Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1468

Capítulo 1468:

Incluso cuando Jared le hizo esa pregunta de espaldas, Norah supo que se refería a ella.

Se quedó paralizada al instante, sin intentar huir. Después, vio que Jared se giraba de la mano de Amber.

“Jared…”. La muchacha intentó sonreír y saludarlo, pero cuando vio su expresión indiferente, se quedó muda.

Jared me está mirando como si fuera un cadáver. Eso la hirió y asustó; era peor que ser ignorada. Al final, ser ignorada significaba que Jared la menospreciaba, pero que la mirara de esa forma significaba que no sentiría nada por ella, incluso si falleciera. De hecho, quizá deseaba que estuviera muerta.

“Le clavaste las uñas en el brazo, ¿No es así?” Volvió a decir Jared, más como una oración afirmativa que como una pregunta.

Norah abrió la boca; quería mentir y negar la verdad. Sin embargo, Jared le clavó la mirada como si estuviera observando su alma, haciéndola sentir desnuda.

“Y-yo….. no quise hacerlo… yo solo… solo…“ murmuró, incapaz de mentir.

“Entonces, ¿Qué estabas por hacer ahora?”

A Jared no le interesaba que le explicara ni tampoco quería escucharla. Lo único que te interesaba saber era si lo había hecho; si fue un accidente no era la cuestión; por eso, se apresuró a interrumpirla.

Amber, por otro lado, sonrió con maldad y observó la escena, tranquila, ya que sabía n/a que su amado estaba por vengarse de Norah.

Debido a que quería vengarla, ella jugaría el papel de damisela en aprietos. Además, para ser honesta, le gustaba tener a alguien que la defendiera e incluso más aun porque estaba dándole una reprimenda a su admiradora. Entonces, le echo un vistazo a Norah y sonrió, deleitada.

Como era de esperarse, eso enfureció a Norah; a sus ojos, Amber la estaba desafiando. Si no fuera por el hecho de que Jared estaba presente, quería golpear a Amber y desfigurarle el rostro.

Al ver que Norah seguía callada, Jared dijo: “¡Respóndeme! ¿Qué estabas por hacer?”

Norah se sobresaltó y miró a Jared, muy asustada.

“Yo… yo…”

Lo observo; se veía tan atractivo como siempre e igual a como lo recordaba cuando partió a Olkmore hacia siete años, a excepción de un detalle: El hombre de hacia siete años estaba pálido y parecía enfermo; se veía débil.

No obstante, Jared ya no se veía de esa manera. Seguía siendo pálido, pero tenía un brillo saludable y ya no se veía débil como hacía tiempo. No solo estaba más sano, sino que su personalidad había cambiado por completo.

El hombre de hacia siete años era gentil y siempre sonreía con amabilidad; parecía un muchacho común; pero ahora, era lo opuesto. Ya no era gentil y su sonrisa había desaparecido y sido reemplazada por majestuosidad e indiferencia.

Su mirada era intimidante al punto de sofocar los demás. Podía decirse que el Jared de hacia siete años era un noble muchacho y, en ese momento, parecía un animal peligroso y dominante.

¿Qué le sucedió a Jared? A Norah le costaba aceptar el cambio abrupto del hombre. Aunque su abuelo le había dicho hacía mucho que Jared era diferente al que antes había sido, nunca se lo tomó en serio, ya que creía que nadie podía cambiar de un día para el otro.

Por eso, el Jared de ese momento seguía siendo el mismo de sus recuerdos. Siete años atrás, lo había podido ver. Aunque era tan apuesto como recordaba, ahora parecía un extraño. No podía ver ni un rastro de familiaridad en él y eso la asustaba.

.

.

.