Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1512

Capítulo 1512:

Germán y Amelia eran sus padres, así que la conocían bien. Eran conscientes que desde joven siempre empalidecía y se ponía nerviosa cuando la delataban. Ese era un indicio de que la enfermera tenía razón y su hija había cometido un asesinato.

Tan pronto como Amelia la vio, escuchó un sonido vibrante en los odios; respiró hondo mientras sentía que el mundo a su alrededor giraba sin control y se desmayó.

Germán quedó pasmado al verla desmayarse y se apresuró a intentar atraparla antes de que cayera. Después, la colocó en el sillón de al lado. Estaban en una habitación vip, así que había un sofá y bar a disposición. Luego, se giró y le clavó la mirada a Norah sin poder creerlo.

“Norah, ¿Es cierto lo que dijo la enfermera recién? ¿En verdad….. asesinaste a alguien?“, habló con voz ronca y le tomó un tiempo finalizar la frase.

Aunque no era perfecto, nunca había matado a nadie en su vida. No había forma de que pudiera cometer un crimen así; además, no se atrevía a hacerlo. Sin embargo, nunca esperó que su hija tuviera las agallas.

En ese punto, Norah miró a su padre a los ojos, que parecían estar mirando a una asesina. En respuesta, no pudo contener la furia adentro suyo y le gritó con expresión desfigurada.

“¿Qué quieres decir? ¿Piensas que soy una asesina por lo que dijo una enfermera?”

Germán movió la boca.

“No confío en lo que dijo, pero tu comportamiento hace que me…”

“¡No lo hice!” Parecía que estaba en shock y le habló con voz aguda: “¡No asesiné a nadie! ¡No lo hice! Solo me limité a dañar el auto de los Kampwerth y le informé al pescador que los resentía.

Además de eso, no hice nada. No fui quien chocó el auto con los Kampwerth, así que, ¿Por qué dicen que soy la asesina? ¡No mate a nadie! ¡No lo hice!“

Mientras, Germán abrió la boca, sorprendido al ver la expresión trastornada de Norah mientras le gritaba.

Parecía que no sabía qué responder. En ese momento, estaba convencido de que su hija había cometido un asesinato. Si no, no habría reaccionado tan mal.

Nervioso, la señaló y comenzó a temblar sin poder controlarse. La forma en la que la miró fue como si fuera una desconocida para él.

“Norah, ¿Cómo pudiste hacerlo? ¡Es asesinato!” le preguntó con voz quebrada.

Era un mal hombre, pero lo peor que había hecho fue tenderle una trampa a alguien y que encarcelaran a esa persona. Además de eso, lo más lejos que llegaría sería a aprovecharse de otros utilizando el contacto de Jared y robándole las oportunidades de negocios a los demás.

Nunca había puesto la vida de nadie en peligro; sin embargo, su hija sí. Cuando ella vio la expresión de dolor en el rostro de su padre, supo que no le creería sin importar cuantas veces intentara explicarle. Por eso, decidida no hacerlo y lo desdeñó con indiferencia.

“Bueno, asumiste que cometí un asesinato, ¿No? Entonces, ¿Qué sigue? ¿Llamarás a la policía para que me busque? Bien, hazlo. Llámalos ahora si quieres”. Estaba impávida.

De todas formas, en su mente, solo había instruido a alguien para dañarle el auto a los Kampwerth y había revelado su paradero al pescador, además de ayudarlo a encontrar una forma de vengarse.

No lo hice en persona, así que, ¿Cómo pueden señalarme como la asesina? Soy inocente; no ejecuté el plan en persona, así que no soy la asesina.

Además, sabía que incluso si Germán informaba a las autoridades y la detenían, estarían bien. Sin embargo, él se sorprendió al escucharla.

¿Llamar a la policía? En realidad, nunca había pensado en esa posibilidad.

Aunque Norah estaba molesta con él, y, a pesar de haber asesinado a alguien, seguía siendo su hija. Nunca pensó en llamar a la policía para que la llevaran.

Además, nunca habría presentado un reclamo.

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