Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1354
Capítulo 1354:
“¿Qué vamos a almorzar?”
“Te prepararé lo que quieras” contestó mientras le acariciaba el pelo.
“¡No!” Amber se cruzó de brazos al instante, seria. “No tienes por qué hacerlo. Yo me encargo.
“¿Por qué no?”
Jared no podía comprender por qué estaba tan alterada. ¿Es porque no soy bueno en la cocina? ¿Por eso no quiere que yo me encargue? Mientras continuaba preguntándoselo, ella le explico.
“Todo esto ha sucedido porque eres un gran cocinero. Tengo miedo de que vuelva a pasar lo mismo. ¿Y si como demasiado y no puedo irme a trabajar? Tendré muchas tareas acumuladas para mañana a la mañana”.
No fue hasta que escuchó su queja que logró disipar sus dudas mientras dejaba escapar una risita, Así que ese es el motivo. Estaba preocupado por nada. El hombre continuó sonriendo sin decir una palabra, por lo que Amber pensó que no le creía.
“Hablo en serio, Jared Farrell” continuó con las mejillas sonrojadas. “Estoy diciendo la verdad. De todos modos, no tienes que cocinar el resto del día. Yo lo haré”.
Entonces, se puso de pie y se dirigió a la cocina para analizar qué podía preparar para el almuerzo. Debido a que estaba decidida a hacerlo, Jared supuso que debía seguirle el juego, ya que de lo contrario la disgustaría. Aun así, no se quedó en la sala de estar como un amo cuando ella estaba en la cocina preparando el almuerzo.
Mientras ella cocinaba, él estaba apoyado en el marco de la puerta y la miraba con cariño. Cuando ella necesitaba ayuda, él la asistía sin que siquiera se lo pidiera; nadie esperaría menos de aquel hombre ideal.
Mientras tanto, parecía que Amber no era tan buena como Jared para cocinar. Los platos que preparaba eran sabrosos, pero el hombre la superaba.
Si no hubiera probado las delicias de Jared, estaría contenta con sus habilidades culinarias e incluso podría estar orgullosa de ello. Al fin y al cabo, Amber aprendía muy rápido y se inscribió a clases de cocina por internet; los profesores la colmaron de elogios.
No obstante, en ese momento, comparaba sus platos con los de Jared y esa pizca de orgullo se disipó, pero podía aprovecharse de la situación, aunque celosa. De ese modo, no tendría que sufrir después por comer en exceso. Después de consolarse, comenzó a sentirse un poco mejor.
Cuando terminaron de comer, Jared limpió la mesa y preparó un vaso de jugo de piña para Amber. Cuando ella se lo bebió todo, salieron de la casa y se dirigieron al ascensor. En cuanto se cerró la puerta del ascensor, ella respiró profundo.
“¿Qué ocurre?”, preguntó curioso Jared.
“Nada”, respondió mientras negaba con la cabeza. “Estoy contenta de haber salido por fin de casa”.
Mientras sonreía, Jared le palmeó el hombro.
Pronto, la puerta del ascensor se abrió y caminaron hacia el auto. Justo cuando estaban a punto de subir al vehículo, la mujer tuvo un recuerdo y se paralizó en el lugar mientras agarraba la puerta. Levantó la cabeza y miró a Jared, que subía al auto.
“Espera”.
Sacó la pierna que acababa de subir en ese instante y la miró sorprendido.
“¿Qué sucede?”
“¿Esta noche es la fiesta?”, preguntó.
Los últimos días habían sido agotadores y ella casi olvida el evento. Si no se le hubiera pasado por la cabeza durante un fugaz segundo, lo habría olvidado por completo. Jared se quedó estupefacto por un momento ante La pregunta mientras comenzaba a sentirse incómodo.
“Eso parece”, respondió mientras hacía una mueca.
“¿Tú tampoco lo sabes? ¿También te olvidaste?”
Mientras la miraba fijo y en silencio, él frunció los labios sin darle una respuesta, pero la mirada lo decía todo: En verdad se había olvidado.
Al fin y al cabo, ese tipo de fiestas no eran importantes para él, ya que le daba igual si asistía o no. Además, él tampoco tenía intención de ir; solo aceptó para acompañarla desde el principio. Había pasado muchos días desde entonces y, con el paso del tiempo, olvidaron la fiesta.
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