Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 7

Capítulo 7: Fue Ella Quién lo Traicionó

Al ver que se mostraba reservado, Amber sintió curiosidad: «Cuéntame primero y decidiré si quiero ir».

Jeremy suspiró sin poder evitarlo, «Amber, no sería una sorpresa si te lo digo».

Al ver la expresión de su rostro, Amber no pudo evitar reírse.

Jared salió por la puerta justo a tiempo para ver a un hombre inclinarse cerca y susurrar al oído de Amber.

Amber sonreía muy feliz y sus ojos brillaban con fuerza.

Estaba a punto de entrar en su coche, pero se detuvo y se giró para mirarlos fríamente.

Nunca había sonreído así desde que se casaron.

Sus oídos estaban llenos de su interminable parloteo sobre asuntos triviales, y ella parecía cautelosa cada vez que lo miraba.

A él no le gustaba que fuera así y le resultaba molesto.

No sabía que después de su divorcio, ella sería una persona diferente, radiante por dentro.

‘¿Era por culpa de ese hombre?’

Entonces se burló Jared para sus adentros. ‘Una mujer que engañaba a su marido no merecía ni siquiera una mirada suya’.

«¿Señor Farrell?» Al ver que su jefe no había subido al coche, Ben Channing, el asistente, se lo recordó con cautela.

Jared retiró la mirada y subió al coche: «Vamos».

Ben no sabía si era sólo una ilusión, pero le parecía que el Señor Farrell estaba enfadado y su mirada daba mucho miedo…

Amber acababa de subir al asiento del copiloto cuando vio salir a Jared por el rabillo del ojo.

Mientras el coche avanzaba, ella miraba aturdida los árboles que pasaban a toda velocidad.

Jeremy vio su abatimiento y ocultó en silencio las emociones en sus ojos: «Amber, ¿En qué estás pensando?».

Amber volvió en sí y sonrió: «Nada».

De perfil, los rasgos de Jeremy eran más definidos. Realmente tenía el rostro de un modelo.

Jared era el más guapo del instituto, pero Jeremy no era inferior a él. Tenía los hombros anchos, la cintura estrecha y las piernas largas, era comparable a una supermodelo internacional.

«¿Por qué… elegiste el modelaje como carrera?» Amber había pensado que con sus buenas notas, estaría apuntando a obtener un doctorado, hacer investigaciones y demás.

«Tuve una audición al principio, y no esperaba que me metiera en el mundo del modelaje después de eso». Mirando por el retrovisor del coche, miró a Amber y preguntó como si no le importara: «Amber, ¿No te gusta el mundo del modelaje?»

Amber negó con la cabeza y sus ojos se suavizaron: «No. Mientras destaques y brilles en tu campo, da igual».

Jeremy tenía una sonrisa en los ojos.

Finalmente, el coche se detuvo. «Amber, hemos llegado».

Frente a ellos había una pequeña casa de dos pisos de estilo retro. En la puerta, un anciano de cabello blanco estaba sentado en una silla bebiendo té.

El anciano la miro y sonrió suavemente: «Amber».

Amber se quedó helada y no se atrevió a creerlo.

El anciano suspiró: «Lo sé todo sobre ti. Siento haberte hecho pasar por todo esto».

Las lágrimas brotaron de sus ojos y se arrojó a los brazos del anciano: «Abuelo, ¿Dónde has estado todos estos años?».

Hace seis años, los fondos de la Compañía Goldstone fueron robados y las pruebas apuntaban a su padre. No sólo lo despidieron del consejo de administración, sino que lo meterían en la cárcel.

Su madrastra y su hermanastra habían huido con el dinero, y su padre saltó del edificio en un ataque de ira.

El anciano habló: «He estado investigando el robo de los fondos de la empresa y he descubierto que el Grupo Trident estaba implicado. Tu padre fue el chivo expiatorio».

El Grupo Trident era la mayor empresa inmobiliaria de la Ciudad de Olkmore y estaba presidida por Trenton Gardner, el padre de Makenna.

Mientras Amber reflexionaba, su abuelo sacó un documento y se lo puso en la mano: «Amber, esta es una acción del cincuenta y uno por ciento de la Compañía Goldstone. No me preguntes cómo la he conseguido. Sé que lo necesitas».

Amber frunció los labios y mostro una expresión solemne: «Encontraré a la persona que inculpó a mi padre y demostraré su inocencia. No le fallaré».

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