Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1218

Capítulo 1218:

“No son de parte de Cole. La Señora Lyon me los compró de forma deliberada cuando visitó a su familia. Sabe que me gustan los champiñones, así que son de la Señora Lyon; le pidió que me los trajera aquí a Goldstone, así que él no está involucrado en esto. ¿Y bien, mi querido esposo? ¿Te sientes mejor?”

Jared solo necesitó escuchar mi querido esposo para calmar sus celos y para cambiar su estado de ánimo. Al oir eso, levantó un poco la barbilla; a pesar de que aún parecía algo distante, ya se podía ver alegría y satisfacción en los ojos.

“Mejor. Le daré las gracias a la Señora Lyon en nombre de mi abuela”.

“No te preocupes, se las daré. Muy bien, vámonos o llegaremos tarde” lo instó mientras se abrochaba el cinturón de seguridad.

Tras eso, él puso la bolsa en el asiento trasero y cerró la puerta antes de decir: “Vamos”.

Luego, caminó hacia el asiento del conductor y se dirigió a la Residencia Farrell. Mientras tanto, en la Residencia Jones, Norah regresó a la casa por la tarde; estaba tan cansada que se acostó en cuanto llegó y despertó un rato después.

En el instante en que bajó las escaleras, oyó al abuelo y a su padre que estaban discutiendo, así como también a su madre que pacificaba la situación, lo que hizo que de manera instintiva bajara lento y con cuidado mientras se agarraba la barandilla.

A medida que descendía, las voces de los adultos se escuchaban más claras; primero se escuchó la cobarde disculpa de su padre.

“Padre, por favor, deja de gritarme. Ya sé cuál es mi error, ¿Acaso no ha sido suficiente que me hayas gritado toda la tarde? Además, aunque lo hagas, ya no puedo cambiar el asunto. ¡Como si la situación fuera a cambiar después de que me grites cuando está todo arruinado!

“Él tiene razón, padre. Por favor, no te enfades más”. La esposa de Germán, Amelia, sirvió un poco de té para el padre y el hijo mientras calmaba al Viejo Señor Jones y se sentaba al lado de su esposo.

El anciano miró con enfado a la pareja mientras le recibía la taza de té.

“Eres la menos indicada para hablar”.

Dejó la taza con enfado y señaló a su hijo con dedos temblorosos.

“Ya te he advertido una y otra vez antes de que te vayas que seas amable, que ofrezcas un regalo decente de disculpa y pidas perdón a esa mujer como corresponde.

Amber Reed es hija de una familia adinerada del pasado; seguro que en el fondo es vanidosa, si no, ¿Por qué seguiría aferrándose a Jared una y otra vez?

En cuanto la calmemos y le prometamos que pensaremos en ella siempre que obtengamos alguna ventaja, puede que sea amable y hable bien de nosotros delante de él y ¿Quién sabe?

Puede que nos perdone; tú me diste tu palabra de qué harías eso, ¡Pero mira lo que ocurrió! ¡¿Qué hiciste en realidad?! No solo no le llevaste un regalo, sino que incluso te comportaste de manera insolente. Estoy seguro de que lo haces para hacerme enfadar”.

Ante eso, se enfureció. “Olvídate de Amber porque incluso yo echaría a una persona que viene a rogarme sin un regalo y con una actitud insolente”.

Germán no pudo evitar torcer el cuello al escuchar la reprimenda de su padre.

“Bueno, no creí que esa mujer fuera tan pragmática. Sí, acepté hacerle un regalo y disculparme amablemente, pero luego lo pensé mejor y dije: ¿Por qué debería hacerlo? i¿Quiénes somos para Jared?!

Incluso si estamos equivocados, ella no es más que una extraña; debería perdonarnos e interceder por nosotros ante él sin tener que disculparnos.

Después de todo, eres su tutor y nuestra familia es cercana a los Farrell. Si no lo hace, no puede culparnos por oponernos a su relación con Jared. Un poco de ingenio es todo lo que necesitamos para separarla de él, así que…”

“¿Así que obviaste mi instrucción de tal forma?”

Germán bajó la cabeza en silencio ante eso. Enfurecido, el anciano señaló la nariz de su hijo y le gritó: “Tú… ¿Qué tan estúpido puedes llegar a ser?! ¡No me extraña que muchos en la oficina digan que eres un inútil, que no tienes remedio, y que la compañía quebrará tarde o temprano si está en tus manos!”

“¿Quién? ¿Quién se atreve a decirlo? Lo despediré”. Se levantó furioso.

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