Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 162 - El objetivo de Hayden

Capítulo 162: El objetivo de Hayden

Amber frunció el ceño. «¿La abuela te pidió que me llevarás de regreso?»

«Sí».

«Pero en ese momento, ella te pidió que me llevarás de regreso. Me negué y no volvió a pedírtelo. ¿Por qué te lo pidió mucho después? Jared Farrell, ¿Me estás mintiendo?» Amber lo observo detenidamente.

Jared abrió la puerta del coche y dijo: «No, la abuela dijo que estaba oscureciendo y le preocupaba que estuvieras sola, así que decidió dejar que te llevará. Sube al coche. No quieres que se preocupe, ¿verdad?».

Amber dudó un momento y luego suspiró. «Ya veo».

Después de eso, Amber se dio la vuelta y se agachó para entrar en el coche.

Las cejas entrecerradas de Jared se relajaron imperceptiblemente al ver esto.

Parecía que se lo había creído.

Entonces, Jared cerró la puerta trasera, se dirigió a la parte delantera del coche y se sentó en el asiento del conductor. «¿De vuelta a la Bahía de Kelsington?»

Amber miró por la ventanilla y respondió con una actitud indiferente.

Jared frunció los labios y arrancó el coche.

Durante el trayecto, Amber no le dijo ni una palabra porque no quería ni decir nada.

Jared la miró a través del espejo retrovisor. Su expresión estaba oculta en la sombra del coche, por lo que ella no podía verlo con claridad.

No estaba acostumbrado a su tranquilidad.

Había estado en un coche con Amber un par de veces durante los últimos seis años.

En aquellas ocasiones, como Amber aún le quería, tomó la iniciativa de hablar con él en el coche. Él normalmente se limitaba a escuchar y no respondía nada. A veces, incluso pensaba que era demasiado molesta y la hacía callar.

Ahora sí que cerraba la boca y ya no tomaba la iniciativa de hablar con él, lo que hacía que él se sintiera de nuevo disgustado.

Pensando en esto, los finos labios de Jared se movieron. Comenzó la conversación antes de que se diera cuenta: «¿Se van a casar Cole y tú?».

«¿Qué?» Amber se quedó atónita por un momento. Obviamente estaba muy sorprendida de que Jared hiciera de repente una pregunta así.

«No lo sé». Amber negó con la cabeza.

De repente, Jared se alegró. Sin embargo, Amber continuó diciendo: «Tal vez en el futuro. Después de todo, es muy bueno conmigo». Los padres de Cole también son gente amable. Seré muy feliz si me caso con él».

Jared apretó el volante y su rostro se volvió sombrío. Jared sabía que Amber se estaba burlando de él y de la Familia Farrell.

Pero tenía que admitir que Cole, efectivamente, la trataba muy bien. El matrimonio de ella y Cole sería definitivamente mejor que cuando estaban juntos.

Aunque esta era la verdad, Jared se sentía incómodo y molesto.

Se tiró de la corbata, entonces dijo con voz fría y dura: «¿De verdad? Entonces te deseo lo mejor».

«Gracias, Señor Farrell. También les deseo lo mejor a los dos». dijo Amber con una sonrisa.

Jared frunció sus finos labios y no respondió.

¿Sus mejores deseos?

Por alguna razón, no le gustaban esas bendiciones. No era porque hubiera algo malo en las palabras, sino porque no le gustaba que ella los bendijera a él y a Makenna.

En el camino, volvieron a guardar silencio. El ambiente era aún más deprimente que antes.

Amber podía percibir que Jared estaba de mal humor, pero no lo sabía y ni siquiera quería saberlo. Simplemente se puso los auriculares y escuchó  música.

Jared lo vio. La presión atmosférica a su alrededor parecía haber bajado debido a su estado de ánimo.

«Me hizo infeliz, pero a ella no le importa y sólo disfruta de su música». Jared estaba realmente molesto.

No tardaron mucho en llegar a la Bahía de Kelsington.

Jared aparcó su coche y Amber abrió la puerta.

De pie en el arcén de la carretera, comprendió de repente. Entonces volvió a abrir la cartera, sacó 20 dólares y llamó a la ventanilla.

Jared, que estaba en el asiento del conductor, giró la cabeza y la miró. «¿Hay algo más?»

Había una pizca de imperceptible expectación en su tono.

«Nada. Sólo que me olvidé de pagar el viaje». Amber sonrió con indiferencia, echó el dinero en el coche y se dirigió hacia el edificio.

Jared miró su figura y luego el billete en el asiento trasero. Sus finos labios se fruncieron en una fría línea recta.

Al día siguiente, Amber acudió a la oficina.

Sheila entró. «Señorita Reed, el Señor Cohen está aquí. Quiere verla».

«¿Hayden?» Amber dudó un momento.

Sheila asintió. «Sí».

«¿Por qué está aquí?» Amber sacó una silla y se sentó.

Sheila respondió: «El Señor Cohen no lo ha dicho. Pero tiene algo que decirle».

«Ya veo. Que pase». Amber encendió el ordenador y respondió.

Hayden no acudía a ella por nada.

Parecía que lo que quería decir era probablemente algo importante.

Pronto, Hayden entró con una bolsa de archivos en la mano. No estaba tan despreocupado como de costumbre. En cambio, parecía serio, lo que hizo que Amber se sintiera un poco incómoda.

«Siéntese». Amber señaló la silla frente a él y luego miró a Sheila.

«Dale al Señor Cohen una taza de café».

«Sí». Sheila respondió y se dio la vuelta para marcharse.

Sólo quedaron Amber y Hayden en el despacho.

Amber lo miró. «Dijiste que tenías algo que contarme. ¿Qué es?»

Hayden le entregó un expediente y dijo: «La última vez casi te caes del caballo, ¿no?».

Amber asintió. «Por supuesto».

Estaba asustada en ese momento. ¿Cómo podría olvidarlo?

«¿Qué quieres hablar conmigo sobre ese accidente?» Preguntó Amber.

Hayden dijo: «Bueno, no fue un accidente que se descontrolará el caballo».

«¿Qué?» Amber dudó un momento y luego dejó de abrir la carpeta.

«¿Dijiste que no fue un accidente?»

«Sí, fue obra de una persona». Hayden respondió con seriedad.

«¿Cómo puede ser? Cole me dijo que fue un accidente, y tú también estabas allí cuando investigábamos». Dijo Amber con el ceño fruncido.

Hayden se echó hacia atrás y dijo: «Sí, cuando investigamos, el resultado fue efectivamente inesperado, pero cuando salí al día siguiente…» Le contó cómo había encontrado el almizcle.

Amber apretó los puños. «Ya veo».

Uno podría molestar al caballo desde una gran distancia y lo utilizaría para tirarla al suelo. Este método podía hacer que la gente pensara que había sido un accidente. No lo asociarían con Makenna. Aunque pensaran en ella, no había pruebas que demostraran que había sido Makenna, porque ésta nunca había estado en el establo ni había estado en contacto con los caballos.

Esto era exactamente igual a la forma en que Makenna había utilizado la serpiente para herirla. Parecía que la paliza de aquella noche no había sido suficiente.

Sin embargo, no importaba. ¡Ella saldaría todas las deudas que Makenna le había hecho junto con las maldades de la Familia Gardner!

«¿Qué hay en él?» Amber respiró profundamente, reprimió su ira y preguntó.

Hayden la miró y dijo: «Pensé que estarías muy enojada después de saber esto».

«Sí, estoy enfadada, pero es inútil estarlo. En lugar de enfadarme ahora, es mejor recordar esta deuda y saldarla juntos en el futuro.» Amber frunció los labios.

Hayden sonrió y dijo: «Tienes razón. Es una identificación de huellas dactilares. Las huellas dactilares de la botella de cristal son de Makenna».

Amber sacó rápidamente el informe de la evaluación y lo leyó detenidamente. Después de leer, Amber entrecerró los ojos y dijo: «Esta es la prueba de que Makenna fue quien provoco el descontrol del caballo deliberadamente. ¿Serás tan amable conmigo?

Dime, ¿Por qué me ayudaste a investigar esto?». Ella no creía en su objetivo fuera puro.

Después de todo, no eran buenos amigos.

Hayden dio una palmada y se rió. «Claro, es fácil hablar con gente inteligente. Sí, tengo un objetivo, pero no es tan grande».

«Adelante». Amber dejó el informe de evaluación y lo miró.

La expresión de Hayden volvió a ponerse seria. «Quiero que me dejes este asunto a mí. Después de todo, tú eres la víctima, así que he venido a decirte esto como amigo».

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