Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1396

Capítulo 1396:

“De acuerdo, deja de moverte. Solo quiero que te quedes quieta y te prometo que pronto sentirás de nuevo las piernas”.

Jared le acarició con cariño las piernas envueltas. Amber siguió las manos con la mirada y soltó una risita. “Me imaginé que habías dejado la bufanda en el armario de alguna de tus casas. No esperaba que la guardaras en el auto”.

“Aquí es donde puedo ver y usar la bufanda siempre que quiero. Por ejemplo, esta vez he conseguido darle un buen uso”.

El ceño fruncido del hombre desapareció mientras sonreía.

“La hice para que te mantuviera caliente el cuello, pero ahora la estoy usando para calentarme las piernas” explicó, envuelta en su chaqueta.

“Su propósito es mantenernos calientes, de todos modos. No importa cómo la usemos, lo que importa es que no tengas frío”, respondió Jared, Amber se rio y, luego, bostezo. El hombre se inclinó hacia delante para tocarle la frente.

“¿Qué haces?”, preguntó mientras él sacaba la mano.

“Me preocupaba que te hubieras resfriado al verte bostezar, así que quería comprobarlo”.

Él no se molestó en ocultar sus verdaderas intenciones. Dejó de agarrarle la mano a su pareja para volver a tocarle la frente. Esa vez, la mujer ya no le impidió que la tocara.

“Estoy bien. Solo tengo un poco de sueño”, dijo sonriendo.

Jared comprobó que no tenía fiebre y sacó la mano con una expresión tranquila.

“Que bien. Puedes dormir si tienes sueño. De todas maneras, estaremos aquí media hora más; te despertaré cuando lleguemos”.

“De acuerdo”.

Amber aceptó, se apoyó en la puerta del auto y cerró los ojos para dormirse. Una vez que Jared la vio descansando, ya no la molestó.

En su lugar, sacó su teléfono para enviar un mensaje de texto. Cuando terminó, lo guardó y volvió a abrazarle las piernas.

Ben, que estaba en el asiento del conductor, oyó una notificación en su teléfono. Inclinó la cabeza para ver que era un mensaje de Jared; decía que apagara las luces del asiento trasero.

El asistente hizo una mueca al leer el mensaje.

Quiere que apague las luces, ¿Eh? ¿Están a punto de hacerlo en el asiento trasero del auto? ¿Tendrán acción? ¿Sino por qué querrían que apagara las luces? Pero… eso no está bien.

El divisor está levantado y no puedo escucharlos en absoluto. Son solo ellos dos, pero ¿Quieren hacerlo a oscuras? ¿No es más excitante tener las luces encendidas? Así podrían verse con claridad, ¿No. No sería necesario que las apagara? ¿Por qué querrá entonces el Presidente Farrell eso? ¿Será que prefieren hacer el amor así? ¿Qué clase de fetiche es ese?

Aunque Ben los juzgaba, hizo lo que Jared le ordenó y apagó las luces del asiento trasero; quedó a oscuras y las únicas luces que había eran las del cielo nocturno que podían verse por la ventanilla.

Desde afuera, apenas podían observarse las figuras de un hombre y una mujer en el auto; sin embargo, no estaban haciendo nada en absoluto. Jared solo le dijo a Ben que apagara las luces porque quería que Amber durmiera un poco más tranquila. Él no tenía ninguna otra intención, era Ben el que estaba dándole demasiadas vueltas al asunto.

Había un pequeño embotellamiento en la carretera y el tráfico empeoró cuando se acercaron al centro de la ciudad. Al principio, el trayecto desde Compañía Goldstone hasta el evento solo requería media hora, pero el incidente los retrasó treinta minutos más.

Cuando llegaron, la celebración ya había comenzado y Jared despertó con amabilidad a Amber.

“¿Ya llegamos?”, preguntó en cuanto abrió los ojos.

Quizás no había dormido lo suficiente o no estaba del todo despierta, pero su voz sonaba soñolienta e inocente mientras se frotaba los ojos confundida. Tenía la voz un poco ronca y débil, pero a Jared le pareció hermosa. El hombre se emocionó demasiado y se esforzó por recuperar el aliento mientras trataba de reprimir lo que sentía.

“Ya llegamos, deberíamos bajar del auto” contestó con voz grave.

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