Enamorado de mi ex esposa
Capítulo 1213

Capítulo 1213:

Si ese fuera el caso, entonces le diría que siguiera soñando. Nunca le había correspondido sentimentalmente, así que sin importar lo que hiciera, no dejaría que hiciera lo que quisiera, incluso aunque usara al bebé en su vientre para amenazarlo. El tipo de persona que más odiaba eran quienes lo amenazaban.

En ese momento, Cole creía que Sheyla estaba tramando alguna situación con el embarazo; él no tenía toda la culpa, ya que el embarazo era inesperado. Le afirmó que tomaba pildoras anticonceptivas, así que ¿Por qué estaría embarazada?

Por ello, solo podía asumir que no las había tomado y que le mintió para que no sospechara. De esa forma, tendría mucho tiempo para quedarse embarazada sin preocuparse. Una vez que lo lograra, podría usar el bebé para que él se hiciera responsable. Si, debe ser eso.

Mientras más lo pensaba, más seguro estaba y no cambió de opinión aun cuando sabía que la mujer había pedido una cita para realizarse un ab%rto.

Debía tener complicaciones con el embarazo o ¿Por qué lo haría si ella quería mejorar su posición con el bebé? Sin embargo, más allá de las circunstancias, haría que se arrepintiera por atreverse a mentirle, ocultarle el embarazo e incluso ab%rtar de forma egoísta.

Nunca iba a dejar que ninguna mujer lo manipulara. Juro que no soy Cole Lyon si no contrataco.

“¡Sheyla!” gritó, rechinando los dientes, mientras miraba la carretera de forma escalofriante como si la mujer estuviera delante de él.

La voz trasmitía enojo y odio como si fuera a lastimarla. También tenía un dejo de desesperación que ni siquiera él se dio cuenta.

¿Desesperado por qué exactamente? Tal vez solo él lo sabía.

Por su parte, Amber no sabía nada al respecto, ya que retomó el trabajo extenuante y aburrido después de despedirse de Cole.

No fue hasta que Jared la llamó a la tarde que dejó el bolígrafo, se estiró, y relajó antes de responder mientras sonreía: “¿Hola?”

Su voz era adorable y tenía un dejo de cansancio, lo que hizo que Jared frunciera el ceño, sentado en el auto.

“¿Tienes mucho trabajo?”

“No mucho. ¿Por qué?” preguntó mientras sonreía, acurrucada en la silla.

Jared había estacionado el auto al costado de la carretera debajo de Torre Goldstone, bajó la ventanilla y miró hacia la ventana del último piso del edificio; allí estaba la oficina de Amber.

“Suenas cansada” explicó.

Ella sonrió en respuesta.

“¿Sí? Bueno, lo estoy un poco. Tengo que revisar cada vez más documentos y solo han pasado unos meses desde que empecé.

Mientras más documentos, más agotador se me hace. Después de todo, hay mucho que todavía no sé. Incluso tengo que averiguar qué significa un término técnico cada vez que me topo con uno o no comprenderé el contenido; imagina las consecuencias que tendría que asumir si firmo alguno sin saber de qué se trata.

A veces me topo con algunos que, si bien los entiendo, no entiendo la totalidad del contenido. Luego, tengo que llamar a la gente de verificación antes de firmarlos con seguridad. Por lo tanto, termino aturdida al final del día; no solo física sino mentalmente también”.

“Es normal que no sepas mucho si nunca aprendiste a administrar una compañía de forma sistemática. Después de todo, has escalado posiciones de forma repentina. Solo puedes aprender un poco en el trabajo. En pocas palabras, no podrás adquirir todo lo que necesitas saber de esta forma” dijo mientras descansaba la mano sobre la ventanilla y la golpeaba.

.

.

.