Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 456 - No haré eso

Capítulo 456: No haré eso

Después de todo, Amber nunca le prestaba atención a Jared, ni mencionar prepararle la cena.

Jared se había herido muchas veces por salvar a Amber, pero ella nunca se había preocupado por él.

Por lo tanto, Ben no podía creer lo que había escuchado.

Al ver la sorpresa en los ojos de Ben, Jared supo lo que Ben estaba pensando. Jared frunció los labios y dijo con voz orgullosa: «No es nada extraño. No sólo cocina para mí, sino que también me cuida».

«¿Me estás tomando el cabello?» Ben abrió mucho los ojos y la boca, sorprendido.

Jared miró a Ben con calma. «Nunca te engaño».

A Ben le fallaron las palabras.

Jared no necesitaba mentir a Ben.

Eso no tenía sentido.

Por lo tanto, ¡Amber debía ocuparse realmente de Jared!

«Señor Farrel, ¿Se lo propuso usted o…»

«Ella se ofreció a cocinar para mí». Jared interrumpió a Ben.

Ben se frotó la barbilla pensativo: «La Señorita Reed debe querer agradecerle que la haya salvado esta vez, pero Señor Farrel, ¿Qué va a hacer ahora?»

«¿Qué quieres decir?» Jared entrecerró los ojos.

Ben le miró: «Es una buena oportunidad para recuperar a la Señorita Reed. Arriesgaste tu vida al salvarla. Fue mucho más impactante y conmovedor que antes.

Ahora que la Señorita Reed se ofreció a cuidar de ti, ya no te odia. Te debe un gran favor, así que aceptará incluso si quieres volver a casarte con ella». Esta era realmente una oportunidad única en la vida.

Amber definitivamente aceptaría volver a casarse con Jared.

Jared nunca quiso hacerlo. Al escuchar lo que dijo Ben, no se emocionó en absoluto. En cambio, dijo solemnemente: «No lo haré».

«¿Por qué?» Ben estaba algo confundido.

Jared amaba tanto a Amber que incluso podía arriesgar su vida.

Ahora que era una buena oportunidad para volver a casarse con Amber, ¿por qué Jared se negaba?

Esto dejó a Ben muy desconcertado.

Jared cogió un documento y lo desdobló: «Significa que amenazo a Amber en un intento de volver a casarse con ella. Eso es algo mezquino. Nunca haré eso. Si quiero recuperar a Amber, no haré nada despreciable. En cambio, quiero que se enamore de mí».

«Además, incluso si la recupero de esta manera, ella me odiará de nuevo. Después de que nos volvamos a casar, me guardará rencor. Esto no es lo que quiero. ¿Entiendes?» Jared miró a Ben.

Al oír la voz molesta de Jared, Ben bajó la cabeza. «Lo siento, Señor Farrel. Fue una desconsideración por mi parte decirlo».

«Bueno, no lo menciones más», dijo Jared cogiendo un bolígrafo con indiferencia.

«Sí, señor». Ben asintió.

Jared firmó con su nombre en el documento. «Por cierto, ¿Cómo está Jeremy ahora?»

«¿Jeremy?» Ben se molestó un poco. «Ha dejado la industria de la moda y ha vuelto a la Capital».

«¿La Capital?» Jared hizo una pausa al desplegar otro documento. Luego miró a Ben. «¿Cuándo ha vuelto allí?»

«Ayer por la mañana. Pronto se difundirá la noticia de que el heredero legítimo vuelve a la familia Rylands», dijo Ben.

Jared preguntó pensativo. «Entonces, ¿Jeremy piensa volver y ocupar su lugar como sucesor?».

«Sí». Ben asintió. «Lo que hizo Talon ha enfadado a Jeremy, así que Jeremy no tendrá piedad con Talon y sus otros hermanos».

«Vigila a Jeremy. Seguro que buscará a Talon, para que nos ayude a encontrarlo», Jared entrecerró los ojos y dijo con frialdad.

Ben miró a Jared confundido. «Señor Farrell, ¿por qué piensa eso?».

«¿Has olvidado que un experto hacker había ayudado a Amber?». Jared levantó la vista.

Ben respondió: «Por supuesto que no. Ese hombre de la máscara de zorro secuestró a Makenna y extorsionó 500 millones del Grupo Trident».

«Sí, ese hombre de la máscara de zorro es Jeremy», dijo Jared.

Ben exclamó. «¡Eso es imposible! Sospechamos que Jeremy era ese hacker y lo investigamos, pero resultó que eran dos personas diferentes. »

«Es muy fácil para un hacker ocultar su identidad a los demás», continuó Jared revisando los documentos y dijo con voz fría.

Ben estaba convencido.

Después de un largo rato, respiró profundamente y dijo: «¡Qué hombre tan astuto! Señor Farrell, haré que nuestra gente lo vigile».

Ahora que Jeremy era un hacker, no tardaría en encontrar a Talon.

Mientras mantuvieran un ojo en Jeremy, pronto encontrarían a Talon.

«Bueno, puedes ir a donde te necesiten. Ven a llevar estos documentos por la noche», dijo Jared sin expresión.

Ben se levantó y se inclinó. «De acuerdo, Señor Farrel, entonces saldré». Después de eso, Ben salió.

En la Bahía de Kensington…

Amber estaba preparando gachas en la cocina. Llevaba un delantal y una cuchara de porcelana en la mano, con la que removía las gachas.

Las gachas de avena cremosas eran las que mejor sabían, pero se pegaban a la olla sin necesidad de darles la vuelta.

De repente, sonó el timbre de la puerta.

Amber miró las gachas en la cazuela y pensó que estaban hechas. Apagó el fuego, salió de la cocina y se dirigió a la entrada para abrir la puerta. «¿Quién es?»

«Soy yo, cariño». La voz de Cole llegó desde el exterior de la puerta.

Amber abrió la puerta y vio que Cole estaba de pie en la puerta con una gran cantidad de suplementos nutricionales. Amber se quedó sin palabras. «¿Por qué estás aquí?»

«He venido a verte y a traerte algo por cierto. Estos son muy eficaces para la recuperación muscular. Puedes probarlos». Cole le entregó a Amber las bolsas que tenía en la mano.

Amber no sabía si reír o llorar, y no las quería.

Sin embargo, si Amber no las tomaba, Cole no se daría por vencido.

Pensando en esto, Amber no tuvo más remedio que cogerlos.

«Gracias entonces». Amber cogió las bolsas.

Cole olfateó y dijo: «Huele muy bien. Cariño, ¿Estás cocinando?»

«Sí». Amber sacó un par de zapatillas para él del armario de los zapatos. «Entra».

Cole se agachó, se las puso, siguió a Amber alegremente a la habitación, se frotó las manos y dijo: «¡Qué casualidad! ¡Qué suerte tengo! Cariño, ¿Qué has hecho?»

«Todavía no he empezado», dijo Amber poniendo los suplementos nutricionales sobre la mesa de café.

Cole la miró con incredulidad: «¿De verdad? Si es así, ¿por qué huele tan bien en la cocina? Son gachas, y hay un ligero olor a mantequilla. También has hecho bocadillos, ¿verdad?».

Amber se sorprendió. «¡Tienes muy buen olfato!»

Cole se rió. Con una mirada orgullosa, dijo: «Por supuesto, tengo el mejor sentido del olfato, así que no me voy a engañar».

Cole agitó el dedo índice. «Hablando de eso, hace mucho tiempo que no como gachas. Cariño, ¿Me das un tazón?»

«No». Amber se negó rotundamente. «No eh cocinado muchas gachas, así que no puedo darte ninguna».

«¿Por qué?» Cole fingió estar triste.

Amber dijo con calma: «Porque se cocinó para Jared».

«¿Qué?» Cole se quedó helado y luego miró a Amber con gesto serio. «Cariño, ¿De verdad vas a cuidar de él?».

«¿Crees que estaba bromeando?»

Cole asintió. «Sí, pensé que estabas bromeando».

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