino que la odiaba.
“Felicidades, Kat, acabas de subir un escalón a las grandes ligas” le dijo Vanessa, una de sus compañeras en el área.
Primero, ella no comprendió de qué se trataba.
Todo el asunto de la biografía se había mantenido bajo perfil hasta que fuese un hecho, y después de la seria conversación que ella y Cassio tuvieron, se suponía que todo debía dar marcha atrás, pero no fue así, y lo supo directo del portal de la revista.
¡En primera plana!
Con una bomba así de mediática no había nada que pudiese hacer al respecto, sobre todo, porque en menos de dos horas, era tendencia en redes sociales y todo el mundo estaba aclamando tener ya ese libro en sus estanterías.
“Maldito seas, Cassio” gruñó entre dientes y se incorporó fuera de su escritorio para dirigirse a la oficina de su jefa directa.
“Gina, ¿Podemos hablar?”
“Por supuesto, querida, pasa, debes estar ya enterada” le dijo entusiasmada, pues sabía que para la revista era algo demasiado importante y estarían bajo el foco de todo el país.
“Sí, pero… creí que no se llevaría a cabo”
La mujer la miró interrogativa y se incorporó con unos documentos.
“¿Por qué habría de ser así? ¡Ya es noticia nacional!” colocó una mano en su hombro y le sonrió antes de salir.
“Ah, por cierto, las pautas ya las tienes en tu e-mail. Comienzas esta nueva aventura hoy”
“Nuevo calvario, querrás decir” murmuró para sí misma. No podía trabajar con Cassio, pero, ¿Cómo podía oponerse a ello sin que su carrera se viniese abajo antes de subir?
Regresó a su escritorio y revisó su e-mail.
Era una lista corta pero precisa.
Y tampoco se trataba de cualquier biografía, porque no solo debía escribir sobre el nacimiento y los comienzos de Cassio en el mundo empresarial, que los conocía muy bien, sino que tendría que limpiar su nombre después de un acontecimiento sucedido hace semanas con un periodista en Roma.
Curiosa, buscó de qué se trataba.
Era un video donde golpeaba a un periodista muy aclamado. Le dio reproducir y los motivos la dejaron pasmada.
“Señor Garibaldi, han pasado cinco años desde su divorcio y no se le ha visto contra mujer desde entonces. ¿Puede decir algo al respecto?”
La expresión de Cassio en ese momento fue iracunda, como si de pronto la mención de ese hecho lo hubiese desencajado.
“No tengo nada que decir”
“¿Por qué? ¿Todavía ama a su ex esposa? Hay portales que dicen que el motivo de su divorcio fue porque ella era una mujer de la mala vida. ¿Es eso…?”
El hombre ni siquiera terminó cuando todo sucedió.
Cassio le arrebató el micrófono, lo tomó del cuello y lo golpeó para después empujarlo a unos metros de distancia con una fuerza casi sobrenatural.
“No vuelvas a referirte a ella de esa forma”
Kathia cerró la pantalla de su laptop con una sensación de inquietud en el pecho y tomó una larga respiración.
Cassio era temperamental, y muchísimo, pero jamás había tenido un encuentro así de explosivo con la prensa, simplemente los ignoraba y ya.
No supo cómo sentirse al respecto, pero que la defendiera no cambiaba nada.
El daño ya estaba hecho, y uno muy grande… casi irreversible, así que escribiría la maldita biografía durante los próximos seis meses, justo como estaba estipulado en las pautas, y después… después solo lo dejaría atrás, tal y como había venido haciéndolo durante los últimos cinco años.
.
.
.
Si encuentras algún error (contenido no estándar, redirecciones de anuncios, enlaces rotos, etc.), por favor avísanos para que podamos solucionarlo lo antes posible.
Reportar