Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1371

Capítulo 1371:

La respuesta poco amable de Norah hirió a Amelia dado que estaba demasiado preocupada por ella, por lo que cualquiera se habría sentido de la misma forma. Sin embargo, Amelia, como madre, escogió dejar eso de lado y no discutir con su hija.

“Eso es bueno; estaba muy preocupada por ti.

La cuidadora dijo que estabas gritando y arrojando cosas en la habitación.

Además de eso, tenías la puerta cerrada con llave, por lo que tenía miedo de que algo te hubiera sucedido, así que vine corriendo al instante. Me alivia que estés bien”. Amelia sonrió mientras se palmeaba el pecho.

No obstante, Norah solo la miró sin decir una palabra.

“¿Qué sucedió que te hizo actuar de esa manera? ¿Alguien te molestó? Deberías contármelo, así te ayudo” insistió.

Norah se burló como si acabara de escuchar una gran broma.

“¿Tú me ayudarás? ¿Cómo lo harás? Jared y esa mujer, Amber, fueron quienes me fastidiaron. ¿Te atreves a enfrentarlos?” Norah miró a su madre con desdén, como si fuera una inútil.

Amelia no supo qué decir tras escucharla y solo se limitó a guardar silencio mientras las palabras se le quedaron atascadas en la garganta.

“No hagas promesas que no puedes cumplir”.

Norah la apartó y se puso de pie.

“No sabía que se trataba de ellos dos”, su madre la miró, afligida.

Si se tratara de otra persona, podría haberla ayudado. Lidía no se molestó en responder y comenzó a patear el desastre en el suelo. Al notar que estaba descalza, Amelia intentó detenerla de inmediato.

“Norah, ¿Qué haces? No te lastimes”.

“No tienes que preocuparte por mí. Puedo encargarme de mis propios asuntos”, respondió la muchacha con impaciencia.

“¿Cómo podría no preocuparme por ti si soy tu madre? Sé que estás enfadada conmigo y con tu padre por no poder ayudarte, pero te podemos escuchar cuando te sientas mal. Por favor, dime qué sucedió antes. ¿Qué te hicieron para que estés tan furiosa?

Aunque no pueda ser de mucha ayuda, puedo trasmitírselo a tu abuelo y él encontrará una manera de solucionarlo”.

Amelia tiró de ella hacia un lado de la cama y ambas se sentaron.

Norah, que luchaba por levantarse, de repente, se detuvo después de escuchar lo que dijo su madre. Al verla, Amelia supo que había dicho lo correcto, por lo que le soltó los brazos y la tranquilizó.

“Cuéntame al respecto. No te guardes todo, ya que no será bueno para tu salud mental”.

Norah se volteó a mirarla y asintió antes de revelarle el motivo por el cual armó un alboroto. Amelia suspiró al enterarse de que Jared fue a trabajar con la marca del lápiz labial de Amber en la mejilla. Pudo comprender por qué Norah estaba tan furiosa, dado que sabía lo mucho que amaba a Jared.

Ella también estaría enfadada si viera que otra mujer besó al hombre que amaba; además de eso, la marca del lápiz labial quedó en su rostro para que todos la vieran. No podía soportar cómo Amber le arrebató Jared a Norah e incluso le dejó la marca de su lápiz labial para que ella la viera.

Sintió lástima por su hija mientras la miraba y, al mismo tiempo, una gran aversión y disgusto hacia Amber por haber herido a Norah.

“Amber debió haber obligado a Jared a hacerlo”, espetó Norah de repente con los dientes apretados.

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