Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1476

Capítulo 1476:

Cuando Norah recordó los dos incidentes pasados, incluso ella, con toda su experiencia, no supo cómo la castigaría Jared. Comenzó a temblar y a sentir frio mientras una mezcla de odio y frustración se apoderaban de ella. Estaba enojada de las dos jóvenes inservibles que habían sido atrapadas con tanta facilidad.

No solo eso, pero ¿Incluso la habían delatado? ¿No pudieron callarse la boca, ¿No? Norah tenía una mirada furiosa mientras gritaba en su interior. ¡Solo esperen! Cuando salga de esta, haré que esas idiotas paguen por lo que me hicieron.

“Llévensela” instruyó Jared, moviendo la mano.

Los guardaespaldas la tomaron de los brazos y se la llevaron en otra dirección.

Ella no pudo rogar por piedad, con la esperanza de que Jared la perdonara ya que sabía que no funcionaría. No la quería, pero ella lo conocía como la palma de la mano. Una vez que se decidía, nadie podía detenerlo, y no cambiaría de parecer debido a ruegos o que intentaran persuadirlo.

Rogar piedad solo lo enojaría más; en ese momento, debía agachar la cabeza. Por eso, se la llevaron en silencio. Después de todo, Jared solo le pidió a los guardaespaldas que la llevaran de nuevo a la suite y no que la castigaran.

Entonces, cuando estuviera en la habitación, podía pedirle consejo al Viejo Señor Jones de cómo proceder. Por ende, Norah se fue sin protestar.

Amber estaba sorprendida ya que Norah no había reaccionado y quiso preguntarle a Jared si sabía lo que planeaba. Aunque era la primera vez que la veía, podía darse cuenta de la clase de persona que era. Era testaruda y persistente y no cedería ni se rendiría con facilidad.

Por eso, era extraño que actuara de manera tan sumisa cuando Jared ordenó que se la llevaran. Parecía que Jared había leído la mente de Amber ya que la despeinó y le explicó: “Gerónimo está en la habitación”.

Cuando entendió sus palabras, finalmente comprendió lo que Norah pensaba.

“¡Casi olvidé eso! Con razón se fue tan callada. Apuesto a que quiere regresar lo antes posible para pedirle ayuda al Viejo Señor Jones”.

“No te preocupes. Les daré una dosis de su propia medicina”. La mirada de Jared era amenazante y observó en dirección a Norah.

La muchacha había cruzado la línea al intentar herir a Amber e incluso asesinarla.

Por eso, la vengaría; Norah pagaría caro.

“Muy bien, te creo”. Amber asintió.

Después, Jared hizo una mueca y frunció el ceño. Su mirada le provocó escalofríos y agachó la cabeza sin darse cuenta, sintiéndose incómoda.

“¿Qué sucede?”

“Dije que te acompañaría al tocador, pero respondiste que no. Ves, alguien intentó lastimarte”. Su mirada se posó en las marcas de uñas en el brazo de Amber.

Ella sonrió con culpa y se apresuró a intentar enmendar la situación.

“No esperaba que Norah intentara hacerme algo”.

“Y te lastimó”. Jared alzó su brazo con una mirada triste. “Te habría asesinado si no hubiera llegado a tiempo”.

Amber no pudo replicar. De hecho, en ese momento estaría camino al hospital en lugar de estar en sus brazos si él no hubiera aparecido. Al pensar en eso, sintió miedo y se mordió el labio.

“No sabía que sería tan audaz de intentar matarme”. Frunció el ceño, consternada.

Jared le golpeó la frente. Esa vez, hizo algo de fuerza y se tornó roja al instante.

“¡Ay! ¡Oye! ¿Qué haces?” Se quejó, adolorida y lo miró, enfadada mientras se cubría la frente.

“Para darte una lección y asegurarme de que lo recuerdes esta vez”. Jared apretó los labios y le advirtió con seriedad: “Quiero que siempre recuerdes cuidarte y estar atenta, en especial con aquellos que han intentado lastimarte. No solo eso, sino que nunca puedes mostrarte vulnerable frente a otros o estarías cavando tu propia tumba. ¿Entiendes?

“Si”. Bajó la cabeza. “Ya te escuché”

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