Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1461

Capítulo 1461:

Reed debería haber estudiado todo sobre mi al igual que yo, pero… no lo hizo… esto es…..

Por un momento, Norah estaba a punto de explotar de la ira. Sentía una profunda consideración por su rival; sin embargo, ni siquiera había pensado en ella.

¿Quién no estaría enojado si eso le sucediera?

Amber, por otro lado, pensó que Dios se había equivocado al darle un rostro tan adorable a alguien como Norah que estaba desfigurada y había arruinado su semblante angelical. Un rostro tan hermoso debería pertenecerle a una muchacha dulce y gentil, no a alguien como Norah.

Aburrida, Amber hizo una mueca y desvió la mirada; quería irse. Sin embargo, Norah la tomó del brazo para que no se fuera.

“¡No te irás a ningún lado!”

Debido a la envidia que sentía, le clavó las uñas en el brazo cuando la agarró; Amber hizo un gesto de dolor y frunció el ceño.

Norah, por otro lado, sonrió victoriosa en respuesta. Enojada, Amber sacó el brazo, molesta. Eso hizo que Norah caminara hacia atrás y cayera en su trasero por un momento, boquiabierta.

Mientras, Amber observó su muñeca, sin prestarle atención a la muchacha. De inmediato, se fastidió al ver las marcas de las uñas en su delgado brazo.

Esta muchacha juega sucio. Las marcas se tornaron moradas; uno podía imaginarse la fuerza que había utilizado Norah.

Amber, fuera de sí, bajó el brazo y quiso vengarse de Norah; sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, la joven se puso de pie y la miró con enojo.

“¿Cómo se atreves a empujarme, Reed?”

“¿Empujarte?” La joven era tan ridícula que a Amber le dio gracia.

“No soy tan desvergonzada como tú; deberías hacerte cargo. Oye, mírate, llamándome villana por haberte empujado cuando yo ni siquiera te acusé de haberme clavado las uñas. ¡Qué gracioso! Te caíste por tu culpa y aun así culpas a los demás”.

“¿Caí por mi culpa?” Norah se burló. “No habría caído si no hubieras quitado tu brazo. Así que es tu culpa. Esto no acabará hasta que te arrodilles ante mí y me pidas perdón”.

¿Arrodillarse y pedirle perdón? Amber no pudo evitar poner los ojos en blanco. ¿En qué época piensa que estamos? ¿La edad media? ¿Arrodillarse y pedirle perdón? ¡Qué lunática!

“Y ¿Qué si quité mi brazo? Hundiste las uñas en mi piel primero. Si no lo hubieras hecho, no habría sacado el brazo y no habrías caído. Entonces, si es culpa de alguien, es de ti. ¿No escuchaste la frase mucho ruido y pocas nueces? Tú deberías ser quien se arrodilla y me pida perdón”.

Amber levantó el mentón y aprovechó que era más alta para mirar a Norah desde una posición más elevada.

La joven, por otro lado, no solo se sintió mal por su mirada, sino que también por lo que dijo. ¿Mucho ruido y pocas nueces? Esta mujer me está llamando ignorante. ¡Me menosprecia!

“¿Cómo te atreves a llamarme así e incluso a decirme que me arrodille?” Furiosa, Norah le gritó mientras la señalaba con maldad; se veía tan feroz como si fuera a comérsela.

Entonces, Amber puso los ojos en blanco con exasperación.

“¿Cómo no hacerlo? ¿Piensas que puedes atacarme y que yo no me defenderé?

Lamento decepcionarte, pero el mundo no funciona así.

Mírate a ti misma y mírame a mí. ¿Piensas que vales algo en comparación conmigo?”

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