Enamorado de mi ex esposa -
Capítulo 1301
Capítulo 1301:
Sin embargo, Sheyla estaba nerviosa. ¿Por qué? Por supuesto, ¡Es porque no quiero que me descubran! En realidad no se iba al extranjero, así que ¿Cómo iba a dejar que Amber la despidiera? Si lo hacía, ¿No quedaría al descubierto?
“Porque reservé mi vuelo para las once de la noche, así que no quiero molestarla tan tarde.
Y lo más importante, es que el Presidente Farrell no estará tranquilo si usted sale a esa hora” explicó con prisa mientras sostenía con fuerza el teléfono.
Eso tiene sentido.
“Pero ¿Por qué reservaste un vuelo tan tarde?“, preguntó Amber tocándose el mentón.
“Lo compré especialmente a esa hora porque puedo dormir en el avión e ir directo a trabajar cuando llegue”. Sheyla continuó mintiendo.
“Oh, de acuerdo. No te despediré, pero mándame un mensaje antes de subir al avión para que sepa que has embarcado bien y me quede tranquila.
La Señorita Dawson se sintió aliviada al darse cuenta de que Amber ya no iba a despedirla.
“De acuerdo, Presidenta Reed”.
“De acuerdo, voy a cortar así no te molesto más”.
Después de mirar la hora, Amber se dio cuenta de que se estaba haciendo tarde. Sheyla tampoco quería continuar esa conversación porque cuanto más hablaba, más pena sentía por Amber. Hasta el final, tuvo miedo de no poder soportar la culpa y terminar diciendo la verdad. Por eso, también se sintió aliviada cuando Amber sugirió terminar la llamada.
“De acuerdo, adiós”.
“Adiós”.
Luego de cortar, Sheyla dejó el teléfono y sintió que se sacó un peso de encima. Entonces, Cole se acercó y se sentó junto a la cama mientras sonreía.
“No esperaba que fueras capaz de mentir tan bien. Ni siquiera estás nerviosa.
“Es lo que me pidió que hiciera. No quería que la Presidenta Reed supiera que me había traído aquí, así que me pidió que renunciara, y como no puedo decirle la verdad, solo puedo mentir”, dijo riendo con discreción luego de escuchar las palabras sarcásticas de Cole.
“¿Me estás culpando?”, preguntó con los ojos entrecerrados.
“No. Me estoy culpando a mí misma”, respondió luego de girar la cabeza.
Culpándome por no haberlo rechazado.
Culpándome por no haber abortado antes, sino, todo esto no habría pasado. Sin embargo, sentía curiosidad por saber cómo se enteró Cole de su embarazo y cómo supo que ella quería ab%rtar. Lo más importante era cómo supo el lugar y la hora de la cirugía como para llegar justo a tiempo a detenerla.
Todo lo sucedido le hizo sentir curiosidad. No sabía cómo se había enterado de todo eso, pero estaba segura de que no había sido Amber porque no le preguntó por él durante la llamada. Por lo tanto, era imposible que ella supiera algo sobre la implicación y el reconocimiento de Cole en relación con su embarazo y su ab%rto. Por lo tanto, el misterio era cuándo y cómo él se enteró.
“¿En qué estás pensando?” Cole no pudo evitar preguntar cuando le vio los ojos brillosos.
“En nada”, respondió evitando su mirada.
No tenía intención de preguntarle cómo se había enterado porque sabía que no se lo diría.
Por supuesto que no me lo diría. ¿Por qué debería preguntar? Seguro es más fácil que, tarde o temprano, lo descubra yo misma.
Como Cole percibió su reticencia a decir nada, se decepcionó y se puso de pie.
“Bueno, se hace tarde y tengo que irme.
Quédate aquí y alguien vendrá a cuidarte, Si no es importante, no contactes con el exterior ni intentes salir. De lo contrario, no sé qué podría hacer. ¿Entendido?”
“Presidente Lyon, ¿Me tiene bajo arresto domiciliario?”, preguntó levantando la cabeza y mostrando su pálido rostro.
“Si quieres, puedo hacerlo posible”, respondió con una extraña sonrisa.
¿A quién le gustaría eso? Sheyla se puso aún más pálida.
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