Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1714

Capítulo 1714:

Lo miró con sorpresa y preocupación. Cuando él notó eso, se sintió bien ya que Amber se preocupaba por él.

“Ja, ja, Ja. ¡Qué escena tan conmovedora!”.

Tania se rio, histérica. Sacó un arma y la apuntó contra la cabeza de Amber.

Todos se quedaron pasmados al verla.

“¿Qué crees que haces?”, preguntó Jared.

“¿No ves? La mataré. Toda mi vida la odié. Ahora que veo que todos ustedes se preocupan por ella, siento más deseo de matarla para que puedan sufrir. ¿No sería interesante ver eso?”.

Se rio mientras hablaba.

“¡No te atrevas!”.

Jared apretó los puños.

“¡Mírame!”.

Una vez que dijo eso, presionó el cañón del arma contra su frente.

Adolorida, Amber gruñó mientras Tania estaba a punto de dispararle. En ese momento, la risa de la muchacha se tornó más feliz.

“¡No!”.

Cuando Tadeo y los demás vieron eso, se les encogieron las pupilas y le gritaron que se detuviera. Sin embargo, ella los miró y sonrió aún más. Mientras más le gritaban qué se detuviera, se sentía más dispuesta a hacerlo.

¡Pum! Disparó el arma y el sonido sorprendió a los pájaros del bosque, que salieron volando.

“¡No!”.

Tadeo gritó con todas sus fuerzas y cayó al suelo, pensando que Tania había asesinado a Amber.

Incluso Amber lo pensó también, pero no sintió dolor después de cerrar los ojos y esperar un largo rato. Confundida, abrió los ojos y vio a Jared y los demás de pie frente a ella.

‘¿Qué sucedió? ¿No estoy muerta?’.

Mientras pensaba en eso, escuchó que algo caía de pronto atrás suyo. El sonido la sorprendió y se giró con rapidez para mirar. Vio a Tania en el piso con los ojos abiertos y sangre saliendo de un hueco en su pecho.

Si no hubiera estado parpadeando, aquellos que desconocían lo que sucedió habrían pensado que estaba muerta, pero, a juzgar por cómo se veía, era muy probable que no sobreviviera.

“¿Qué sucedió?”.

Amber se sintió mareada.

Después, Jared le gritó: “¡Hojita, ven aquí, rápido! Los policías que están en el helicóptero sobrevolando le dispararon a Tania”.

Después de escuchar lo que dijo, Amber se percató de lo que había sucedido. Ya que Tania estaba por asesinar a la rehén, los oficiales fueron los primeros en ponerse alerta y le dispararon antes de que ella lo hiciera.

Mientras tanto, las fuerzas militares y la policía seguían sobrevolando y apuntando sus armas a Connor y su pandilla. Si alguno se movía, no dudarían en dispararles.

Eso se debía a que el hombre era un criminal peligroso, así que lo matarían si no podían arrestarlos, Connor lo sabía también, así que no detuvo a Amber cuando corrió al lado de Jared, aunque se expresión se tornó sombría.

Como Amber había sido liberada, corrió hacia Jared; sin embargo, en ese momento, la expresión de Javier se tornó maligna de repente; ignoró a las fuerzas armadas y le disparó a la espalda de Amber.

El odio que tenía por Jared era tan intenso que decidió que, si no lo asesinaba a él, mataría a la persona que más le importaba y lo haría sufrir por el resto de su vida. ¡Bum! ¡Bum! ¡Bum! Se escuchó otra ronda de disparos.

Cuando Tadeo vio lo que Javier haría, se apresuró a correr y esconder a Amber detrás de su espalda. Entonces, una bala entró en su pecho y lo golpeó; de pronto, abrió grande los ojos mientras la sangre comenzaba a brotar de su pecho y cayó de espaldas contra Amber.

Todos quedaron pasmados por lo que sucedió, en especial Amber. De manera inconsciente, atrapó el cuerpo de Tadeo y cayó al suelo con él en sus brazos. Cuando vio la sangre que salía de su pecho y boca, se quedó con la mente en blanco y se paralizó.

Jared se acercó a ellos y miró a Tadeo con expresión compleja. Durante ese momento, pensó lo mismo que Tadeo; quería recibir la bala por Amber. De hecho. por su velocidad, debía haber sido él quien la recibiera, pero, al final, fue Tadeo.

En ese momento, Tadeo se movió más rápido que él. Debido a que quizá estaba desesperado por salvar a su hija, sintió una fuerza inexplicable que lo impulsó.

“Amb…”.

Tadeo estaba recostado en brazos de Amber mirándola aturdido mientras sonreía.

“Gracias a Dios pude salvarte”, dijo, tosiendo.

Tosió mucha sangre y su respiración comenzó a acelerarse; eso indicaba que no duraría mucho más. Cuando Amber volvió en sí, se le enrojecieron los ojos.

“¿Quién le dijo que me salvara? ¡Yo no le pedí eso!”.

“Lo sé, pero quería hacerlo. Eres mi hija y la persona que más amo además de tu madre. Incluso te amo más que Jared, así que, ¿Cómo podía ver que te lastimabas sin hacer más? Estos veinte años, sé que tomé muchas malas decisiones y que no podré compensártelo, pero ahora que voy a morir, ¿Puedes perdonarme por lo que hice?”.

Levantó la mano, intentando acariciar la mejilla de Amber, pero no pudo hacerlo. Sin dudarlo, ella tomó su mano y la colocó en su rostro mientras lloraba.

“No se muera; por favor, no muera”.

En ese momento, no quería que falleciera.

Aunque sabía que en algún momento moriría, verlo en ese momento la hizo entender que no era tan abierta de mente y que no aceptaba esa situación como antes pensaba.

“Es demasiado tarde”.

Tadeo movió la cabeza.

“Cometí muchos crímenes, así que debo partir para disculparme con las personas a las que lastimé. Amb, estoy feliz de haberte podido salvar. De ahora en adelante, por favor, cuida a tu madre. Nunca hizo nada malo, así que no la culparás, ¿No?”.

Amber lloró.

“Jared…”.

Tadeo lo miró.

“Sé lo que quiere decir. La amaré y cuidaré por siempre”.

Jared se arrodilló y le prometió a Tadeo.

“Es bueno escucharlo”, dijo, sonriendo.

“Amb, ¿Puedes decirme “papá”? Me gustaría escucharlo antes de irme…”.

Amber abrió la boca, pero no pudo emitir sonido. Cuando Tadeo vio eso, suspiró y el brillo en sus ojos se aplacó; su mano también estaba deslizándose sin fuerza sobre la de Amber. En pánico, Amber apretó la mano del hombre.

“No, por favor, papá, no”.

‘Al fin me llamó papá. Al fin, me llamó su papá’.

En los últimos segundos de su vida, su deseo se hizo realidad; por ende, estaba sonriendo cuando respiró su último aliento. Murió feliz porque escuchó que su hija lo reconocía como padre e incluso lo llamaba así.

“Ahhhhhh”.

Amber levantó la cabeza y lloró, abrumada de dolor.

Mientras, Jared la sujetó y consoló en silencio. Cole y Sergio suspiraron.

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