Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1394

Capítulo 1394:

Él oyó a la Señora Murphy hablar de lo buena que era su comida y de cómo quería agradecérselo a la Señora Lyon. Así que Jared supuso que probablemente era ella quien llamaba. Como era de esperar, Amber tomó la corbata del hombre y se la puso en el cuello.

Él se agachó un poco para comprobar que ya tenía puesta la corbata. El hombre era demasiado alto por lo que a Amber le resultaba agotador anudarte la corbata a pesar de llevar tacones.

Cuando Jared se dio cuenta de su esfuerzo, se puso en cuclillas para que esta pudiera alcanzarlo con más facilidad. Además, era mucho más fácil para Amber si él se ponía en esa posición. De ese modo, no debería tener las manos en alto todo el tiempo, ya que le hacia doler los músculos, Mientras Amber arreglaba la corbata de Jared, e contó todo lo que la Señora Lyon le había dicho.

Jared entrecerró los ojos al escuchar las palabras de Amber y comenzó a sentirse enojado.

“Ya entendí. Puedes darle las gracias a la Señora Lyon de mi parte. Me aseguraré de que no pase nada esta noche”, murmuró mientras acariciaba las mejillas de Amber.

Amber apretó un poco la corbata del hombre.

“Confío en ti y sé que los Kampwerth nunca tendrán éxito en su plan. Listo, terminé” anunció.

Después de arreglarle y meterle la corbata en el traje, Amber se sacudió las manos para indicar que había terminado.

“¿Qué les parece la corbata?”, preguntó mientras daba un paso atrás y miraba a los maquilladores que los rodeaban. Todos asintieron con la cabeza.

“Ha hecho un buen trabajo, Señorita Reed”.

Ellos no le respondieron eso solo para complacerla, lo decían de verdad. Amber había hecho un gran trabajo con la corbata de Jared.

Jared enderezó su figura y se dirigió al espejo. Luego, se arregló un poco la corbata antes de tenderle la mano a la mujer que estaba a su lado.

“Ya es hora de que salgamos, mi señora”.

Amber miró a los maquilladores con timidez antes de tomar la mano de Jared.

“Vamos”, murmuró mientras se sonrojaba.

Sv estaba haciendo tarde y ya era hora de que salieran.

Cuando los maquilladores miraron a la pareja salir del salón, sintieron envidia. Mientras Amber caminaba junto a Jared, sintió que no solo salía del salón, sino que caminaba por la alfombra roja el día de su boda. Las miradas de todos la hacían sentir así y sintió el impulso de reírse y llorar al mismo tiempo.

Cuando estaban en el ascensor, el hombre la sorprendió mientras esta se reía para sus adentros. ¿Ah?

“¿Qué ocurre?” le preguntó.

De inmediato, ella negó con la cabeza.

“No es nada. Se me acaba de ocurrir algo que me hace feliz”, respondió.

“¿Ah, sí? ¿Qué es?” El hombre se inclinó más hacia ella.

Amber sintió que el corazón le latía con fuerza cuando se dio cuenta de lo cerca que estaban sus cuerpos e instintivamente le apartó el rostro.

“No te acerques tanto. Me asustaste” protestó.

Jared frunció el ceño.

“No pareces asustada. Probablemente estés cohibida, ¿No? ¿Qué estabas pensando? ¿Por qué te ves tan tímida? Parecía que ibas a enloquecer cuando me viste acercarme a ti”.

Mientras Amber intentaba evitar el contacto visual con aquel hombre, miró hacia otro lugar porque no quería mirarlo.

“En realidad no es nada. Deja de preguntarme lo mismo. No voy a responderte”.

Estaba seria, así que Jared supo que no iba a obtener ninguna respuesta de su parte.

Por lo tanto, suspiro de forma suave.

Olvídalo. No voy a obligarla a decir nada que no quiera.

Muy pronto, la pareja llegó a su auto, donde Ben ya llevaba un buen rato esperando por lo que se sorprendió cuando los vio llegar.

“Presidente Farrell, Señorita Reed! Se ven muy bien juntos”.

Ambos parecían la pareja perfecta y cualquiera que los viera se daría cuenta de inmediato que estaban juntos. Amber se sintió algo avergonzada al escuchar las palabras de Ben, pero al fin y al cabo aceptó su cumplido, sonriendo.

“Gracias.

Jared miró a Ben en señal de aprobación. Al menos sabe lo que tiene que decir, pensó.

“Bueno, ¿Nos vamos ya?” le preguntó Ben mientras abría la puerta del auto.

Jared lo fulminó con la mirada.

“¿Por qué? ¿No íbamos a quedarnos aquí parados?” Jared no se molestó en disimular su indiferencia mientras hablaba.

Ben también se dio cuenta de que su pregunta no tenía sentido, así que se frotó la nariz y miró a su jefe en señal de disculpas. Amber, que estaba de pie junto a Jared, se tapó la boca mientras se reía para sus adentros. A menudo le hacia gracia la forma en que Jared y Ben interactuaban entre si.

“De acuerdo. Subamos al auto. Dejemos de estar parados aquí como idiotas”, dijo Jared mientras se masajeaba las sienes.

Luego, Ben hizo una señal para que la pareja subiera a la parte trasera y Jared se hizo un lado para permitir que Amber subiera antes que él. Amber dio un paso y subió al auto sin protestar. Después de todo, el viento frío del exterior hacía que el vehículo pareciera especialmente acogedor.

Aunque iba vestida con una campera inflada, la tela de la ropa era muy fina y sus muslos estaban expuestos al aire frio. El auto era mucho más cálido, ya que Jared le había ordenado a Ben que encendiera la calefacción un rato antes de que tuvieran previsto salir de allí.

Así que, en el momento en que Amber entró en el auto, sintió como el aire caliente rozaba su cuerpo frío. Muy pronto, el calor cubrió todas las partes de su cuerpo y sus músculos, tensos por el frío, se relajaron. Una vez en el auto, ya no tiritaba.

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